The DioField Chronicle, una decepción personal
Muchos jugadores estamos familiarizados con la decepción a la hora de afrontar ciertos videojuegos. Cuanta más experiencia adquieres y mejor te conoces a ti mismo, los títulos que compras y te desilusionan se reducen al mínimo. Y pese a ello, todavía puede suceder. Parece una reflexión adecuada para empezar a hablaros de The DioField Chronicle.
Como ya comenté en el GameBlog, gozaba de un potencial interesante gracias a la temática bélica de su historia. Pero especialmente, con ese sistema «táctico en tiempo real», su jugabilidad era lo más destacable. No resulta innovador en el género RPG, aunque sí por parte de Square Enix.
Pido disculpas de antemano, pues la reseña será distinta a lo que estamos habituados por aquí. ¡A veces toca! Y creo que lo mejor será arrancar con la jugabilidad…
El invariable bucle jugable

The DioField Chronicle goza de elementos decentes para organizar un buen RPG. Durante nuestra aventura, reclutaremos a muchos personajes además de los protagonistas y podremos llevar hasta cuatro activos, con otros cuatro extra solo para lanzar sus habilidades en batalla. E incluso existe la opción de sustituir miembros un máximo de tres veces en combate.
Teniendo en cuenta que hay ocho «roles» con sus respectivas capacidades y unos controles adecuados, sumándose una fórmula de progresión que cumple humildemente su función… podríamos decir que estamos ante una propuesta sólida para el juego, que durará alrededor de 25-30 horas. O así debería ser, ¿verdad? Pues no.
Quizá peque de soberbio al afirmarlo, y si es así lo lamentaría, pero los desarrolladores no supieron organizar un tablero adecuado para las múltiples piezas que crearon. Literalmente. El combate tiene un número decente de opciones y estrategias viables, ¿pero de qué sirve si apenas tiene sentido variar entre ellas?
A las diez horas de juego seremos conscientes de que, simplemente, siempre presentan las mismas batallas y monstruos en entornos visualmente distintos, sin alicientes en el terreno o jefes dignos. Puede ser divertido si no buscas profundidad, pero como quieras algo más, te decepcionará con los mismos combates, breves y sencillos, a lo largo de treinta horas.
Un conflicto a medias

Puede que su jugabilidad abuse del continuo bucle de principio a fin, el cual pronto muestra sus costuras, pero lo cierto es que no se hace insufrible y puede resultar entretenido. En mi caso, lo que me llevó a continuar jugando fue querer enterarme de su historia. Porque realmente tenía bastante potencial.
A medida que avanzas, van presentándose conflictos y personajes que podrían aportar mucho a la trama. Por desgracia, la mayoría de eventos se cuentan de forma muy superficial y apenas ahondamos en lo acontecido. Existen protagonistas cuyo trasfondo, actitud y acciones prometen mucho, pero el juego acaba descartándolos sin miramientos.
Lo mejor de la historia es Andrias, el personaje principal. Sin embargo, nuestro interés por él se forja a base de misterios y cuando toca resolverlos, evitan ofrecer demasiadas explicaciones. Y las pocas que hay muestran inconsistencias que pueden llegar a molestar si nos ponemos meticulosos. Lo que queda, toca imaginárselo.
La falta de profundidad en el resto de personajes secundarios podemos perdonarla, pues por lo menos interactúan en la aventura y nos hacen sentir que lideramos a un buen grupo de mercenarios. Es una pena que el juego, de nuevo, olvide darles cierre. ¿Acaso lo esperaban, si ni siquiera sus protagonistas tienen uno?

Valoración final
50/100
A juego con The DioField Chronicle, voy a dejar la reseña «incompleta», pues me faltaría ahondar en el apartado audiovisual. Sí, es cierto que la música acompaña bastante bien y el tema artístico es precioso, pero para mí de nada sirve embellecer un videojuego que se siente torpe, vago y lo más importante, inacabado. Por cierto, tampoco está en español.
No lo pasé mal jugando, pero carece de propósito y se vuelve demasiado repetitivo; la carencia de objetivos extra más allá de matar todo lo que veas, su descarada repetición de mecánicas y enemigos durante horas, una historia incompleta y plagada de cabos sueltos… Es imposible recomendároslo cuando soy consciente de ello.
Tampoco me siento capaz de suspenderlo, pues funciona y entretiene, siendo ese uno de los propósitos más básicos de un videojuego. Por desgracia, la sensación de insatisfacción será difícilmente eludible si decidís adquirirlo y buscáis algo más que pasar el rato. De hacerlo, aconsejo optar por el modo «difícil», pues es la mejor forma de disfrutar su jugabilidad.
Ojalá mi opinión no os deje mal sabor de boca como a mí. La forma fiable y sencilla de cerciorarse sobre si un videojuego os gustará, es jugándolo vosotros mismos; está en todas las plataformas. Esto es simplemente mi punto de vista… y si deciden continuar esta historia, confío en que suban muchísimo el listón.
¡Buenas Yukha! Le tenía muchas ganas al juego porque tiene muy buena pinta pero después de leerte creo que voy a esperar, al menos, a que esté un poco rebajado para probarlo. Una pena lo que comentas de que tenga tanto potencial para que después no sepa jugar sus cartas como es debido dando como resulta un producto un tanto mediocre. Lo probaré, porque a mí estas cosas me gusta probarlas en mis carnes, pero dentro de un tiempo.
¡Un saludo y muy buena entrada Yukha! ¡Nos leemos!
Mmm… Una lastima que sea así, de un genero que aunque me gusta, como es el SRPG no domino todavía bastante bien, así que si sigue estando por ahí cuando se calmen un poco las aguas lo pillaré barato ni que sea para probarlo y ya entonces se verá, porque ahora mismo no se si con la demo me quedaría con ganas de más.
Un saludo y buena entrada 😀
se podra jugar gratis algun dia¡¡? mas o menos cuanto tiempo crees toca esperar para ello, ya que enserio el juego si es bastante caro y eh visto bastantes comentarios negativos..