Capítulos de Final Fantasy VII Remake parte 8

Seguimos con los capítulos de Final Fantasy VII Remake, ahora la parte 8 de esta serie. Abarcaremos uno más, concretamente el octavo episodio de este juego. El anterior lo podéis leer aquí.

Capítulo 8
La flor del reencuentro

Cloud está cayendo, y vemos a dos o tres ecos del destino junto a él. En su interior está recordando una conversación que tuvo, y parece que habla consigo mismo… pero creo que esas palabras son las que le decía Zack mientras él estaba infectado por la energía mako. Imagino que su interlocutor toma su propia forma al no poder recordar a su amigo con nitidez. El ambiente de su visión se torna oscuro y, por si alguien lo echaba de menos, aparece Sephiroth diciéndole según la traducción al español «soy tu todo».

Conociendo a la florista

De este recuerdo o visión incómoda lo salva Aerith, que lo despierta con su característica actitud alegre y empiezan a hablar. Llama la atención que Cloud en un principio no la reconozca, seguramente fingiendo no hacerlo. Cuando abordan el tema de las materias, la chica se muestra orgullosa de tener una heredada de su madre aunque no haga nada especial. El mercenario por su parte tiene una curiosa visión de Aerith rezando momentos antes de que la mataran en la historia original. Sin darle importancia en un principio, Cloud sigue la conversación y Aerith le insiste en que se quede con ella un rato. Y lo logra, igual que todo lo que se propone, tal como se verá en cada ocasión donde está ella. Es entonces cuando aparece Reno.

Aerith presenta a Cloud como su guardaespaldas y miembro de Soldado, algo que sorprende al Turco y empieza a provocarle. Esto hace que inicien un combate en el que el mercenario se deshace rápidamente de las tropas de Reno. Cuando toca el turno del duelo individual entre ellos dos, el pelirrojo es quien pierde. Cloud se dispone a darle el golpe de gracia y el Turco dice que se está equivocando, pues solo lo ponía a prueba. Pese a ello, el rubio va a golpearle y es detenido por la súbita aparición de los Ecos del destino.

Estas entidades vuelven a aparecer en masa sin un motivo sólido y llenan la iglesia. Aerith y Cloud aprovechan la ocasión para huir. En cierto momento, la chica está apunto de caerse y uno de estos Ecos la salva. También nos muestran como un soldado dispara a Aerith, enfureciendo a Reno, advirtiéndole de que si la hiere lo pagará caro. Es entonces cuando el Turco se retira mientras se lamenta de su derrota, atribuyéndola a la suerte.

Un día por la barriada

La pareja huye tranquilamente por los tejados fuera de la iglesia mientras charlan y bromean. Cuando llegan a tierra firme, ven a Rude en la barriada y toman un peligroso desvío para evitar al Turco. Al aproximarse a un televisor, son testigos de como una ejecutiva de Shinra, Escarlata, ignora y luego maltrata a la prensa y al reportero en cuestión que pretendía entrevistarla. Tras eso, Aerith lleva a su nuevo guardaespaldas de visita por la barriada, mostrándole el orfanato llamado Hogar Fronda y luego su bonita casa con impresionante jardín incluido. Allí Cloud conoce a Elmyra, su madre, y es de paso convencido con las artimañas de Aerith para quedarse esa noche y además ayudarla a traer flores al orfanato.

Luego conocen más en profundidad a los niños, ayudándolos a rescatar a un par de extraviados que estaban en peligro. Es en estas escenas donde el mercenario se gana la aceptación y eterna admiración de los críos. Al mirar más tarde a una de ellas, Cloud vuelve a tener un recuerdo de Tifa de pequeña y pronuncia su nombre. Esto provoca que Aerith le pregunte por ella, por si es su novia. Poco después, aún con los niños, les aparece un hombre con una túnica negra muy parecido a Marco del distrito 7, pero este con el número 2 tatuado. A todas luces es uno de los experimentos que lleva las células de Sephiroth. Su presencia provoca que Cloud lo recuerde una vez más y le pregunte después a Aerith si lo conoce. Ella parece que sabe más de lo que dice, desviando rápido el tema.

Es aquí cuando Oates, uno de los niños, le sugiere al mercenario ayudar en la barriada con varios problemas… O lo que es lo mismo, tenemos la ocasión de realizar las misiones secundarias del episodio.

Misiones secundarias

Creo que las misiones secundarias aquí están justificadas y bastante bien situadas. Cloud no parece tener mucha prisa en alejarse de Aerith, y saca tiempo para ayudar con unas cuantas tareas. Un par de ellas no aportan demasiado, más que eliminar a cinco enemigos de Shinra que causan disturbios y luego limpiar el cementerio de otros tantos.

También conocemos por primera vez a Mireia, una mujer entrada en años que resulta ser el Ángel de la Barriada, un personaje estilo Robin Hood que se dedica a ayudar a los desfavorecidos en secreto. Nos utiliza para dar una «lección» a un periodista que está fisgoneando en los rumores sobre ella, pero la verdad es que son Cloud y Aerith los que sufren el ataque de la máquina que Mireia envía a emboscar al periodista. La idea de un personaje así en las barriadas puede ser interesante, pero creo que tampoco resulta tan atractiva de la forma en que lo han ejecutado. La misión me dejó indiferente.

Lo que sí me parece un buen añadido es la interacción con el Hogar Fronda y los niños a través de las tareas secundarias. Son rápidas de hacer y aportan contenido de valor, como es la relación de Cloud con los críos del orfanato. Todos acaban adorándole e intentando emularle equipándose una graciosa espada mortal de juguete a la espalda. De paso, descubrimos que Biggs también era un activo del Hogar Fronda y frecuentaba ese lugar. Para honrar al mercenario, los críos le invitan incluso a participar en su minijuego de romper cajas. En la última misión con los niños, Cloud les hace la limpieza de monstruos de su escondite secreto por un simple precio simbólico.

Aparece Rude

Una vez acaban, se dirigen a casa de Aerith, en cuyo camino les avisan que se ha visto a un hombre de negro. Efectivamente, al dirigirnos hacia allí nos encontramos a Rude. Se muestra más amistoso que Reno en un inicio, incluso Aerith afirma que no es mala persona, pero igualmente reta a Cloud a un combate. En esta ocasión sí interviene la chica en la lucha, y Rude se dedica a inmovilizarla cada vez que la tiene cerca, sin dañarla más. Pero llega una llamada y el Turco tiene que irse, pues van a buscarlo en helicóptero para su próxima misión. Rude le dice a Aerith que no salga de casa, recibiendo la esperada negativa de la chica.

Aerith siendo Aerith

De vuelta en el jardín de Aerith, puede ocurrir una escena extra interesante entre ella y Cloud donde la chica da a entender que tiene o tendrá la capacidad de escuchar a las plantas. A estas alturas del capítulo ya no sorprende que el mercenario se interese tanto por ella, pero lo hace, incluso diciéndole a las plantas que aprendan a hablar con ella.

Mientras Aerith prepara la habitación para que Cloud se quede a dormir, Elmyra lo reconoce como Soldado y le pide que se vaya de noche para no mezclarse más con su hija, alegando que los suyos renunciaron a una vida normal por poder. La interacción hace que más tarde, ya estirado en la cama, Cloud recuerde en sueños a su madre Claudia y los consejos que le daba sobre su posible futura pareja antes de marchar a Midgar. Acaba despertando poco después y decide marcharse. Lo gracioso es que si hace ruido al intentar irse (topando nosotros como jugadores con algún objeto durante la huida), Aerith sale de la habitación para devolverlo a la fuerza a dentro.

Al llegar a la planta baja, el mercenario se encuentra con Elmyra, quien le indica como alcanzar el sector 7. De paso, le hace prometer que no vuelva a ver nunca más a su hija, a lo cual Cloud accede. En mitad de la noche, el rubio camina por la barriada, disponiéndose a abandonar el lugar… pero descubre a Aerith esperándolo justo en la salida. Sin poder hacer nada por evitarlo, ni intentarlo demasiado que se diga, rompe su promesa y accede a que la chica lo acompañe al sector 7. Lo que llama la atención es que, para acabar el capítulo, Cloud se detiene un momento antes de caminar tras Aerith. Parece que tenga una visión o un recuerdo, tras el cual derrama una lágrima. La referencia es clara.

Historia: 9

Este capítulo es muy bueno en su apartado narrativo, mostrándonos con gran acierto a multitud de personajes, tanto principales como secundarios.

Empezaré por lo que le baja puntos, y es la nueva y exagerada aparición de los Ecos del destino. Ahora sí que es difícil tomarse en serio la forzada aparición de estas entidades. A estas alturas, ya hemos entendido más o menos su función o propósito, pero el juego no cesará de atormentarnos con ello. Casi podría decirse lo mismo de Sephiroth; su misterio es más oscuro y difuso, pero molesta mucho menos que los Ecos.

Por lo demás, todo está genial. Los secundarios como los niños del orfanato (e incluso su profesora) son creíbles y aportan contenido a la trama, más teniendo en cuenta lo que vimos en Advent Children. Es gracioso ver como se cuelgan a la espalda espadas mortales de juguete emulando la de Cloud. La madre de Elmyra tiene mucha personalidad y se muestra protectora con su hija adoptiva. Los Turcos, Reno y Rude, derrochan carisma y aunque del pelirrojo ya se esperaba, es muy agradable ver el estilo y potencial de su compañero. Ojalá pudiéramos decir lo mismo de Escarlata, quien yo creo hace el ridículo en público y perjudica los propósitos de Shinra, pero es tan anecdótica su escena que se pasa por alto con facilidad.

Aerith es, sin duda, la atracción principal del episodio 8. Es difícil que disguste a alguien esta mujer, jugadores incluidos. Por su personalidad hará lo que le de la gana sin importarle lo que digan, y aun así no molesta. En mi opinión esto no es tan fácil conseguir, pero han logrado un balance muy bueno con la actitud de nuestra Cetra favorita y todos los factores (su personalidad, su aspecto, su seiyu) influyen para este hecho. Es gracioso como hace con Cloud literalmente lo que quiere, y este se rinde a sus encantos con absoluta facilidad. Pobre Tifa.

Lo que sí hay que comentar es el énfasis de Final Fantasy VII Remake por dar a entender que Aerith sabe mucho más de lo que muestra o dice. En este capítulo ya tenemos escenas reveladoras al respecto, pero vendrán unas cuantas más, en especial por la recta final del juego. Cuesta imaginarse el papel de la Cetra en esta renovada saga… pero parece que será muchísimo más importante que en la original, por si no fuera ya bastante.

Jugabilidad: 9’5

Lo único negativo que puedo decir en la jugabilidad, pese a entenderse por motivos de historia, es que en combate se pierde un tanto el ritmo al pasar de tres personajes a dos. Esto ocurrirá en otras ocasiones y tiene su encanto por la historia, pero creo que las batallas en Final Fantasy VII Remake brillan especialmente cuando hay un trío controlable en batalla.

En el resto, creo que no hay motivo de queja. Iniciamos con una animada batalla contra Reno, y esto es algo que se aprecia bastante: nunca sabes cuando ocurrirá un duelo importante y te pillan por sorpresa. El combate en si no entraña mucha dificultad, pero esto es algo común cuando Cloud enfrenta a alguien uno contra uno. Es sencillo salir del paso con los bloqueos y la manida táctica de esperar los ataques del rival.

Se introduce el último personaje jugable, Aerith, encajando perfectamente en las mecánicas del título. De hecho, es tan bienvenida que más de uno lamentará la pérdida por su enorme aportación mágica durante el tiempo que no está presente en otros episodios. Podemos probarla en profundidad durante la realización de las misiones secundarias. Estas tareas son amenas (incluyendo minijuegos) e incluso aportan un enemigo algo más duro que los propios jefes del capítulo, el Hollinador. Los monstruos que aparecen también son variados y no aburre combatirlos, especialmente con la nueva compañera para innovar la jugabilidad.

Rude es el plato fuerte de la sección. Tampoco es una situación tensa en cuanto al desafío que supone, pero no creo que el juego busque eso. La lucha es divertida y el Turco es de lo mejor del bando contrario en este sentido. Si vamos muy a lo loco, puede que nos sorprenda con su asombrosa técnica y comamos el suelo con Cloud… pero siempre estará ahí Aerith para salvaguardarnos.

Conclusiones

Seguro que este fue un capítulo muy esperado por muchos, pues por fin Aerith y Cloud comparten tiempo juntos. Y la cosa no acabará aquí, podría decirse que lo mejor en este sentido está por llegar. Lo cierto es que resulta un episodio bastante agradable de jugar, y siempre me sorprenderá redescubrir lo bien manejado y controlado que tiene la chica al mercenario desde el primer minuto.

¡Seguiremos en la novena parte!