Final Fantasy Type 0, el olvidado de PSP

Cuando me engancho a una saga, intento seguirle la pista y jugar en el momento de su salida cada una de las entregas. Final Fantasy es una de las más importantes de mi vida y la disfruto desde muy joven tras su séptima entrega, pero Type-0 se me escapó entre los dedos. Los motivos son evidentes, ya que aquí no tuvimos un fácil acceso al videojuego en su lanzamiento.

Me tomo con mucha calma lo de «ir hacia atrás» en la saga y visitar títulos que me he perdido. Ya le tocó a la aventura de Terra hace un tiempo y estos días fue el turno de Type-0 en su versión de Steam. ¿Qué me ha parecido? Sinceramente, creo que vale la pena vivirlo… pero existen varios matices a tener en cuenta.

Para empezar, Final Fantasy Type-0 pertenece a esa serie que espanta a algunos, la «Fabula Nova Crystallis» de donde nacen también el XV y la trilogía del XIII. Encontramos conceptos que ya sonarán, como los Lu’Cie. Pero vayamos despacio y sin spoiler.

Iniciándonos en Type-0

No faltarán a la cita los elementos reconocibles como chocobos, moguris e invocaciones

Las impresiones al empezar la aventura de este Final Fantasy son buenísimas. Nos sitúan en mitad de una guerra y ya podemos notar que el tono va a ser diferente a lo acostumbrado. Se siente la crudeza de la batalla, hay sangre… ¡se atreven incluso a mostrar chocobos moribundos! Es un gran comienzo, pues esa seriedad y falta de censura motiva bastante a descubrir más. Eso sí, antes de darle a la partida, conviene ver las cinemáticas que sirven de introducción a su mundo. Se muestran al encender el juego y no al iniciar una nueva aventura; pueden pasar desapercibidas. Que nadie se las pierda o estará un poco perdido.

Aquí quiero detenerme y resaltar una de las quejas que más he escuchado sobre el juego: el apartado visual. No entiendo el motivo de las críticas, pues estamos ante un título porteado de PSP con ciertas mejoras y la verdad es que se ve bastante bien. No se pueden esperar maravillas; vemos claramente la diferencia entre los modelos de personaje «retocados» y los que no. También existen ocasionales ralentizaciones entre diálogos o escenarios ligeramente borrosos. Y sí, las cinemáticas se ven distintas al resto de situaciones, quizá para mal.

Pero gente, estamos ante una versión que nos permite disfrutar de un título que de otro modo no conoceríamos. No va a ser una delicia visual como el XIII o el XV, pero se ve bien. Mejor que muchos en la saga. Donde no debería haber queja es en la banda sonora, que eso no envejece: los temas musicales rinden a la calidad esperada. En resumen, para mí la introducción no podía ser mejor.

Jugabilidad

No tardaremos en notar las múltiples ventajas de utilizar combatientes a distancia

Es un juego, así que obviamente la calidad de sus mecánicas jugables son trascendentales para nuestro disfrute. Y es aquí donde se encuentra el pecado de Final Fantasy Type-0, el problema que a muchos puede hacerles dejar la experiencia. Son tantos pequeños inconvenientes que me da un poco de pereza profundizar en ellos, pero los intentaré mencionar rápido. En general, se podría resumir en ideas maravillosas de mediocre ejecución.

Hay elementos que directamente prometen dar un toque positivo al título, pero que acaban desperdiciados. La posibilidad de manejar a cualquier protagonista durante la exploración se desaprovecha. El tema de los chocobos no se siente bien planteado. La implementación de una arena de entrenamiento siempre funciona genial, pero aquí se queda en nada. Y la verdad, que los personajes suban nivel por separado y no en su conjunto, siendo tantísimos… acaba resultando un tedio absoluto.

El combate tiene una base genial, con fórmulas que podrían funcionar y la increíble variedad de tener 14 personajes jugables. Desgraciadamente, la cámara es de lo peor de este videojuego, estropeando la experiencia en la gran mayoría de ocasiones. Los propios protagonistas tampoco están del todo equilibrados por culpa de eso, siendo más óptimo utilizar los que atacan a distancia donde la cámara nos mareará menos.

Tres inconvenientes por cada acierto

El gran potencial de sus batallas tácticas acaba muy desaprovechado

Los tropiezos en la jugabilidad están lejos de terminar y eso que no estoy profundizando. Su IA no ayuda en nada, pues los compañeros morirán en batalla por las razones más absurdas. Nuestras filas se mermarán poco a poco sin que podamos hacer mucho para remediarlo.

Nos ofrecen un sistema de asistencia donde nos apoyarán NPC, pero es demasiado caótico. La única gracia del asunto es que dichos personajes extra portarán los nombres de los trabajadores del juego. Sin embargo, lo bonito sería controlar solo a nuestros protagonistas, por lo menos si queremos sumergirnos más en su propuesta. Podríamos seguir con lo negativo, comentando el mal diseño de la progresión de niveles o lo absurdo de sus misiones secundarias. El sistema de O.S, que añade pequeños retos a los combates, es una molestia enorme por su presentación en medio de la pantalla durante los propios enfrentamientos.

Suma y sigue. Una pena, porque todas las ideas detrás de estos detalles son geniales, pero resulta muy difícil disfrutarlas tal como están introducidas en el juego. Tenemos incluso batallas tácticas que acaban en nada más que seguir las indicaciones de nuestro insistente moguri. Entonces, ¿vale la pena pasar por todo este trauma jugable? Yo creo que sí y ahora profundizaré en la razón tras ello.

La Clase Cero

Estos alumnos acaban convirtiéndose en un grupo que se hace querer

En Final Fantasy estamos habituados a un grupo de personajes carismático que acabamos conociendo cada vez más hasta conectar con ellos. Las aventuras de la saga se centran mucho en sus protagonistas y creo que es la mejor forma de hacer las cosas. Sin embargo, la propuesta de Type-0 no me ha parecido mala en absoluto. En este juego, el protagonismo es para los 14 alumnos de la clase Cero. Quizá no vamos a encariñarnos especialmente con uno u otro personaje… pero la narrativa de su historia como conjunto es muy decente.

Su presentación es genial, haciéndonos entender entre escenas y diálogos que son una élite de estudiantes con un misterio detrás. Entendemos el qué a medida que vamos avanzando en la historia y descubrimos la verdad más profunda sobre ellos. Lo cierto es que su resolución es interesante.

En el mundo de Type-0 la guerra es algo natural, así como la pérdida de seres cercanos. Está siempre presente un detalle importante que tiñe esa realidad: los recuerdos de las personas que mueren se esfuman de quienes los conocían en vida. Todo ello ha acabado perfilando la personalidad de los alumnos, especialmente de la clase Cero, y eso se nota en cada una de sus interacciones.

No tenemos una enorme evolución de los personajes como tal, pero sí que se desarrollan poco a poco según sus vivencias. Se consigue conectar con el grupo y eso potencia muchísimo la increíble conclusión que el juego guarda para nosotros. Puede que subestimemos en un principio el esbozo que ofrecen esos 14 alumnos de élite… pero yo recomiendo darles una oportunidad hasta el final. Dudo que nadie se arrepienta una vez haya llegado a los créditos.

Guerra como tema principal

Veremos grandes escenas en todo lo relacionado con los conflictos bélicos

Si en algo destaca Final Fantasy Type-0 es en su crudeza y la manera que tiene de representar la guerra. El juego ejecuta de la mejor forma el planteamiento de una academia militar, la situación política que conlleva ese tipo de conflictos y sus consecuencias. Durante la historia, sientes los estragos de la guerra mucho mejor reflejados en su trama que en cualquier otro título de la saga.

No nos muestran detalles «gore» visualmente hablando, pero tampoco lo necesita. Type-0 no se censura en los elementos que realmente importan. Tenemos muchísimas escenas donde vemos el desastre del conflicto bélico, algunas de ellas muy épicas y devastadoras a su vez. Las conversaciones y su argumento ponen sobre la mesa con mucha claridad lo que es vivir en un mundo en guerra constante. Algunos diálogos nos hacen entender las crueles actuaciones de los de arriba, enviando alumnos a la guerra como si fueran peones. No nos van a faltar los interminables sacrificios que causa el conflicto, ni tampoco alguna que otra actuación heroica que parece incluso fuera de escena. Un gran logro a mi parecer, ya que por lo general suele pasar al revés.

Pese a que el tema de la pérdida de memoria podría rebajar el dramatismo de los momentos post-batalla, se utilizan otros recursos para hacernos sentir que las muertes se hacen notar. Me gustó como ejecutaron el concepto de los alumnos y soldados tratados como simples herramientas en la guerra, y la clase Cero es el máximo exponente de esos elementos. Mención especial a la preciosa canción que de vez en cuando nos canta Ace.

Tres finales

Uno de los personajes más misteriosos de Type-0 será la «mamá» de nuestros alumnos

Según lo que hagamos al final de la primera partida, se nos plantearán dos posibles conclusiones. Una es mala, sin entrar en spoiler podríamos decir que simboliza el fracaso, pero me parece bastante necesario verla para entender mejor la historia del juego. En el final «bueno» del título encontramos lo que es para mi la verdadera conclusión de la trama. No quiero destripar nada a algún despistado que pudiera leerme, pero sinceramente es de mis finales favoritos de la saga Final Fantasy. Vale la pena el duro camino que se recorre hasta alcanzarlo.

Con el tono que nos muestra Type-0 durante toda la aventura, yo me quedo muy satisfecho con la mencionada conclusión del juego. Creo que si la experiencia acabase ahí (y para mí es así) quedaría bastante redondo. Pero es cierto que quedan incógnitas sueltas por responder. Dichas respuestas, así como el tercer final alternativo lo encontramos después de pasarnos el juego mínimo una segunda vez. Esto va a requerir que en esa nueva pasada completemos la mayoría del contenido extra que ofrece el juego.

Si os soy sincero, creo que la mediocre jugabilidad del título motiva muy poco a superar todos y cada uno de sus desafíos por segunda vez. Sin embargo, me parece algo positivo; ahí está la posibilidad para aquel que quiera disfrutar del extenso contenido que ofrece Type-0. En cuanto a ese final alternativo, admito que no me gusta en absoluto. En mi opinión echa por tierra lo que hace bueno este Final Fantasy. Pero ahí está, pues a gustos no hay nada escrito. Sin embargo, creo que la satisfacción plena en cuanto a su historia se refiere podemos encontrarla en la primera partida.

Seguro que a alguno le suena el aspecto que presenta Seven, una de nuestras protagonistas

Valoración final

74/100

Me cuesta mucho puntuar a estas alturas Final Fantasy Type-0, así que no toméis el numerito totalmente en serio. ¿Recomiendo la experiencia? Pues yo sí, pero con ciertas reservas. Creo que su historia vale mucho la pena y es una aventura que todo fan de Final Fantasy debería vivir. Marca una diferencia en la saga y aporta cosas nuevas, en especial en su parte narrativa.

Pero no debemos olvidar que, para disfrutar de su trama, hay que ponerse a los mandos. Y no sé a cuanta gente le resultarán tolerables sus numerosos fallos jugables. La cámara, el diseño de su aventura y los picos de dificultad extraños son un obstáculo muy a tener en cuenta. Yo recomendaría pasar por el aro, pero es cierto que mi tolerancia se eleva bastante en sagas como esta a las que tengo tanto cariño.

Aun así, la realidad es clara y entendería perfectamente a quien prefiriese ignorar la aventura de Type-0. No es una película, sino un videojuego. Y si no te divierte su fórmula, es muy probable que ni siquiera su preciosa historia te sirva para que valga la pena la experiencia.

¿Dónde lo pondría yo en mi top personal de Final Fantasy? Pues debería pensar en ello, pero creo que alrededor de la décima posición. Quizá lo revise y actualice cuando se enfríen un poco los ánimos.