Metaphor: ReFantazio, luchando por el trono del JRPG
Todos sabíamos que el próximo proyecto grande de Atlus, el RPG que tendría la complicada tarea de igualar o superar sus títulos más exitosos, sería mínimo un buen juego. ¿Pero logró cumplir nuestras expectativas? Pues bien, como fan de la saga Persona, os adelanto que Metaphor: ReFantazio alcanzó dicho objetivo.
Hay mucho que comentar sobre este RPG, que utiliza el bucle y mecánicas típicas de Persona adaptándolas a una llamativa ambientación de fantasía. Iré por partes, comentando cada apartado del juego para organizar mejor todas mis opiniones. ¡Leed lo que queráis, que no habrá spoiler!
Audiovisual: ¿esos gráficos pasaron de moda?

Uno de los puntos más controversiales es su apartado técnico, que algunos expertos señalan como anticuado. Si bien tienen razón en parte (hay modelos de personaje, texturas y escenarios menos trabajados), a la inmensa mayoría de los que apreciamos este estilo visual nos cumple de sobra. Y eso no nos vuelve precisamente conformistas, porque hay vida más allá de «los gráficos».
Lo increíble de Metaphor: ReFantazio lo comparten también otros juegos de Atlus: su maravilloso apartado artístico. Siempre consiguen que todo se vea precioso, tanto efectos, personajes principales y monstruos, así como menús con muchísima personalidad. Quizá en ciertos detalles técnicos haya envejecido, pero es que sigue viéndose de fábula.
Por si fuera poco con su estética 3D, la aventura está muy salpicada de grandes escenas anime 2D, destacando tanto al inicio como al final del juego. Tiene un buen montón de momentazos e incluso sobresale entre otros juegos de fantasía que utilizan el mismo estilo. Se nota que la desarrolladora lo ha dado todo en ese sentido.
¿Y cómo podemos mejorarlo? Pues con una música espectacular que, bajo mi punto de vista, supera con creces el genial repertorio presentado en los Persona. Sí, sé que son estilos distintos, pero a mí me encantó toda la banda sonora y la forma en que te envuelve dentro de la propia historia. ¡Imposible quejarse por el lado audiovisual!
Historia: la sucesión al trono de Eucronia

La trama nos sitúa en un reino cuyo monarca es asesinado, lo que lleva a una competición masiva por hacerse con el trono. Nosotros viviremos la odisea desde el punto de vista de nuestro humilde protagonista y su creciente grupo de aliados. Como la mayoría de JRPG, el enfoque moral siempre es bondadoso e idealista, aunque Metaphor intenta indagar un poco más.
Acertaron a la hora de poner en juego conceptos y valores como la convivencia entre individuos distintos, política e hipocresía, compañerismo, lealtad y deber. Nunca perderemos de vista que estamos ante una historia ficticia en un mundo de fantasía, pero igual que en los Persona, intentan que lo extrapolemos a nuestra propia vida.
Además de profundizar en lecciones morales, lo destacable de esta historia es el buen ritmo de acontecimientos y revelaciones que tiene. En ese punto, ningún capítulo de la trama se siente como relleno y siempre estamos deseando avanzar para vivir el siguiente. Quizá la esencia de la aventura sea clásica, pero el trasfondo de su mundo (pasado, razas, costumbres, religión) resulta la mar de interesante.
En lo personal, opino que no todos los sucesos importantes estuvieron a la misma altura, sufriendo algún que otro tirón argumental, pero en general me gustó bastante. Al acabar, sientes que has vivido una historia con identidad propia y las 80 horas que invertí en completarla me dejaron más que satisfecho.
Personajes: ¿quién intentará gobernar el reino?

Si por algo destaca Atlus con Persona, es por sus entrañables grupos de protagonistas liderando cada juego. Aquí ocurre exactamente lo mismo. Pese a que el contexto de fantasía medieval los aleje un poco de problemas de nuestro mundo real, los personajes principales de Metaphor son tan cercanos y carismáticos como sus homólogos de la otra saga.
Como siempre el que más flojea es el protagonista. Es cierto que le dieron voz propia, pero sigue pareciendo bastante básico para cumplir la función de nuestro avatar dentro del juego. Por suerte, lo veo preferible a la mayoría de tipos mudos a los que el resto del elenco adora sin reservas. Al de Metaphor el resto de personajes suele admirarlo, aunque resulta menos descarado.
Por supuesto, también tenemos una generosa selección de personajes secundarios en los que profundizaremos a través del sistema de relaciones sociales. Y debo señalar que dicha fórmula se ha mejorado bastante, agilizándola para que las reuniones con ellos se sientan significativas. Cada uno tiene sus distintos problemas y desarrollo personal; en general, me han parecido decentes.
¿Y qué sería de un JRPG sin antagonistas? Los de aquí estuvieron a la altura, sorprendiendo más de una vez por el camino con sus giros y secretos. Debo admitir que el principal me ha encantado y no precisamente por ser el más complejo. A nivel de presencia, escenas y gestión de su ideología, el villano es de lo mejor del juego.
Jugabilidad: mejorando el bucle Persona

Si antes confirmaba el buen ritmo de la historia, debo hacer lo mismo con el de su fórmula jugable, algo todavía más agradecido si cabe. Y es que quien haya jugado algún Persona sabe que la aventura avanza en un continuo bucle donde que gestionas tu tiempo libre diario para aumentar las estadísticas sociales, progresar en las relaciones con otros personajes e ir a luchar a la mazmorra de turno.
Es un estilo de juego que funciona genial, pero a la larga se vuelve repetitivo y Atlus lo sabe. Justo por eso, Metaphor toma la misma base y la mejora en todos los sentidos, ajustes de calidad de vida incluidos. Eso se extiende incluso a las fases de mazmorreo, donde tenemos mucho autoguardado y opción de reiniciar el combate pulsando un botón.
Además de la gran mazmorra de cada capítulo, contamos con fases más cortas y directas en la propia historia, algo que se agradece para que la trama no pierda su ritmo en ciertos momentos. Y luego están las misiones secundarias, que nos llevarán a unas cuantas áreas distintas para cumplir el objetivo de turno. Sinceramente, me pareció un equilibrio perfecto entre lo principal y lo secundario.
Lo que más destaca es la progresión de nuestros personajes. Aquí los protagonistas aprenden arquetipos, que son una amplia serie de clases que asignaremos a cada personaje, dándonos libertad para personalizarlos. A medida que heredamos habilidades, podremos montar nuestra propia estrategia en cada ocasión y resulta muy satisfactorio probar nuevas configuraciones. Para mí, otro de los grandes aciertos del juego.
Combate: el buen mazmorreo de Atlus

Como buen JRPG de Atlus, es un juego de combates por turnos y ése es el plato principal de la experiencia de batalla. Ahí cumple genial, con un divertido sistema de batalla entre puntos débiles, potenciadores y debilitaciones cortesía de la casa. Con sus tres dificultades (y una más difícil todavía en el Nuevo Juego+), la experiencia es ajustable al nivel de cualquiera y cuenta con varios jefazos a la altura.
Sin embargo, Metaphor introduce una fórmula que complementa genial al combate por turnos, y es ni más ni menos que la de acción directa. Durante la exploración de mazmorras, las batallas iniciarán si aturdimos al rival a golpes o el enemigo es quien nos alcanza, pero las lizas de nivel más bajo podremos acabarlas directamente a espadazos sin entrar en el sistema de turnos.
Al principio no confiaba mucho en la novedad y es cierto que podría mejorarse un poco más, pero resulta perfecto como alternativa a la batalla de turnos clásica. De esta forma, sumándolo a la posibilidad de esquivar y evitar enemigos, las mazmorras se vuelven mucho más amenas. Solo combatiremos cuando nosotros queramos hacerlo y en los encuentros inevitables… ¡o si nos pillan!
En general, este sistema funciona muy bien y consigue que las batallas por turnos nunca se vuelvan pesadas, aunque la partida vaya a superar fácilmente las 60 horas. ¡Siempre es divertido! Quizá los palacios de Persona 5 tenían más encanto por sus distintas temáticas cognitivas, pero a nivel de diseño jugable, Atlus se supera a si mismo con este Metaphor.
General: últimos detalles

Uno de los aspectos que más han llamado la atención en el juego es la ausencia de «opciones de romance», como tenían los Persona. Esto es cierto, a pesar de que sí veremos alguna que otra relación que podría acabar en algo amoroso. Y aunque personalmente hubiese preferido que se trabajaran un buen romance, ¡qué puedo decir…! No soy fan del romance de Persona y no lo eché de menos aquí.
Otra cosa que me gustó es cómo progresar en las relaciones secundarias está muy relacionado con el aumento de tu poder en lo jugable. Aquí nuestros contactos otorgan potenciadores a cada clase, además de sus respectivas evoluciones. Algunos añaden incluso mejoras inestimables a la propia experiencia del mazmorreo, como la útil habilidad de cambiar de personaje en batalla sin gastar el turno completo.
En cuanto a la gestión diaria del protagonista, se nota que dejan más tiempo libre para mejorarlo todo al máximo en una sola partida en comparación a los Persona. Esto puede traducirse como una mejora para evitar el agobio de decidir en qué invertir el tiempo, o una medida que casualiza el sacrificio de tomar una u otra elección. ¡Para mí es lo primero!
Y poco negativo puedo aportar en mi opinión sobre este juego. Como mucho, señalaría fallos puntuales en la traducción al español que la vuelven poco fiable en ciertas ocasiones, dependiendo del recelo que tengáis con este tema. En mi caso, no estoy muy a favor de algunos detalles en la adaptación, y menos de errores que cambian totalmente el significado de los diálogos. Pero bueno.

Valoración final
95/100
Es innegable que Metaphor: ReFantazio vuelve a subir el listón del JRPG y está a la altura de nuestras altas expectativas. Si me preguntáis a mí, alentaría a Atlus a continuar esta línea de fantasía medieval. Ya lo dije con Soul Hackers 2, y aquí me reafirmo: hay vida más allá de Shin Megami Tensei y Persona. ¡Y ni siquiera deben apartarse demasiado de su propia fórmula!
Poco tengo que reprocharle a esta magnífica experiencia, la verdad. Mis únicos dilemas se encuentran en detalles de su trama o el destino de algún que otro personaje, y eso no deja de ser algo bastante subjetivo. Quizá lo comente en una entrada aparte, avisando de antemano para no destripar nada. ¡Ya veremos!
El caso es que me alegra mucho que se hayan arriesgado con el juego; lo fácil sería seguir sacando títulos de su franquicia más exitosa. Ojalá Metaphor haya venido para quedarse y establezca una nueva saga, ofreciéndonos variedad JRPG con la firma de esta magnífica desarrolladora. Sí, el juego me ha gustado. ¡¿Se nota?!
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