Like a Dragon: Infinite Wealth, ¿es tan bueno como su precuela?
Tras lo sorprendentemente bueno que fue Yakuza: Like a Dragon, es normal que todos esperasen con ansias esta secuela llamada Infinite Wealth. Volver a acompañar a Ichiban junto a Kiryu, el antiguo protagonista, debió ser un sueño para muchos. En mi caso, completé el título anterior hace apenas dos meses, así que no se me hizo una espera muy larga.
Valoración Yakuza: Like a Dragon
Y precisamente por haber jugado a la precuela hace poco, noté mucho lo continuista que es Like a Dragon: Infinite Wealth respecto a su predecesor. Eso no es algo malo, menos todavía teniendo en cuenta que la base es increíble. De hecho, me permitiré resumir mi opinión de forma simple: si os gustó la primera aventura de Ichiban, este juego también os atrapará.
Más y mejor en casi todo

Estamos básicamente ante el mismo Yakuza: Like a Dragon, solo que muy mejorado en la mayoría de aspectos. En cuestiones de mapa, tendremos multitud de tareas opcionales en hasta tres escenarios a explorar: la conocida Ijincho, la vieja Kamurocho y la novedad de Hawái. Además, el desplazamiento por dichas zonas se agiliza gracias a cierto vehículo y el viaje rápido entre paradas de taxi.
El icónico combate del anterior título se mejora bastante aquí, con un mayor número de ataques combinados entre personajes, posibilidad de movernos un poco por el espacio de batalla y una mayor facilidad para utilizar elementos del escenario a nuestro favor. Es cierto que a veces el desplazamiento enemigo resulta impreciso, pero supongo que forma parte de su encanto.
A eso le sumamos que acabaremos llevando casi al doble de personajes jugables que en la precuela, cada uno con más trabajos (clases) a elegir para personalizar nuestro grupo como queramos. Por suerte, no sufriremos esos picos de dificultad en forma de jefazos que nos obligaban a «entrenar»; la experiencia se siente fluida, permitiendo experimentar más combinaciones válidas para superar la historia principal.
Por último, una de las mejoras trascendentales para mí radica en el tema social. Como tenemos más compañeros, las conversaciones e interacciones se multiplican, contando con una nueva mecánica de vínculos en la que conoceremos mucho mejor a cada aliado. Entre viejos conocidos y nuevas caras, disponemos de un grupo muy sólido con el que encariñarnos fácilmente.
El paso atrás: su historia principal

A pesar de que me encantan los personajes de Infinite Wealth, bajo mi punto de vista la trama en general baja el nivel respecto a la precuela. El número de situaciones absurdas se duplica, la historia avanza a pequeños pasos la mayor parte del tiempo y acabamos la aventura con arcos argumentales inconclusos, con lo que ello supone para los personajes involucrados. Y eso que el juego es más largo.
Aun así, mi queja principal reside en el trato hacia Ichiban; el líder en Yakuza: Like a Dragon era prácticamente perfecto como personaje y fue lo que más me gustó del juego. Sin embargo, aquí no solo pierde protagonismo; sus partes se sienten menos relevantes y simplifican su personalidad en beneficio de resolver situaciones por la vía fácil o reducirlo a ser el recurso humorístico.
Ichiban Kasuga en Infinite Wealth (Spoilers)
De todas formas, también tengo cosas positivas que destacar en este apartado. Kiryu Kazuma, el otro protagonista, rinde a un nivel increíble lo conozcas de títulos anteriores o no, como es mi caso. Su papel y evolución durante la trama es clara, dejándonos un final a la altura de un personaje tan laureado a lo largo de la saga. Los fans veteranos del Dragón de Dojima estarán en una nube.
Si unimos al viejo protagonista con compañeros más que cumplidores y una muy buena gestión de la mayoría de momentos emocionales, alguno también de Ichiban, el nivel de la trama se equilibra. En lo personal, sigo prefiriendo lo que nos regalaron con su precuela, pero esta odisea tiene varios puntos positivos y villanos coherentes, tocando temáticas que prometen más aventuras de cara al futuro.

Valoración final
86/100
Está claro que Like a Dragon: Infinite Wealth es un juegazo, otro JRPG imprescindible para nuestro catálogo con multitud de virtudes que lo diferencian de títulos similares. Buena parte de sus aciertos y elementos originales los hereda de su precuela, pero eso sí, mejorándola en casi todos los aspectos. Por desgracia, para mí su historia sufrió el efecto contrario.
Por supuesto, esto es solo una opinión y a pesar de mi queja, sigo recomendándolo sin reservas. Es una experiencia que merece mucho la pena, en especial viniendo de Yakuza: Like a Dragon e imagino que todavía mejor viviendo la saga de Kiryu al completo. Y si no te importa lo de Ichiban o no lo ves como yo, ¡probablemente sea tu GOTY de 2024!