Expansión de Final Fantasy XVI, ¿merecen la pena los DLC?
Pues aquí estamos, una vez completada la experiencia que ofrece la expansión de Final Fantasy XVI, compuesta por dos DLC: Echoes of the Fallen y The Rising Tide. ¿Vale la pena desembolsar el dinero para volver a Valisthea con este contenido extra? ¡Eso es lo que intentaré responder hoy!
Antes de empezar, aclaro que yo jugué las expansiones en modo Final Fantasy y tras lo vivido, creo que lo aprovecharán más quienes solo superaron el juego una vez y les apetece rejugar con estas mejoras. Tranquilos, que no utilizaré spoiler, pero aviso que para disfrutar del contenido DLC debéis haber llegado al final del juego.
Echoes of the Fallen
Nos ponen en contexto sobre un nuevo misterio de los cristales de Valisthea que sale a la luz durante el periodo anterior a la batalla final del juego base. Y es ahí cuando volveremos a acompañar a Clive, seguido de sus dos aliados de cabecera, para investigar y resolver el asunto. ¿Es una parte de la trama que podría ser interesante? ¡Pues sí! El problema es que no profundizamos en el concepto que nos presentan y todo queda muy superficial.
Nuestro breve viaje acaba con una fase/mazmorra, similar a las vivimos durante la aventura principal, en la que disputaremos combates contra varios mini-jefes. Al final nos espera un último jefe, que ese sí ofrece una buena batalla (con mejor música) que te obliga a estar atento a sus mecánicas para no morir. No presenta un gran reto, pero en modo Final Fantasy es de lo más peliagudo del juego.
En cualquier caso, aquí olvidaos de echar mano de Ifrit; es una batalla a pie con Clive y sus dos compañeros. Tampoco vemos nuevos diálogos de valor entre nuestros protagonistas y los nuevos personajes que conocemos pasan muy desapercibidos. Por ello, a mí Echoes of the Fallen no me parece necesario y dudo que os valga la pena por si mismo.
The Rising Tide
Esta nueva misión nos dirige al paradero del eikon perdido, Leviatán, aventura en la que nos acompañan los dos aliados de siempre y se suma Shula, la compañera principal para el DLC. Y ya os adelanto que no esperéis ningún contenido de valor sobre de Jill y nuestro otro amigo; esto va de Shula, su gente y Leviatán. Las cosas claras.
La estructura del viaje es similar a Echoes of the Fallen, solo que ofreciéndonos más contenido narrativo, escenarios bellísimos, misiones secundarias adicionales y una épica batalla donde sí utilizaremos al eikon de Clive para combatir. Es una lucha espectacular, a un nivel parecido de las que vivimos durante el juego, pero la sentí como una oportunidad desaprovechada para lucir a otros personajes.
Aunque sigo considerándolo caro para lo que tiene, esta pequeña aventura es mejor que la anterior. Además de la breve odisea, nos regalan dos poderes eikon extra para Clive con los que personalizar todavía más nuestro estilo de combate. Si ya estáis en el modo Final Fantasy, como fue mi caso, no los aprovecharéis demasiado… pero si rejugáis la aventura principal, quizá les sacáis partido.
Por último, debo señalar que añadieron una suerte de desafío de combate por niveles, accesible desde el monolito. Ahí podremos utilizar a Clive para eliminar monstruos por fases e ir avanzando, adquiriendo mejoras y tratando de llegar al final alcanzando la mejor puntuación posible. Si morimos, tocará reiniciar. No me pareció muy elaborado, pero siempre se agradecen más opciones jugables para quien quiera seguir disfrutando del sistema de combate.
Valoración final
60/100
Ni Echoes of the Fallen ni The Rising Tide son los DLC que yo hubiese querido para Final Fantasy XVI, y tampoco pienso que sean lo que pedíamos los fans. Sin embargo, mentiría al decir que no disfruté de volver a combatir junto a Clive. La expansión ofrece más contenido jugable y gracias a los nuevos poderes, puede valer la pena si pensáis revisitar la aventura principal.
Sigo pensando que, de ofrecernos nuevas aventuras, debieron aprovechar para centrarse en personajes con tanto potencial como Cid, Benedikta o Jill, y dejar descansar ya a nuestro querido Clive. Hubiese venido bien algo como lo conseguido con INTERmission, el DLC de Yuffie de Final Fantasy VII Remake, que sí otorgaba algo distinto aprovechando las bondades del propio juego base.
Lo que está claro es que la expansión no reconciliará con el juego a nadie a quien no le gustase ya. Tampoco ofrece nuevo material de valor sobre los personajes que conocíamos. Si no tenéis prisa, yo esperaría una buena oferta para adquirirla. Y si queréis seguir hablando del propio Final Fantasy XVI…
Valoración Final Fantasy XVI
Crítica a la historia (Spoilers)
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