GameBlog semanal #66, rejugando títulos impopulares
¡Bienvenidos al GameBlog semanal, en este caso el #66! El anterior lo tenéis por aquí, si hay curiosidad.
Últimos días de «libertad» antes de arrancar con los lanzamientos importantes. Admito que pretendía seguir rebajando mi lista de títulos pendientes, pero también me apetece volver a visitar ciertas obras. Es mejor reconfirmar el amor hacia los videojuegos que nos encantan en vez de fiarnos exclusivamente de la nostalgia, que puede ser muy mentirosa.
En este caso junté a dos títulos bastante impopulares en sus respectivas sagas.

Videojuego semanal
Final Fantasy XIII
Pese a saber de donde viene, nunca conseguí entender las duras críticas que siempre se lleva la decimotercera entrega de nuestra fantasía favorita. Es un videojuego precioso incluso a día de hoy, uno que arriesga en varios sentidos y sale bastante bien parado en dicha apuesta. Pero ya conocemos el elitismo entre los fans de la saga, resulta inevitable.
Ojo, me parece respetable que exista mucha gente a la que no le guste su fórmula. A mí no consiguieron convencerme títulos populares entre amantes de los JRPG, pero ¿tengo por ello necesidad alguna de mentir sobre ellos o catalogarlos de lo que no son? Debemos respetar las preferencias del resto. Es imposible que nos guste todo… Y eso no quita que Final Fantasy XIII sea una maravilla.
Su grupo de protagonistas es lo que más aprecio de dicha entrega. Creo que todos evolucionan bastante bien a lo largo de la historia. Varios de ellos con mucho acierto; podemos verlo en Lightning o Hope. Otros, como Vanille y Snow, consiguen transmitirme muy buenas sensaciones, ¡me encantan! Sé que no son muy populares… ¿y qué?
Dudo que tenga tiempo para superar los tres juegos de la trilogía en dos semanas; lo haré a lo largo del año. Por ahora, intentaré mínimo disfrutar una vez más del primer título de su universo. Quizá acabe dedicándole alguna entrada por el camino, ¡ya veremos si se me ocurre algo! Seguro que sí.
La semana anterior…
Dragon Age 2

Creo que la semana pasada se notaba que estaba rondando la saga Dragon Age, ¿verdad? Es cierto que aquí soy capaz de comprender las opiniones negativas, especialmente en comparación a sus hermanos de trilogía. Hay que saber ver sus muchas virtudes, que están donde más importa. Y tomarse con filosofía sus defectos. Ya hablé demasiado del tema:
Durante mi millonésima aventura con Hawke, volví a disfrutar de la historia intentando que me acompañen más aquellos personajes que no suelo seleccionar. Y debo admitir que, aunque los tengo de sobra conocidos, esta vez conseguí empatizar mejor con Isabella. Me cayó bastante bien, algo que por lo general no sucedía en mis otras partidas.
Ayudó mucho que decidiese personalizar el carácter de mi protagonista con las opciones bromistas. Si nunca habéis completado una partida con el/la Hawke de las chanzas, os lo recomiendo bastante. Yo ya lo hice varias veces y nunca me canso de su acertadísimo humor. Uno que le viene genial para encajar todas las desgracias que le obligan a vivir…
Como siempre que juego Dragon Age, me vienen ganas de experimentar la saga al completo. En esta ocasión me aguanté, dedicándome exclusivamente a este juego tras importar mi partida de Origins experimentada el año pasado. Es probable que vuelva a Inquisition en lo que queda de año… De momento, dejemos descansar a los engendros tenebrosos.