World’s End Club, buena historia lastrada por su jugabilidad
Por septiembre del año pasado, los creadores de Danganronpa ofrecieron una nueva propuesta llamada World’s End Club… como parte del Apple Arcade. Confieso que no le presté mucha atención. Sin embargo, en mayo de este mismo año el título salió para Nintendo Switch y se plantó en mi lista de posibles juegos pendientes.
Lo que me acabó de empujar a probarlo fue su salida en Steam a finales del pasado mes de noviembre. Su económico precio en PC era lo que necesitaba para darle una oportunidad, pues el título tampoco me atraía como para comprarlo más caro en una época de tantos gastos.
Sí, toda esa introducción para deciros que ya completé la aventura con su final verdadero. Y aquí estoy, para daros mi opinión al respecto. Lo resumiré respondiendo a dos simples preguntas que creo tendría en mente cualquiera que vea el juego sin mucho contexto.
¿De qué va World’s End Club?

Estamos ante una aventura narrativa que se acerca más al género de la novela visual que a otra cosa. Sin embargo, cuenta con secciones jugables. A veces nos tocará superar fases cortas donde utilizar las habilidades especiales de los personajes, además de algunas secciones de puzles y plataformeo bastante anecdóticas.
Siendo sincero, me atrevería a afirmar que la parte jugable le sobra y su ausencia mejoraría el título. ¿Resulta insoportable o un obstáculo para disfrutarlo? Para nada. Tocará hacerlo y seguramente muramos por culpa de unas mecánicas poco pulidas o físicas descuidadas. Pero bastará con intentarlo otra vez desde justo antes de morir, sin más.
Lo que importa de World’s End Club es su historia, que podéis disfrutar con los textos en español. Vivimos el viaje de un grupo de chicos/as con un tono juvenil que va muy de la mano con su bonito apartado artístico. La trama está bien y su duración es la justa para no agotarnos: unas 15-20 horas. Además, los habituales de la saga Danganronpa verán muchas referencias a su mundo.
Pero la parte técnica no es la mejor. En el caso de que seáis muy quisquillosos, no pararéis de ver animaciones recicladas y una presentación de escenas en general muy simple. Parece una producción independiente y visto el precio al que se vende, debería tratarse como tal. No es un juego para todo el mundo.
¿Vale la pena?

Como amante de las propuestas diferentes y arriesgadas, yo os respondería que sí… dejando claro que no gustará a la mayoría. Las carencias jugables son evidentes, no es un título de alto presupuesto y nadie debería esperar algo al estilo Danganronpa. Como dije, el tono y los acontecimientos están bastante más rebajados en World’s End Club, prescindiendo de su crudeza. ¡Y los protagonistas son críos!
Aun así, no me parecería bien desprestigiar el trabajo de los escritores. La historia está demasiado inspirada en conceptos heredados de su otra saga, pero es buena y tiene escenas memorables. Nuestra suspensión de la credibilidad tendrá que hacer acto de presencia durante varias situaciones, pero eso es ya la marca de sus autores. Fantasía a conveniencia; así lo definiría yo.
Como siempre digo, uno de los puntos más importantes en un juego de este estilo son sus personajes. En World’s End Club tenemos unos 11 o 12 protagonistas y la gran mayoría están bastante bien hechos. Distan de ser extremadamente profundos y se amparan en algunos cliché… pero cumplen de forma decente con sus respectivos papeles.
Si queréis vivir una aventura distinta teniendo claro que venís a leer mucho texto, acompañar a protagonistas muy jóvenes y a frustraros un poco con mecánicas jugables flojas… os valdrá la pena por su historia.

Valoración final
60/100
Una historia entretenida con varios giros y buenos momentos salva un título que, como juego, resulta mediocre. Como experiencia es aceptable, aunque si buscáis un juego más maduro donde un grupo de adolescentes tiene verdaderos problemas… os redirigiría a la saga Danganronpa, de los mismos creadores.
World’s End Club aporta algo diferente y fresco, pero para nada imprescindible. Servirá a aquellos que disfruten de novelas visuales por ofrecer historias originales y medianamente decentes. Y como es normal, estará lejos de entusiasmar a la gran mayoría, pues su propuesta es rara y ni siquiera es de las mejores entre lo excepcional.
Por lo menos está traducido al español y eso puede incluso hacernos perdonar varias faltas de ortografía que encontraremos durante los textos. Esperemos que más juegos del estilo cojan esa buena costumbre de venir en dicho idioma.
Como última sugerencia, tras la experiencia… creo que debe estar mejor en Nintendo Switch con su aliciente de portabilidad.