Octopath Traveler II y el arte de superar una precuela
Quienes soláis leerme sabéis que necesito ser honesto cuando un título no cumple mis expectativas. Ya quedó claro con la precuela de este mismo juego, adorada por muchos, pero que a mí no me encandiló tanto como debería. Por ello, estuve muy cerca de dejar pasar Octopath Traveler II y ponerme a otra cosa.
¡Menos mal que no lo hice! La secuela que nos ocupa es un JRPG muy continuista respecto a su predecesor, pero lo mejora en todos y cada uno de sus aspectos. Además, puede disfrutarse de forma independiente, así que quienes no jugasteis al anterior podríais empezar por la segunda parte. De hecho, es lo que yo recomendaría.
Dicho eso, intuiréis que este sí me gustó bastante, ¿no? ¡Pues venga, explayémonos un poco acerca del porqué!
Espectáculo HD-2D

Otra vez el estilo artístico que Square Enix está utilizando últimamente en este tipo de experiencias, embelleciéndolas sobremanera como el primer Octopath Traveler, Triangle Strategy o Live a Live. A falta de jugar este último, puedo aseguraros que aquí se utiliza con gran maestría y luce mejor en portátil. Claro que va a gustos; a los detractores del HD-2D seguirá sin convencerles.
En cualquier caso, la variedad de escenarios, efectos visuales y el diseño de los jefazos en pixel-art es la mejor hasta la fecha. Lo único que eché en falta es la buena práctica que tenía Triangle Strategy de mostrarnos preciosos diseños en 2D de todos los personajes, pues aquí muchos secundarios serían merecedores de dicho trato.
Más allá de lo visual, nos encontramos con otra gran banda sonora acompañando nuestra aventura, de esas maravillas a las que estamos habituados en este tipo de experiencias. Sé que parece una moda decirlo, y quizá lo sea, pero remarcarlo cada vez que nos regalan los oídos de esta forma me parece casi una obligación personal.
Y otro factor común en el medio: las acertadas actuaciones de voz, por lo menos en lo que respecta al idioma japonés. Me parece increíble lo mucho que transmiten ciertos personajes gracias al trabajo de los seiyu que tienen detrás. Octopath Traveler II combina todos sus elementos audiovisuales para regalarnos una experiencia inolvidable.
Ocho historias en una

Los Octopath Traveler presentan ocho protagonistas con historias independientes y separadas por capítulos. Nosotros, como jugadores, elegimos al personaje que prefiramos y viajamos por el mundo reclutando al resto de compañeros, afrontando sus respectivas tramas en el orden que queramos. La gracia es que todas las aventuras están relacionadas con el conflicto principal del juego.
A diferencia de lo que opino del primer juego, aquí las historias estuvieron mucho más inspiradas. Cada una construye y desarrolla genial su relato, con un estilo y tono distintos que otorgan variedad a la experiencia. Por suerte, esta vez se tratan mejor los elementos que las conectan entre si y nos dan esa satisfacción cuando, al final, todo lo vivido tiene sentido.
Aun así, Octopath Traveler II peca de la misma falta de coherencia que su predecesor al contar sus historias independientes. Ignora al resto de protagonistas de tu grupo en las escenas, dando pie a situaciones y victorias que se sienten extrañas. Está claro que es algo hecho adrede por parte de los desarrolladores, pero sigue pareciéndome una flaqueza.
La alternativa sería hacerlo bien y eso significaría más trabajo para ellos… o el sacrificio de nuestra libertad al afrontar el orden de las historias. Por suerte, esta secuela es consciente de ello y propone algunas tramas protagonizadas por parejas, con un gran final conjunto. Y es que si algo eclipsa sus «fallos» en la narrativa, son los personajes.
Protagonistas principales… y secundarios

El atractivo de una historia con esencia JRPG tan clásica está, sin duda, en sus personajes. Los ocho protagonistas son bastante carismáticos, cada uno a su manera, y el juego nos regala muchas conversaciones opcionales entre ellos. Es ahí cuando conocemos mejor la relación que sostienen y sus respectivas reacciones ante las actitudes de sus compañeros.
Debo señalar que las historias extra que lideran en parejas no son ni recurrentes ni muy largas. Sin embargo, forman parte de algo más y, junto al magnífico tramo final, sirven para potenciar la sensación de unión y viaje en grupo. El resultado fue que sentí a estos ocho aliados un conjunto mucho más sólido que el de sus predecesores.
Pero no querría centrar mis halagos solo en los protagonistas principales. Octopath Traveler II tiene varios secundarios muy potentes, tanto entre nuestros aliados como en los antagonistas. Es algo que me sorprendió mucho, pues en una narrativa tan minimalista consiguieron presentar historias y personajes buenísimos.
Me gusta reafirmarme en que un JRPG debe mostrar calidad en este apartado y aquí por fin nos la dieron. Siento ser pesado dándole palos al primer juego mientras me deshago en elogios con este, pero me sirve como su lógico referente. Llegó a emocionarme en ciertos momentos, algo a lo que su predecesor ni se acercó.
Recorriendo Solistia

Cuando no estemos viviendo las tramas personales de cada personaje, nos encontraremos viajando a lo largo y ancho de Solistia, el mundo en el que ocurre la historia. Y aquí resaltaría que su mayor virtud sigue siendo la belleza que caracteriza esta obra. A la hora de centrarnos en lo jugable, estamos ante una aventura «pasillera» con desvíos marcados dentro y fuera de sus mazmorras.
Personalmente, tampoco me parece un defecto; Octopath Traveler II es consciente de sus virtudes y se enfoca en ellas. Recorrer el mundo para descubrir sus secretos resulta sencillo y divertido, con la opción del viaje rápido entre lugares ya visitados. Su única pega, como en la mayoría de JRPG que rinden homenaje a los clásicos, son esos recurrentes combates aleatorios.
En esta ocasión, la frecuencia de dichas batallas durante la exploración no me molestó demasiado y puede reducirse con un talento de la clase «erudito». De todas formas, necesitaremos librar combates opcionales por el camino para subir de nivel y afrontar todos los retos principales. Por cierto, ensalzaré que no necesité «farmear» experiencia para alcanzar el final verdadero del título.
Como ya hizo su precuela, existen muchas misiones secundarias entre las que solo un pequeño porcentaje alberga valor narrativo que aporte algo a la historia y su mundo. Las más genéricas no son necesarias para disfrutar del resto del contenido y me gustaron aquellas que están relacionadas con los personajes importantes de la trama.
Emoción por turnos

Podríamos hablar mucho sobre los divertidos sistemas de combate que propone el Team Asano, los desarrolladores, en sus últimos videojuegos. Aquí vemos una fórmula muy continuista respecto a la precuela, con mejoras aquí y allá que otorgan mayor libertad a la hora de confeccionar nuestro grupo de cuatro combatientes.
Cada personaje tiene una clase base inamovible y otra secundaria que asignaremos a nuestro gusto según las desbloqueemos. En mi partida fui usándolos a todos y ninguno de los protagonistas me sobró en el equipo, teniendo cada uno algo positivo que aportar a la composición. Y eso se agradece, tanto por sus habilidades fuera de la batalla como a la hora de afrontar desafíos más elevados.
No voy a describir aquí el sistema por turnos del juego, pues quien no lo conozca haría mejor en descubrir las cuidadas mecánicas por si mismo. Solo afirmaré que el abanico de estrategias que ofrece es considerable, con una progresión clásica de JRPG, y encaja perfectamente con la cantidad de jefazos que nos tocará vencer, varios de ellos con distintas fases durante la batalla.
Si en algo falla aquí es en el desequilibrio de niveles. Los primeros jefes de nuestros protagonistas predilectos ofrecerán retos estimulantes. Por lo contrario, cuando toque completar otras historias, notaremos que ya tenemos demasiado poder y no disfrutaremos completamente del buen diseño de las tácticas del enemigo, pudiendo ignorarlas con una combinación de nuestras mejores técnicas.

Valoración final
90/100
Octopath Traveler II tomó las virtudes de su predecesor y potenció su fórmula, logrando que me atrapase desde el primer minuto. A pesar de rescatar también algunas de sus flaquezas, las mejores virtudes de esta aventura lograron eclipsar lo que no me pareció tan bueno. Y como resultado, estamos ante uno de los que se contarán entre mis títulos favoritos de 2023.
Me encantó Throné, la protagonista que acertadamente escogí para mi viaje, y fue toda una experiencia vivir las distintas tramas de cada personaje. Además, admito que me fascinó su final, donde se demuestra un cariño enorme por el videojuego y sentimos esa satisfacción tan maravillosa que experimentamos al terminar un gran RPG.
Dicho esto, no será la última vez que hablemos de Octopath Traveler II por aquí. Y aquí tenéis las pruebas:
¡Genial entrada Yukha! Se nota mucho en tus líneas que el juego te ha fascinado y eso siempre es muy agradable de leer. Por suerte, el juego despejó pronto las dudas que tenías a colación del primero y ha terminado siendo para ti una muy grata sorpresa, algo que has sabido transmitir muy bien en el texto. Yo tampoco soy un fan de la primera parte, es más, siquiera llegué a completar el primer episodio con todos los personajes (Y eso que fue el principal motivo por el que me compré la Switch). No obstante, siempre he pensado en darle otra oportunidad al juego, porque tampoco lo jugué en el momento oportuno ni bajo unas condiciones óptimas, aunque tras leerte no sé si merece la pena ir directamente a algo más «seguro» con Octopath Traveler II. Lo meditaré.
¡Enhorabuena por la entrada Yukha! Si algún día lo juego ya me pasaré a profundizar y a aportar más a la causa ¡Un saludo y nos leemos!