La excelencia de Pathfinder Kingmaker

Este título salió al mercado con algunos problemas de bugs, teniendo un lanzamiento accidentado por ese tema en particular. Estos inconvenientes pueden arruinar una experiencia que, por otro lado, tenía potencial de ser maravillosa para todo fan del rol occidental. Pasado ya un tiempo de su salida, lo cierto es que estamos ante un título imprescindible para todo el que se sienta atraído por estos complejos universos llenos de magia y aventuras. Un juego repleto de cariño y cuidado por parte de sus desarrolladores. Esto irá sobre la excelencia de Pathfinder: Kingmaker.

Vamos a hablar sobre todo lo que ofrece, y ya adelanto que la experiencia es de las mejores que puede ofrecer el género.

Cover de Pathfinder Kingmaker

El complejo universo de Pathfinder

Aunque muchos conceptos de este juego son familiares para los amantes de Dungeons&Dragons, Pathfinder cuenta con un universo parecido al que lo inspira pero distinto en varios aspectos, por lo que sumergirte en su mundo puede ser confuso al principio. Algunos de estos cambios son su panteón de dioses o las nuevas y modificadas clases de personaje, así como las distintas posibilidades que ofrecen. Familiar, pero diferente y en mi opinión, muy mejorado a la hora de adaptarlo a un videojuego. En definitiva, hay que invertir tiempo en entender el mundo en el que estamos y las múltiples oportunidades que existen en él, así como acostumbrarse a su trasfondo. Merece la pena.

Personalización variada

Las mecánicas de combate y progresión de personajes se sentirán muy nostálgicas para los que hayan jugado títulos como Baldur’s Gate o Neverwinter Nights, por lo que la complejidad aquí será un tramo duro solo para quien venga nuevo a este tipo de títulos de rol y no tenga experiencia previa. ¿Una curva inicial imposible para los novatos? Para nada, pues la dificultad y los desafíos al principio están perfectamente equilibrados para todo tipo de jugadores. Se hace necesario pararse un poco a leer cada habilidad y hechizo del que dispongamos, algo esencial en todo juego de rol y más en uno tan rico y variado como este.

La creación de personaje en particular es un paso complicado pero esencial, y más si no sabes lo que te vas a encontrar en este Pathfinder. Aquí no tenemos las limitaciones clásicas del guerrero, el clérigo, el pícaro o el mago, si no que se extienden más allá con multitud de clases y subclases distintas para poder confeccionar un personaje a nuestro gusto. Lo más recomendable es invertir tiempo en leer y entender el sistema de clases y habilidades de cada opción disponible, para que luego no nos arrepintamos de nuestra elección. Será una aventura larga e intensa, así que sentirnos incómodos con el protagonista que estamos jugando es de lo peor que te puede suceder cuando llevas inmerso unas cuantas horas.

Kingmaker

Como ya nos indican en el título del videojuego, la parte de dominar tu territorio y tomar todas las decisiones referentes a la gestión del mismo es de las características más importantes de Kingmaker. La historia te hace pasar por una breve aventura en la que conseguirás tus tierras y, después, toda la trama y jugabilidad girará en torno a ellas.

Durante tu reinado, infinidad de problemas, emisarios, mensajeros, peticionarios y complicaciones en general asaltarán tus dominios, interrumpiendo tu aventura y exigiéndote atender las obligaciones de gobernante en un plazo de tiempo limitado. Y es natural que así sea, ya que ese es el papel de tu protagonista en Pathfinder. Es algo que han conseguido con mucho acierto, haciendo palidecer a la gestión de la Inquisición en Dragon Age o al liderazgo ostentado en Tyranny. Resulta bastante satisfactorio, puesto que tomas multitud de decisiones que luego se traducen en sucesos y consecuencias de las mismas tanto en el desarrollo de tu reino como al final de la historia principal, donde ves los resultados definitivos de tu larga

También podemos construir y personalizar un poco los pueblos y ciudades que vayamos obteniendo para incrementar las estadísticas del reino, añadiendo una capa de profundidad a la obra.gestión y el destino de tus tierras.

Los asesores

En esta titánica tarea no estarás solo, ya que podrás asignar diferentes asesores para cada tipo de asunto, como la cultura, la diplomacia, el ejército y varios más. Dichos consejeros son personajes importantes tanto de tu grupo de compañeros en la aventura como algunos aliados que no controlas en la historia. Cada uno de ellos tiene su propia forma de pensar y hacer las cosas, ideologías y métodos distintos, lo que otorga mucha variedad a la resolución de los conflictos que les asignes.

Es cierto que no hay demasiados personajes para consejeros y quizá si existieran más se hubiese enriquecido la jugabilidad y decisiones de este apartado en cuestión. Sin embargo, considero que narrativamente es mucho mejor la modesta selección que ofrece el juego, ya que así pueden centrarse mejor en unos pocos y que lleguemos a conectar más con ellos para bien o para mal.

Coronacion de Pathfinder Kingmaker

Prescindiendo del gobierno

Por otra parte, sorprende y se agradece la opción que ofrece Pathfinder de que esta sección jugable pueda configurarse para que se gestione automáticamente, pudiendo centrarse el jugador así exclusivamente en la aventura, la historia, la exploración y el combate. Pero creo que todo el que entre nuevo debería darle una oportunidad a este complicado sistema y dudo que se vaya a arrepentir. Yo mismo pensaba que no me acabaría de convencer y al final lo he disfrutado bastante.

A muchos quizá les llegue a agobiar así que está genial que puedan omitirlo, pues el juego tiene más contenido que este. Aun así sigo creyendo que de omitirse se pierde una parte fundamental en la inmersión de su mundo y temática. ¿Da la talla Pathfinder: Kingmaker si preferimos evitar la compleja gestión del reino? Por supuesto. La aventura se siente inmensa, llena de lugares que explorar y secretos que descubrir.

Recorriendo las Stolen Lands

Es muy habitual que el juego te suelte de la mano para que descubras tú mismo sus misterios, incluso para desentrañar las misiones principales y la manera de resolverlas, con lo que durante esas oportunidades puedes explorar lugares que quizá no esconden lo que andabas buscando, pero te llevas algún tesoro o vives un suceso curioso, así que nunca te vas a ir con las manos vacías.

Utilizas un sistema de tablero sencillo para recorrer el mundo, visitando áreas de diferentes tamaños cuyo espacio está muy bien utilizado para investigar mazmorras, toparte con encuentros aleatorios o escenas de libro que recuerdan a cualquier partida de rol de mesa, con tiradas de habilidades en la toma de decisiones con bonitas ilustraciones para acompañar el texto. Hay muchas tramas secundarias introducidas en una más grande que acaban definiendo el universo de Pathfinder en este excelente videojuego.

La trama

En cuanto a la historia principal, como ya dije, todo gira en torno a tu posición de gobernante. La trama es muy interesante, repleta de buenos personajes y villanos que dan la talla. No me puedo extender mucho más aquí sin hacer spoilers grandes del inicio del juego, pero sí comentaré que los sucesos van de menos a más y lo que en un principio puede parecer un argumento básico, acaba resultando en una historia entrañable y de gran calidad, repleta de decisiones a tomar con consecuencias inmediatas y futuras.

Cada partida es diferente y tiene mucho contenido, dando ganas de revivirla desde diferentes ideologías y alineamientos, por lo que la aventura tiene combustible para horas y horas ya solo con acabarla una única vez. Por ejemplo, la mía duró más de 100 horas y no lo completé todo. Además, creo que hace algo de forma magistral que no muchos juegos consiguen: saber concluir con elegancia y calidad su historia. Al acabar te quedas muy satisfecho de lo jugado y eso no es tan fácil de realizar en lo referente a la trama.

Los compañeros

Consejeros, aliados, compañeros de viaje… los personajes que tenemos disponibles cumplen un papel muy acertado en este Pathfinder, y la selección es muy variada. Todos tienen su personalidad bien marcada y sus respectivos trasfondos, ideologías y necesidades. Sus interacciones y conversaciones los hacen creíbles y no cuesta nada empatizar con unos u otros.

El hecho de que los compañeros puedan cumplir distintos roles y no solo apoyarnos en combate te vincula a ellos con mayor intensidad, sumando aun más intervenciones de las que ya tienen. Cada uno de ellos acaba teniendo su propia trama y no resultan ser aliados comunes, reservándonos numerosas e inesperadas sorpresas a lo largo de la aventura.

Todo ello se resume en una experiencia muy atractiva, haciendo que los aliados queden en nuestro recuerdo incluso al dejar de jugar, sin sumarse al montón de personajes irrelevantes o genéricos en juegos de rol de cuyos nombres cuesta acordarse. Linzi, Tristain, Valerie, Octavia… en mi opinión, se han ganado un lugar entre los mejores compañeros del género.

Cover de Pathfinder Kingmaker

El amor en Kingmaker

Donde quizá no he encontrado mucha profundidad o interés es en el romance, aunque por suerte no es tan importante en Pathfinder: Kingmaker. No los he probado todos, así que no puedo hablar de cada caso con propiedad, pero en lo personal no me ha llamado ninguno la atención como para potenciar demasiado este apartado. Creo que hubiese sido mejor que el juego te diera más opciones para emparejar a tu personaje, habilitando romances con Ekun, Linzi o Jaethal, pero también es positivo y realista que no la mayoría de personas puedan enamorarse del protagonista, así que no me extenderé mucho en esta pequeña pega.

La presión del tiempo

He ido viendo comentarios desde que salió el juego referentes a las misiones temporizadas, que uno de los puntos negativos del juego es que no te da tiempo a explorarlo con calma en la partida, pues siempre estás apurado por las limitaciones de días para completar misiones, las fechas específicas, problemas y tareas que caducan… Yo, a pesar de que también me veo afectado por esa presión en un principio, para nada creo que sea la debilidad de Pathfinder.

Al contrario, su metodología tan bien implementada con las misiones temporizadas hace que el realismo y la inmersión en su mundo sea mucho mayor, así como del rol de gobernante del protagonista que llevamos. No podemos abarcarlo todo, por lo menos en la primera partida. Hay que asumirlo, tomar decisiones y aguantar las consecuencias de las mismas. ¡Ahí está la gracia! De todas maneras, con el juego bastante avanzado empiezas a disponer de cada vez más tiempo para exploración y secundarias, hasta el punto que te llega a sobrar muchísimo. Y cuando ya dominas las mecánicas en una segunda partida, acabas viendo que no ibas tan apurado como creías siendo primerizo.

Campamento de Pathfinder Kingmaker

Valoración final

100/100

Los de Owlcat Games se han inspirado bastante en títulos de Bioware, Obsidian y compañía, y se nota. ¿Es eso malo? En absoluto. Pienso que han tomado conceptos muy positivos y los han aplicado en su universo con gran maestría. El juego vive mucho de sus referentes, pero sabe aplicar su magia única y personal con interesantes aventuras, destacando especialmente en la parte de gestionar tu propio reino. Se ve de fábula con multitud de detalles que son de agradecer, por ejemplo que a los personajes se les vea el equipamiento que tienen encima, como las diferentes armas del conjunto equipado que no estén usando. Son cosas pequeñas, pero que aportan mucho a la inmersión.

En definitiva, una experiencia imprescindible la que ofrece Pathfinder: Kingmaker para todo fan del género de rol occidental. ¿Es el mejor de los títulos disponibles? No sabría afirmarlo, pero si no lo es está muy cerca. Una lástima que siga en inglés y mucha gente no pueda disfrutarlo por el idioma; este juego merece una traducción para llegar a más personas.

A la expectativa estaremos con el siguiente: Wrath of the Righteous.