The Hundred Line -Last Defense Academy-, mi GOTY 2025

Tenía ganas de dar mi valoración sobre The Hundred Line -Last Defense Academy-, pero a la vez no quería dejar de jugarlo… ¡menudo dilema! Sin embargo, la aventura es bastante larga y tiene hasta 100 finales distintos, así que quería plasmar mi opinión antes de que se diluyese entre las múltiples alternativas. Porque sí, a día de escribir esto, completé el final principal y unos diez extra.

Lo primero que debo señalar es que Hundred Line es una experiencia narrativa bastante única que hereda la estructura de los Danganronpa. Pero no es solo una novela visual, ya que también tiene elementos de combate y progresión RPG. Aunque jugablemente funciona bastante bien, está claro que lo importante es la historia.

Historia: de misterios y guerras

The Hundred Line -Last Defense Academy- Takumi Sumino clase defensa inicio

La premisa inicial es sencilla: un grupo de jóvenes se ve arrastrado a una academia contra su voluntad y deben defenderla de extrañas criaturas a los que llaman «invasores». Lo especial de nuestros personajes es que podrán utilizar un poder especial que les convierte en los únicos capaces de combatir. Justo por eso, los obligarán a permanecer 100 días conviviendo y defendiendo la academia.

Nosotros como jugadores nos pondremos en la piel de Takumi Sumino, uno de esos chicos, cuya existencia era de lo más mundana hasta que fue reclutado para combatir. A partir de aquí, viviremos una experiencia narrativa donde el misterio es el plato principal, con personajes excéntricos que le dan ese toque tan especial de sus desarrolladores.

Lo mejor de la aventura es precisamente eso, el misterio, con acontecimientos que van desarrollándose a muy buen ritmo. El juego mezcla muy bien el drama y su característico humor, todo ello contándonos una interesantísima historia de ciencia-ficción que toca temas bastante profundos. De hecho, toda esa guerra da para mucho más de lo que parece a simple vista.

Llegado a cierto punto avanzado de la historia, podremos tomar decisiones que cambiarán drásticamente el final de la aventura. ¡Y a partir de ahí la cosa se pone muy intensa! No es un juego corto y tiene un montón de desvíos, así que explorarlos todos lleva su tiempo. Lo que sí puedo deciros es que su «final verdadero» vale muchísimo la pena y a mí consiguió emocionarme bastante.

Finales: ¿100 conclusiones alternativas?

The Hundred Line -Last Defense Academy- decisión Takumi Sumino futuro

Admito que desconfiaba un poco con eso de los 100 finales, lo veía demasiado ambicioso. Sigue pareciéndomelo, de hecho; es evidente lo elaborado y bien explicado que está el «final verdadero» en comparación a los otros. De los 10-12 que experimenté, algunos me gustaron más o otros menos, pero las alternativas son más cortas, algunas están resumidas y no utilizan tantos recursos visuales.

De todas formas, lo que sí me parece un total acierto es el sistema de decisiones. Aunque pude adivinar sin problemas cuales serían las «correctas» para alcanzar la ruta principal, sentí bastante emocionante el camino. La mayoría de las elecciones plantean interesantes dilemas morales y en algunos casos, sirven para recordarnos lo difícil que es elegir el que en teoría es el mal menor.

La gracia del sistema es que el impacto de esas decisiones es bastante grande en la aventura, desviándonos por una ruta u otra y pudiendo perder compañeros por el camino. Eso no solo genera tensión y emoción, también despierta la curiosidad por saber qué ocurriría si hubiésemos tomado otra decisión o estuviese presente un personaje que murió previamente.

Todavía me falta experimentar esos 100 finales al completo y os aseguro que pienso hacerlo, porque me encanta la idea. Siempre he sido muy fan de las aventuras del estilo «elige tu camino» y adoro lo que consiguieron aquí. Sí, me hubiese gustado que algún final alternativo estuviese mejor trabajado, pero sigue siendo divertido descubrirlos. Y en varios mereció la pena.

Personajes: el extravagante grupo de adolescentes

The Hundred Line -Last Defense Academy- Darumi Amemiya dialogos

Quien esté familiarizado con Danganronpa se sentirá como en casa, porque en ese sentido estamos ante el mismo tipo de grupo de personajes. Más de diez adolescentes bastante expresivos, con actitudes y rasgos exagerados según su personalidad. Y eso es precisamente lo que les otorga su encanto, aunque también puede ser contraproducente si alguno de ellos te cae pesado.

En las primeras horas, muchos de ellos parecen bastante superficiales, pues el foco está puesto en los centrales. Sin embargo, la mayoría tiene momentos para destacar, un trasfondo que los define o secretos que a veces se llevan a la tumba… literalmente. Yo empecé a entender y a valorar a uno de los personajes cuando llevaba 40 horas de juego, por ejemplo, porque antes me parecía muy simple.

Me falta explorar todas las rutas y posibles finales para conocerlos a fondo y estoy en ello, porque siento que algunos personajes todavía no han brillado. Aun así, el tiempo de juego que llevo me sirvió para apegarme bastante a ellos, tomándoles cariño y temiendo por sus vidas cada poco tiempo. La mayoría no serán los compañeros más profundos o elaborados, pero cumplen su propósito.

Por suerte los protagonistas y antagonistas principales sí están bien trabajados, actúan conforme a su sólida construcción y más de una vez me hicieron cuestionarme mis propios valores. En ese sentido me encantó y ojalá pudiera explicar el porqué. Pero ahora toca no destripar nada de historia, así que hasta aquí puedo escribir.

Combate: estrategia anti-invasores

La parte que más temía que saliera mal era el combate, porque sé que los responsables son hábiles con la narrativa, pero la jugabilidad es otra cosa. Por suerte, parece que su acuerdo con Media.Vision les permitió desarrollar un sistema de batalla táctico por turnos bastante efectivo. Se mantiene divertido durante bastante tiempo, con tantos personajes distintos con su propia arma y habilidades.

Eso sí, debemos tener en cuenta que los combates no son el enfoque principal del juego, ni mucho menos. Se nota que fue creado para ser accesible incluso con los novatos; es fácil de entender y a poco que le des una vuelta, resulta sencillo aprovechar las ventajas de cada luchador para arrasar con todo. De hecho, para los veteranos en juegos tácticos, ese será su defecto: es bastante sencillo.

A mí me gustó durante gran parte de la partida, pero con el tiempo se me hizo repetitivo por no tener tanta variedad de monstruos y jefes para lo extensa que es la aventura. Las batallas se juegan en oleadas y muchas de ellas son muy divertidas al principio. A la larga, por desgracia, las más comunes se vuelven un poco tediosas.

Por suerte, al rejugar una batalla de historia que ya hemos superado (por eso de los caminos alternativos), podemos saltarla y el juego la dará por ganada. ¡Y eso se agradece muchísimo! También debo decir que, aunque no sea difícil, la aventura tiene un buen puñado de combates bastante emocionantes. Mucha de esa chispa es por la narrativa, especialmente el del final verdadero. ¡Pero ahí están!

Progresión: la vida del estudiante enclaustrado

The Hundred Line -Last Defense Academy- exploración academia tiempo libre

Entre combates e historia, tenemos otras mecánicas a tener en cuenta durante la estancia de 100 días en la academia. Es como el tiempo libre de Danganronpa o similar a la gestión del día de los Persona, para quien no conozca la primera saga. Progresar en esas actividades extra ayudará a conocer a los personajes y a mejorarlos para la batalla.

El propio Takumi tiene unas estadísticas que iremos desarrollando según con quién nos relacionemos en la academia. Dichos números serán necesarios para potenciar las habilidades y los objetos de batalla, así que conviene ir mejorando poco a poco. También podremos fabricar regalos para nuestros compañeros y acelerar el proceso, pero eso requerirá materiales.

Ahí entra la otra mecánica importante del juego: las exploraciones. En el tiempo libre, podremos explorar el terreno fuera de la academia, donde recogeremos materiales para las mejoras y los regalos. La exploración se desarrolla al estilo «dados y tablero», uno que es más fácil de entender jugándolo que con una explicación. No es un sistema complejo, pero sí es ágil y entretenido a ratos.

Lo que elijamos hacer consumirá el tiempo libre, así que toca decidir qué nos interesa más. Tampoco es algo que nos agobie, porque el juego en si no es difícil ni obliga a que mantengamos al día las habilidades de los personajes. Además, mejorar las trampas, pociones y talentos de los luchadores no consume el tiempo; se hace cuando queramos en ese espacio.

Audiovisual: la marca Too Kyo Games

El estilo artístico es una marca de la casa y podemos notarlo tanto en el diseño de los personajes como en la música. Todo grita «Danganronpa», o lo que es lo mismo: Rui Komatsuzaki (dibujante) Masafumi Takada (compositor) y obviamente, Kazutaka Kodaka (escritor). Ese trío es una mezcla explosiva en cada obra que crean y aquí volvieron a demostrar su buena sintonía con el trabajo.

En Hundred Line, se mezcla bastante el estilo visual 2D con el 3D, luciendo muy bien en cada uno de ellos. Ojalá hubiesen tenido mucho más presupuesto para ilustrar absolutamente toda la aventura, incluyendo los finales alternativos en los que no siempre está todo bien representado. Pero sí tenemos un buen montón de escenas e imágenes muy bien hechas.

Respecto a la música, siempre me gustó el estilo de Takada, pero nunca me enganché tanto a alguno de sus temas como sí conseguí hacer aquí. Una de las canciones, concretamente la que dedican a uno de los antagonistas, me fascinó y la tengo bien guardada para escucharla en bucle. Hay que destacarle su trabajo ahí, porque embellece todavía más las escenas clave del juego.

Aun así, el presupuesto limitado sigue notándose también en los idiomas. El juego viene en inglés con voces en japonés, a diferencia de por ejemplo Rain Code que sí vino en español. ¡Ojalá lo puedan traducir en el futuro para que más gente pueda jugarlo! Lo mismo con las plataformas; está disponible en Nintendo Switch y PC, pero le hubiese venido genial incluirse también mínimo en PlayStation.

The Hundred Line -Last Defense Academy- arte portada unidad especial defensa

Valoración final

94/100

The Hundred Line -Last Defense Academy- ha superado todas mis expectativas, ofreciéndome misterio y los personajes similares al estilo Danganronpa, pero añadiéndole mucha profundidad y valor a su historia. Además, debo destacar el genial trabajo de ponerle decisiones importantes y finales alternativos interesantes, aunque ya solo con la ruta principal valdría la pena.

Ahí sigo, sacándole todos los finales, por lo que mi valoración puede incluso mejorar. Si puedo, le dedicaré más entradas al juego, a su historia y a sus personajes, porque lo merece. ¡Ojalá tenga éxito y Too Kyo Games siga desarrollando esas obras tan únicas que solo ellos se atreven a hacer!

Y a ver si es posible que traduzcan este al español, además de sacarlo en otras plataformas además de Nintendo Switch y Steam. Aunque viendo la enorme cantidad de texto que tiene, no sé yo…

Saga Danganronpa

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