King Arthur: Knight’s Tale, la leyenda de sir Mordred

En un nuevo apogeo del rol táctico, tanto por la parte oriental como la occidental, nos llega este King Arthur: Knight’s Tale de parte de Neocore Games. O mejor dicho, se lanzó en acceso anticipado el año pasado y es en 2022 cuando podemos disfrutar su versión final.

Para quien no lo sepa, este RPG táctico de combates por turnos se ambienta en la mitología artúrica y nos cuenta una historia desde la perspectiva de Sir Mordred, quien vuelve a la vida para reinar sobre Camelot y matar a Arturo. ¡Con textos en español! ¿Y qué tal la experiencia? ¡Vamos por partes, como siempre!

El reino de la fantasía oscura

King Arthur: Knight's Tale Mordred cinemática
La buena calidad de sus cinemáticas quizá magnifica las expectativas de su historia

Desde el principio y a través de una de las varias cinemáticas que nos regala el juego, tenemos claro que la ambientación de fantasía oscura será la predominante en esta aventura. Y aquí Neocore, mediante unos gráficos realistas ciertamente modestos, representa dicha estética con bastante acierto. Tanto a nivel visual como en el tono de su historia.

Yo no soy un experto en la mitología artúrica, pero aquí, además de caballeros y hechiceras, tendremos muertos vivientes, sidhe, y otros tipos de criaturas que quizá conozcan los más dedicados. Aun así, en este juego nos presentan una buena selección de enemigos, entre monstruos y humanos, existiendo una sana variedad para que no acaben resultando pesados.

Como no podía ser de otra forma, la música ayuda a que nos sumerjamos en la lúgubre situación de Mordred y compañía. Casi todas las conversaciones durante las misiones y su historia tienen voz, por lo que en este sentido no nos falta de nada. Y todo con un buen trabajo detrás.

En definitiva, entre eso y las cinemáticas ya mencionadas, nos tienen bien cubiertos. Es una de esas obras que utilizan su presupuesto de forma bastante acertada, y aun así querrías que tuviesen más para que creasen algo todavía mayor. ¿Hasta dónde habría llegado con fondos de triple A?

La ambición de Sir Mordred

Varios diálogos nos darán puntos de moralidad o religión, llegando a desbloquear misiones especiales

Más allá de las bases de su mitología, los personajes que surgen de la misma y los propios escenarios de cada aventura, lo cierto es que el juego presenta una historia principal bastante simple. El resumen más acertado es el que dije antes: nuestro protagonista debe gobernar Camelot y encontrar al rey Arturo para matarlo.

Aunque la narrativa no nos impulse hacia delante, la parte que podemos salvar es el tema de las misiones secundarias y las pequeñas elecciones que nos plantean. Según avanzamos en la trama, surgen mini-historias a resolver que son la salsa del juego. Además, en ellas reclutaremos más campeones para nuestra causa.

También habrá eventos fuera de las misiones, planteándonos conflictos a resolver tomando decisiones. Estas definirán nuestra forma de reinar en Camelot, así como la lealtad de los personajes de nuestra Mesa Redonda. Por supuesto, algunas requerirán que gastemos recursos e incluso nos harán mandar caballeros a resolver algún problema.

Nuestra Camelot puede tener un gobierno justo o déspota según las elecciones tomadas. De igual forma, tocará elegir la religión que prevalece, si la cristiana o la de los dioses antiguos. Y todo eso está bien, pero es una pena que no tenga mucho impacto en la trama principal… ni en las relaciones entre personajes, los cuales apenas interactúan en la historia.

Caballeros de Camelot

King Arthur: Knight's Tale Lady Dindrane
La gestión jugable de nuestros campeones tiene suficiente profundidad y resulta muy satisfactoria a la larga

Empezamos el juego con sir Mordred, pero pronto se nos unirán Kay y otro montón de personajes conocidos de este universo como Ginebra, Tristán o Boudica. Por desgracia, por muchas decisiones que tomemos, nuestros caballeros solo verán afectada su lealtad hacia el protagonista, que simplemente se traduce en más o menos poder en batalla.

El juego acaba ofreciéndonos muchísimos más campeones de los que podemos reunir en nuestra Mesa Redonda, por lo que tocará descartar los que no queramos debido a la limitación de personajes. Es un proceso que podrían haber implementado mejor, pues una vez despedido un caballero, lo perdemos para siempre y sin posibilidad de retorno.

Por lo demás, sí me gustaron los métodos que disponemos para gestionarlos. Mejoraremos sus habilidades y equipo, eligiendo los potenciadores que más nos convengan según nuestras preferencias. Cada uno tendrá sus propios beneficios, ideología y creencias, algo que debemos tener en cuenta a la hora de mandarlos a un evento.

Aparte de eso, podremos mejorar el propio castillo de Camelot para adiestrar a los campeones que no llevemos a las misiones, así como curar a los heridos. Porque sí, las lesiones que sufran en el campo de batalla hay que tratarlas en el castillo… y si mueren en combate, llevarán sus restos a la cripta y ya no podremos volver a utilizarlos.

Misiones principales y secundarias

Surgirán muchos eventos entre misiones, obligándonos a tomar decisiones e incluso enviar caballeros a solucionar el problema

El bucle jugable de este juego, dejando de lado el tema de la gestión de Camelot y sus caballeros, consiste en seleccionar a los cuatro personajes que prefiramos para cada misión. La mecánica siempre es la misma: una introducción sobre los motivos de cada aventura para que luego nos toque superar una serie de combates hasta el final.

Durante las mismas tenemos pequeños entornos a recorrer donde encontrar tesoros, altares con bendiciones y lugares de descanso, además de batallas y emboscadas. La idea es calcular bien cómo utilizamos los recursos del escenario en nuestro beneficio para no desgastarnos demasiado, pues durante la fase no regeneramos vida ni armadura.

En este sentido, la propuesta funciona de forma genial y bien medida, pues nos obliga a cuidar nuestras acciones para superar cada misión sin bajas. La experiencia dependerá mucho del nivel de dificultad que hayamos escogido, y yo puedo deciros el modo normal empieza suave, pero poco a poco va metiéndonos en problemas.

Lo «malo» del asunto es que la campaña se alarga unas 40-50 horas, entre principales y secundarias, por lo que tan inmutable fórmula puede llegar a sentirse repetitiva. Afortunadamente, el juego cuenta con una opción para acelerar las animaciones de combate de los personajes con solo pulsar un botón, haciéndolo todo más llevadero.

Batallas, postgame y modo «roguelite»

King Arthur: Knight's Tale combate jefe
Entre combates normales y jefes, disputaremos muchas batallas emocionantes, en especial si subimos la dificultad

Por si fuera poco contenido el de la campaña principal, debéis saber que también existe un desafiante postgame con varias fases extra para afrontar con nuestros caballeros y seguir potenciándolos. Además, tenemos una mini-campaña que deja de lado la gestión y se centra en las batallas, haciéndonos encarnar a otro personaje que no es Mordred.

La cosa no acaba ahí, pues tenemos un modo adicional donde nos plantean retos de combate en ciertas condiciones. Y hablando de desafíos debéis saber que, añadido a los modos de dificultad de la campaña principal, existe la opción de que sea una experiencia «roguelite», donde no podremos guardar de forma manual y cada decisión o error lo pagaremos toda la partida.

En resumen, King Arthur: Knight’s Tale presenta una cantidad de contenido abrumadora que trasciende a la ya extensa aventura que nos plantea. ¡E incluye un modo multijugador para hacer PvP contra otros! De eso no os puedo hablar, porque no lo probé, pero ahí está la opción para experimentar con amigos.

Lo único que podemos achacarle es lo antes mencionado: el planteamiento de fases se vuelve repetitivo. La progresión de personajes profundiza lo suficiente para encandilarnos, y sus batallas tienen un componente estratégico que aprovechan mucho. Pero el objetivo siempre es el mismo, y en este juego, el terreno tampoco influencia más allá de usarse como cobertura u obstáculo.

King Arthur: Knight's Tale Mordred

Valoración final

80/100

King Arthur: Knight’s Tale me sorprendió mucho, y para bien. Como experiencia jugable cumple genial en el género del rol táctico, todo ambientado en una mitología interesante que ya no vemos muy a menudo. Lo único que realmente le echo en falta es una historia más centrada, donde otros campeones aparte del protagonista tengan un papel activo.

Si buscáis una narrativa profunda con sucesos emocionantes y grandes personajes interactuando en la historia, yo no buscaría aquí. Sin embargo, si queréis un RPG táctico profundo con una agradable ambientación de fantasía oscura, deberíais echarle un ojo a esta última obra de Neocore Games.

Y si os gusta este tipo de juegos, quizá también os atraiga la experiencia de Disciples: Liberation, entre tantos otros.

4 comentarios en «King Arthur: Knight’s Tale, la leyenda de sir Mordred»

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