Tribe Nine, el gacha que pudo ser un juegazo RPG
No puedo ser el único al que le emocionó el anuncio de Tribe Nine en su día, un ARPG de Too Kyo Games que pintaba muy interesante. Y de la misma forma que me ilusionó, la dicha se vino abajo al conocer bien su propuesta y confirmar que sería un free-to-play al estilo gacha. Justo por eso no jugué desde el principio… pero acabé descargándolo por pura curiosidad.
Para quien no lo sepa, Too Kyo Games es una desarrolladora que tiene detrás a los responsables de Danganronpa y Zero Escape, de Spike Chunsoft. Hasta ahora nos trajeron World’s End Club y Master Detective Archives: Rain Code, entre otros. Y este año también lanzarán Hundred Line, que promete muchísimo.
Sus distintos trabajos podrán gustar más o menos, pero siempre son originales y bastante especiales, cada uno a su manera. Con dicho historial, esperaba algo similar de Tribe Nine. Es un gacha en la mayoría de aspectos, desde luego, pero es cierto que tiene sus cosas.
Píxeles en Neo Tokyo

Un detalle muy llamativo del juego es su estilo visual, que mezcla un diseño pixel-art con la presentación de personajes, escenas y combates en anime 3D. Al principio no me convencía esa combinación, pero tardó poco en gustarme bastante la idea. De hecho, el único sacrificio que duele es el campo de batalla, que es muy simple. El resto me encanta.
Es un conjunto satisfactorio si te gusta el arte pixel, porque los escenarios les quedaron vistosos con su ambientación futurista y los personajes se ven genial en 3D. Los habituales de Danganronpa y compañía reconocerán las típicas expresiones y movimientos exagerados de los protagonistas durante los diálogos, algo que los dota de una personalidad muy marcada.
El buen trabajo del 3D también se extiende a algunas escenas, especialmente cuando toca jugar al «XB», una suerte de béisbol en el que los jugadores corren por toda la ciudad e intentan noquearse de base en base. Esto último es más fácil entenderlo cuando lo estás viendo, porque en el juego es mayormente cinemático. Las mecánicas de juego ahí son otras.
En definitiva, se nota que estos artistas saben distinguirse a nivel visual y dotar de encanto al conjunto global, especialmente a sus protagonistas. Todo ello, por supuesto, encajando con sus extravagantes historias de supervivencia. Ahí Tribe Nine también tiene algo que decir al respecto.
Otro «juego mortal»

La aventura se desarrolla en el mismo universo que la serie anime con el mismo nombre y en principio no hace falta ver la serie para disfrutar del juego. Tras verla yo mismo, admito que me parece prescindible. En el juego acompañamos al joven Yo Kuronaka quien, tras un peculiar inicio, se descubre atrapado en los juegos de Zero, el antagonista principal. Las influencias del «estilo Danganronpa» son claras en su narrativa y personajes.
Es precisamente el enfoque en su caótica historia lo que distingue el juego de otros gacha similares. Los protagonistas son muy carismáticos, mezclando el drama con los toques de humor característicos de los personajes del estudio. En el buen sentido, resultará muy familiar para los fans habituales, como es mi caso.
¿Cuál es la pega? ¡Pues que es un gacha! Y en este tipo de juegos, la historia no apunta a que termine pronto o a que lo haga en absoluto. La gracia reside en la excentricidad de sus personajes, pero hasta el momento, no he visto giros demasiado revolucionarios. Al final, la narrativa está sujeta a la estructura de progresión de un juego del estilo; el ritmo y calidad del contenido lo definirán futuras actualizaciones.
Como resultado tenemos un título con una ambientación futurista potente en ese Neo Tokyo, cuya historia resulta interesante y tiene la frescura de mezclar la premisa de «juego de supervivencia» con el deporte XB de la serie anime. Sin embargo, no sabemos hasta cuándo continuará o si nos dejará colgados. ¡Y dicha incertidumbre resulta contraproducente en un RPG que se centra tanto en la historia!
Pero es un gacha…

Por desgracia, el gacha no solo entorpece el ritmo al que se contará la historia. También dota al juego de todas las características de este nuevo «género», como un claro relleno en la exploración y misiones secundarias, o tareas diarias. Incluye el típico sistema de equipo, potenciación y obtención de personajes tan habitual en estos juegos que a mí, sinceramente, me da pereza.
Es una pena porque, en términos jugables, Tribe Nine no funciona nada mal. Las mecánicas de sus personajes no llegan a ser tan completas como en Wuthering Waves, por ejemplo, pero su sistema de acción con equipos de tres personajes está bien. Su único problema es que, al ser menos variado, pronto se vuelve repetitivo.
Como es común en estos juegos, tendrás personajes según te salgan en las tiradas y obviamente incentivan a meter dinero real para conseguir más. Su fórmula empezó bastante abusiva en un principio, pero no tardaron en «arreglarlo», compensando a los jugadores por el camino. Aun así, sigue pareciéndome una propuesta tan nociva y ludópata como en el resto de gachas.
Afortunadamente, es algo opcional y si gozas de autocontrol puedes disfrutar del juego sin invertir dinero en él, por lo menos al inicio. Resulta factible abrirse camino combinando los personajes que te van saliendo gratis o utilizar los de préstamo, así que sirven para ir viendo la historia. Ojalá eso no cambie en el futuro.
Conclusiones

Siempre me apena cuando pruebo títulos de buena calidad, pero que ven lastrada su propuesta por las estandarizadas prácticas del sistema gacha, llevándolos a centrarse en sacar la máxima rentabilidad posible. Este, igual que otros, puede jugarse sin caer en sus prácticas de micro-pagos, pero… ¿por cuánto tiempo?
De momento lo estoy disfrutando en su justa medida, entrando algunos días para avanzar poco a poco, pero su fórmula se me estancó en cuanto topé con barreras de requisitos de progreso para seguir la historia. Resulta difícil alegrarse ante un juego con potencial tan interesante como Tribe Nine se quede en un gacha, la verdad.
Y poco más que decir ahora mismo. Si veo actualizaciones o novedades relevantes volveremos a tocar el tema, ya que siempre me interesa seguir la trayectoria de Too Kyo Games.