Siege of Dragonspear resumen: la historia del DLC de Beamdog

Toca seguir repasando la historia de los viejos Baldur’s Gate, en este caso exponiendo el resumen de lo sucedido en Siege of Dragonspear, un DLC que añadió Beamdog en 2016 a la «Enhanced Edition» del primer juego. El anterior repaso lo tenéis por aquí:

Baldur’s Gate I
Siege of Dragonspear
Baldur’s Gate II: Shadows of Amn
Throne of Bhaal

La trama de la expansión ofrece una aventura adicional que conecta el primer y el segundo Baldur’s Gate, desde que derrotamos a Sarevok hasta que el protagonista es atrapado por Irenicus. En su día fue un añadido muy polémico, pero eso ahora no nos interesa. ¿Qué ocurrió en Siege of Dragonspear?

Héroes de Puerta de Baldur

Iniciamos la aventura en el momento en que nuestro grupo está persiguiendo a los últimos seguidores de Sarevok. Una vez detenidos, los compañeros se separan para seguir con sus respectivas vidas; solo Imoen y el protagonista se encuentran en el palacio ducal. De hecho, la chica permanece ahí porque decidió aprender magia con una maestra, algo que justificaría su multiclase de pícaro/mago del segundo juego.

Sin embargo, no estamos tranquilos demasiado tiempo. Los rumores sobre un ejército enemigo no muy lejos de Puerta de Baldur suenan preocupantes. Además, se infiltraron asesinos en el palacio ducal e hirieron a Imoen, que queda en cama para recuperarse. Por si fuera poco, un misterioso encapuchado (Irenicus) apareció ante nosotros.

Nuestra próxima misión está clara: debemos partir al encuentro de la líder de dicho ejército, la aasimar Caelar Argent, en busca de respuestas. Antes de marchar disponemos de un tiempo para aprovisionarnos y reunir a los antiguos aliados que estén disponibles. Entre ellos podemos reclutar a Safana, Viconia, Minsc y Dynaheir. Skie también seguirá a nuestra comitiva, aunque a espaldas de su padre.

Por el camino se unirán Jaheira, Khalid o Edwin si los aceptamos, además de aliados originales de la expansión y los compañeros del primer juego añadidos por Beamdog (Baeloth, Dorn, Neera y/o Rasaad). Nuestro viaje nos llevará a enfrentarnos con los hombres de Caelar Argent, tratar directamente con ella y perseguirla hasta el castillo de Dragonspear… pero no todo es lo que parece.

La Cruzada de Caelar Argent

El conflicto de la aventura nos enfrenta a Caelar, pero ella no es la antagonista real. El culpable del malentendido que nos enemista con la aasimar es Hephernaan, el consejero que la manipuló, un supuesto sacerdote humano que realmente es un diablo disfrazado. El villano está al servicio de otro ser de mayor poder, Belhifet.

En el pasado, Caelar cometió el error de querer aumentar sus poderes leyendo un libro prohibido, abriendo accidentalmente un portal a los Nueve Infiernos que conducía al reino de Belhifet. El diablo iba a tomar el alma de la joven, pero su tío Aun Argent se ofreció en su lugar para salvarla, quedando atrapado en el infierno. Arrepentida, la chica juró que algún día encontraría la forma de rescatarlo.

Fue Hephernaan quien se acercó a Caelar años después y la manipuló para que se apoderase del castillo de Dragonspear junto a un ejército, pues ahí existía un camino secreto hacia el reino de Belhifet. Para abrir el sendero planario necesitaba sangre divina, y no bastaría solo con la suya. Es ahí donde entra el hijo de Bhaal en la ecuación.

Al final, pese a utilizar métodos cuestionables, Caelar Argent (una guerrera, no paladina como muchos piensan) solo quería corregir su error del pasado y salvar a su tío de la prisión en los Nueve Infiernos. Una vez lo descubrimos y nos reunimos con ella en el castillo, queda en manos del jugador cómo gestionar la situación (aliarnos con la aasimar o no), que inevitablemente nos enfrentará a Belhifet en el infierno.

Irenicus en la sombra

Toda la aventura estará saplicada por las misteriosas apariciones de un hombre encapuchado, alguien cuya identidad conocemos de sobra si venimos de Baldur’s Gate II. Es Irenicus, quien va y viene cuando le apetece, utilizando nuestro viaje para evaluar nuestro potencial. Sus apariciones se limitan a soltar enigmas… hasta que salimos de los Nueve Infiernos, tras derrotar a Belhifet y solucionar el tema de Caelar.

La noche en la que deberíamos celebrar nuestra victoria, Irenicus intentará manipular al protagonista para que ceda a su herencia y asesine a Skie. Si no caemos en la tentación, la matará él, llevándonos al mismo resultado: seremos acusados de la muerte de la noble hija de Entar Silvershield. Nos detendrán y llevarán de vuelta a Puerta de Baldur, encerrándonos en prisión.

Ahí nos visitarán algunos compañeros y luego nos juzgarán. Pocos creen en la inocencia del protagonista, quien es declarado culpable. Por suerte, ya sea a través de un soldado del Puño Llameante o un ladrón, nos sacarán de la cárcel y fuera estará esperando Imoen, siempre fiel a su amistad de la infancia. Huiremos de Puerta de Baldur junto a ella y otros amigos leales: Khalid, Jaheira, Minsc y Dynaheir.

Por desgracia, la libertad dura muy poco. Al amparo de la noche, unas figuras sombrías asaltan al grupo y lo apresan, arrastrándolo a un lugar mucho más oscuro… Y esto enlaza con la situación de Baldur’s Gate II, donde seremos prisioneros de nuevo, ahora del mismísimo Irenicus.

Conclusiones

¡Hasta aquí Siege of Dragonspear! En realidad, lo más relevante del DLC es que enlazan mejor el final de Baldur’s Gate con el inicio del segundo juego, presentando un poco a Irenicus y solidificando nuestra unión con los «compañeros principales» de la saga. El tema de Caelar Argent no interesa tanto, pero podemos tomarla como una interesante misión secundaria a gran escala.

En cualquier caso, esto nos trasladaría a Baldur’s Gate II, resumen que traeré pronto por aquí. Quizá no sea ya una aventura canónica y el lugar de nuestro protagonista lo ocupe Abdel Adrian… ¡pero siempre valdrá mucho más la pena vivir estas viejas aventuras en videojuegos!

Baldur’s Gate II: Shadows of Amn, resumen