Saviorless, el escalofriante viaje a las Islas Sonrientes
Cuando nos asomamos al escaparate de videojuegos independientes, nos apetece descubrir un título especial. Quizá una aventura breve, pero característica en alguno de sus apartados, cuya experiencia nos aporte algo de valor. Y eso es precisamente lo que sentí al jugar Saviorless, juego que tenéis disponible en PlayStation, Nintendo Switch y PC a través de Steam, GoG y Epic Games Store.
¿De qué va Saviorless?
Estamos ante una aventura de plataformas en desplazamiento lateral en la que la mayor parte del tiempo acompañaremos a Antar, un niño que está dispuesto a llegar a un lugar llamado «las Islas Sonrientes». Buena parte del juego consistirá en superar enemigos y obstáculos utilizando el terreno a nuestro favor, pues el protagonista no puede atacar por su cuenta.
La gracia de la experiencia es que, a ratos, podremos alternar a un personaje más poderoso que sí será capaz de golpear con otro tipo de movimiento más ágil, volviendo la jugabilidad en algo dinámico y divertido. De hecho, me sorprendió lo bien diseñada que está la aventura y lo fluida que se siente a los mandos, con una buena variedad de situaciones distintas a las que hacer frente en las 3-4 horas que se alarga la primera partida.
Otro de los puntos fuertes de Saviorless es su maravillosa ambientación, presentando un estilo artístico muy particular que contrasta totalmente con el oscuro mundo por el que nos movemos. Me encantó la mezcla, así como el tono críptico y ambiguo del juego, escuchándose una música de fondo muy acertada que nos sumerge del todo en el viaje.
El cuento de Antar
No es nada sencillo presentar una historia interesante en tan poco tiempo, pero aquí consiguieron satisfacerme. Vivimos la aventura de Antar como si de un cuento se tratase, con un trío de narradores que son importantes en la propia trama. Yo lo vi todo bien relacionado y cerrado si se presta atención a los diálogos de cada personaje. ¡Lo único malo es que acaba pronto!
Además de eso, Saviorless dispone de dos finales; sacar uno u otro dependerá de los coleccionables que logremos encontrar a lo largo del viaje. La mayoría no son difíciles de ver, pero con otros tocará fijarse muy bien o los perderemos. Olvidar alguno nos anclaría a una de las conclusiones, pues la otra requiere ser completistas al 100%.
Lo único que echaría en falta es algún tipo de incentivo para rejugar, una suerte de Nuevo Juego+ o reto adicional para disfrutar de la experiencia de forma distinta y ver el final que nos quedó pendiente. En cualquier caso, esa es solo mi opinión y la experiencia se puede prestar a una segunda vuelta sin problema.
Conclusiones
Me gustó mucho Saviorless, fue divertido hasta el final y goza de una ambientación tan característica que resulta muy reconocible con solo verlo. Es de esas aventuras cortitas y accesibles que te dejan bastante satisfecho al terminarlas. Su dinamismo se gestiona muy bien tanto a nivel narrativo como jugable, permitiéndonos disfrutar de tramos más relajados y otros realmente tensos, acordes con cada momento de la historia.
A nivel personal, me sentó de maravilla después de tantos juegos larguísimos y complejos. Es uno de esos títulos que entra genial para disfrutar de una mañana o tarde libre, como fue mi caso. Y está muy bien de precio, dicho sea de paso.
