Rise of the Ronin, tan imperfecto como divertido

La desarrolladora nipona Team Ninja está convirtiéndose en uno de esos estudios que cada juego que sacan sé que me gustará. Todos ellos tienen claras imperfecciones en varios aspectos, pero siempre cumplen con algo: son divertidos, especialmente a la hora de combatir. ¡Con Rise of the Ronin volvieron a demostrarlo!

Para quien no lo sepa, estamos ante un RPG de acción en mundo abierto ambientado en Japón durante los últimos años del periodo Edo. A pesar de que se toma ciertas licencias creativas, la experiencia se aferra al realismo de aquella época y evita los toques de fantasía que veíamos, por ejemplo, en la China de Wo Long: Fallen Dynasty.

¿Perdonamos sus errores?

Rise of the Ronin sigilo
El sigilo puede resultar poco creíble en ciertas ocasiones por la detección enemiga o la reacción a los asesinatos

Quiero empezar con las flaquezas de Rise of the Ronin, porque saltan a la vista según juegas y dependiendo de qué tipo de jugador seas, te molestarán más o menos. La primera es obvia: no es una bestia gráfica y a pesar de verse bien, hay entornos o modelos que parecen anticuados para la generación. Un rasgo común de los juegos de este estudio, la verdad.

Luego tenemos su mundo abierto, que es el típico gran entorno lleno de iconos con tareas que resolver; de cada uno dependerá lo mucho que le importe en ese sentido. A mí no me parece destacable para mal ya que la movilidad por el escenario es bastante ágil, son tareas opcionales y podemos abordarlas cuando queramos. De hecho, el juego da libertad de sobra incluso para volver a mapas superados o repetir misiones completadas en cualquier momento.

En cuanto a la historia, vivimos una trama en la que el protagonista perseguirá su propio objetivo, algo que le llevará a implicarse en esta adaptación de los sucesos históricos de Japón, con figuras tan reconocibles como Ryoma Sakamoto. Y está bien en general, pero no brilla en lo narrativo y el papel de nuestro personaje apenas resulta relevante más allá del combate y su misión personal, en la que poco profundizamos.

Respecto al diseño de misiones, aquí sí encuentro una pega en la que yo coincidiría. Y es que la mayoría de actividades pueden volverse repetitivas, ya que no ofrecen mecánicas distintas. Las misiones importantes te trasladan a una fase aparte, con un sistema de sigilo opcional que si bien funciona, es demasiado básico, y todas son iguales en su estructura: avanzar y derrotar a todos los enemigos.

El arte de la espada

En muchas fases nos acompañarán aliados y podremos controlarlos en cualquier momento de la misma

Aunque apenas varíe el objetivo, está claro que el juego se centra muchísimo en las batallas, la gran especialidad de la desarrolladora. Y es que nos hacen sentir como verdaderos guerreros a la hora de luchar, ofreciendo un montón de armas y estilos de combate para ajustar a nuestro protagonista como prefiramos. ¡Incluso podremos manejar a los personajes que nos acompañen o jugar fases en cooperativo con otros jugadores!

El sistema de combate brilla por su fluidez, proponiendo batallas frenéticas en las que deberemos controlar muy bien nuestra barra de ki y la del enemigo a la hora de golpear, esquivar y especialmente bloquear ataques enemigos. Cada arma tiene sus propios estilos y diferentes técnicas que iremos aprendiendo, debiendo variar entre todo eso según el enemigo al que nos enfrentemos.

Equiparemos hasta dos armas principales (como la katana y la nagitana, por ejemplo), dos a distancia (arcos, shuriken, pistolas o rifles), el gancho para fines estratégicos y cuatro objetos utilizables que nos ayudarán en la lucha, como la curación básica o los potenciadores. A mí me pareció una fórmula muy completa con duelos desafiantes, sí, pero rápidos y muy satisfactorios cuando los dominas.

Si bien existe la posibilidad de olvidarnos del sigilo e ir al descubierto por el mundo abierto o las fases lineales, acaba siendo una opción muy útil para quitarnos a montones de enemigos de encima con los asesinatos rápidos. El juego ofrece un número enorme de desafíos en todo lo relacionado al combate y si no utilizamos el subterfugio en ciertos momentos, tanta batalla secundaria quizá se haga pesada a la larga.

Detalles muy agradecidos

Rise of the Ronin romance Ine Kusumoto
Me sorprendió que existan posibles relaciones románticas con algunos personajes, dándole más valor a los vínculos

Ya que al principio mencioné sus defectos o características cuestionables, querría acabar enumerándoos todos los detalles que agradecí en el juego, ¡que no son pocos! Para empezar, uno que muchos valoraréis: viene con voces en español. Es cierto que la ambientación invita a optar por el japonés, pero siempre se agradece un doblaje como mínimo correcto. Yo lo probé y estaba bien, la verdad.

Algo que debo destacar es que el desafío de la aventura es muy ajustable. Tenemos la opción de elegir modo de dificultad y la posibilidad de completar contenido secundario para subir de nivel e ir más que preparados en cada ocasión. Todas las actividades tienen marcado el nivel recomendado para completarlas, así que depende de nosotros elegir cuándo abordarlas. ¡Y se nota la diferencia!

Siguiendo con la personalización, no solo podremos crear a nuestro personaje con un editor bastante decente, también nos permiten modificarlo a placer en cierto lugar, así como cambiar la ropa que lucimos independientemente de la que llevemos equipada, desbloqueándose nuevas opciones de piezas y trajes distintos según avanzamos. La libertad se extiende incluso a las decisiones que tomamos en la trama, pudiendo volver atrás a placer para cambiarlas y vivir otras consecuencias.

Además de todo eso, como todo buen juego de Team Ninja, el final es solo el principio del desafío real. Desbloquearemos una nueva dificultad para repetir las partes de la aventura que queramos con un reto mayor, subiendo más nivel y adquiriendo mejor equipo. Y podría seguir con más virtudes inesperadas como su sistema de vínculos con otros personajes, que a pesar de ser sencillo, en algunos casos existe opción de romance.

Rise of the Ronin arte oficial

Valoración final

84/100

A primera vista no lo parece, pero Rise of the Ronin es un título bastante completo y muy divertido. Es cierto que tiene defectos, pero sus múltiples virtudes los eclipsan si sabemos apreciarlo como merece. En especial, agradezco las características que otorgan libertad de disfrutar del juego como queramos, ofreciendo mucho contenido si nos atrapa su propuesta.

Soy consciente de que será un juego envuelto en cierta polémica; se lanzó a la vez que Dragon’s Dogma 2 y es exclusivo de PlayStation 5, por lo menos de forma temporal. Existen razones de peso para criticarlo, eso es una realidad, pero también resulta innegable que cumple en aspectos importantes en un videojuego. A mí personalmente me atrapó y lo gocé sin reservas.

Le eché unas 60 para terminar la historia principal y conseguir el trofeo platino por el 100%, algo no muy complicado de conseguir. Aun así, sigo con cosillas pendientes que me apetece hacer, como rejugar todas las misiones principales al máximo nivel de dificultad. La duración depende mucho del nivel de dificultad y la cantidad de contenido que elijáis completar.

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