Disciples: Liberation, un claroscuro RPG táctico
Toca hablar sobre Disciples: Liberation… y ya os digo que no resultará sencillo. Probé su demo en el Steam Next Fest y avisé en mi GameBlog que le daría su oportunidad. Lo hice; completé la aventura en unas 50 horas e incluso sigo jugando al «Nuevo Juego+» especial que se desbloquea tras la primera partida. Es decir, lo estoy disfrutando.
Sin embargo, estamos ante uno de esos títulos donde por casi cada virtud, veo una pequeña pega. Y sumándolas te deja una sensación peculiar que dependiendo del jugador, puede saberte mejor o peor. En mi caso, pesó más lo positivo que lo negativo. Podría haber llegado tan lejos… ¡Seguid leyendo para conocer los detalles de este RPG!
El destino de Avyanna

Nos sumergiremos en una aventura épica a gran escala, donde la protagonista es una joven bastante especial. Avyanna empezará como una simple mercenaria, pero pronto veremos que el destino le aguarda algo mucho más grande. Tendremos que acompañarla mientras lidia con un mundo en guerra dividido entre cuatro facciones que se disputan el poder.
Nosotros seremos esa quinta fuerza que surge de la nada y debe hacerse un hueco en esa tierra. Como Avyanna, tomaremos múltiples decisiones trascendentales que irán moldeando nuestras alianzas con dichas facciones. La historia y personajes verán su destino alterado con cada elección que tomemos. Y eso, con un entorno de fantasía oscura tan bien conseguido, promete muchísimo.
La trama como concepto es buena e ideal para el tipo de RPG ante el que estamos. Pero falla en elementos esenciales. Para empezar, su narrativa es demasiado simple en múltiples ocasiones y no es capaz de conseguir una buena inmersión. Cuesta empatizar con la causa de Avyanna y los suyos, pues el juego falla en presentarnos a su protagonista de manera correcta.
Esta aventura está repleta de luces y sombras. Tendremos buenos personajes, con romances cumplidores y otros un poco pasables. Habrá escenas acertadas, cuidadas narrativamente hablando… y otras algo tristes en su ejecución. Viviremos misiones secundarias interesantes, pero varias de ellas se cuentan de forma apresurada. Esas torpezas destacan y, por desgracia, acaban restando a la experiencia de su historia.
Presentación audiovisual

Disciples: Liberation, sin ser una superproducción, se ve bastante bien en todo momento. Cuenta con un genial diseño de personajes/enemigos, muy variado y apropiado. La gran mayoría de sus diálogos importantes tienen voz, con interpretaciones decentes en general. La banda sonora cumple con creces, acompañando bien a la aventura y los combates.
Si la ambientación es buena gracias a esto, ¿qué es lo que nos falla aquí? Pues en mi opinión, el uso de estos elementos a la hora de presentar la historia. El juego carece de cinemáticas propiamente dichas, algo que no es necesariamente negativo. No obstante hay varias formas de mostrar escenas especiales, mínimo las más importantes de la trama.
Por desgracia, no se molestan mucho en ese sentido. La aventura cuenta con varios momentos que podrían ser muy épicos, pero apenas le dan importancia a unos pocos y no de la mejor forma. El resto se resume en simples diálogos o frases. Nos obliga a utilizar nuestra imaginación con demasiada frecuencia, algo que no está mal… pero creo que podría haberse solucionado con los niveles de calidad que presenta el juego.
Y para acabar, quiero mencionar la forma de mostrar a los personajes durante las conversaciones. Sorprende que apenas tengamos un pequeño retrato de cada protagonista mientras habla, sin darle apenas relevancia a esas secuencias. En un juego donde tomamos tantas decisiones trascendentales en los diálogos, esto se siente como algo mejorable.
Guerra de razas

Este RPG ofrece múltiples combates tácticos por turnos sobre el típico escenario-tablero. Los asiduos al rol occidental contemporáneo estarán más que habituados. Aquí se lleva esa jugabilidad de forma bastante correcta en general, ofreciendo buenos enfrentamientos. Y muchísimos durante la aventura, ya os lo adelanto, con algún que otro jefe especial.
Recordándonos un poco a títulos como Spellforce (sin ser RTS), aquí podremos situar en la formación a los héroes: Avyanna y dos más de sus aliados. El resto del grupo jugable serán unidades que podremos reclutar en nuestra propia ciudad, lugar donde gestionaremos nuestro ejército y recursos. Tenemos cuatro razas con varios tipos de soldados a escoger, con distintas habilidades activas y pasivas cada uno.
Sinceramente, cumple bien para un RPG de corte estratégico. Sumemos esto al hecho de que podremos personalizar los talentos y clase jugable de la protagonista. También la equiparemos completamente con los objetos que encontremos, según nuestras preferencias. Y en menor medida, podremos elegir las armas o accesorios que portarán los aliados.
Con todo esto en mente, podemos enfocar los combates a nuestro gusto. En lo único que peca un poco es en la variedad de situaciones. Los tableros son muy similares entre si, cambiando algunos obstáculos y trampas. Nuestro objetivo siempre será eliminar a todo el ejército rival o al líder del mismo. Esto, sumado a la ingente cantidad de batallas que disputamos, puede que a la larga lo vuelva repetitivo.
Explorando el territorio

Por último me gustaría destacar el componente de exploración que tiene el juego. Si bien es bastante sencillo, creo que enriquece la jugabilidad y ambientación de esta aventura. Cuando no combatimos o gestionamos la ciudad, estaremos moviéndonos por los escenarios de camino a misiones principales o secundarias. Controlaremos y veremos únicamente a Avyanna durante estas fases.
Podremos recorrer los mapas, descubriendo muchos tesoros con objetos valiosos o cumpliendo las tareas opcionales para saber más sobre su mundo y hacernos más poderosos. ¡Que bien nos hará falta! También debemos buscar puntos de extracción de recursos, imprescindibles para mejorar nuestro equipo y tropas en la ciudad propia que gestionamos.
Encontraremos bastantes enemigos durante la exploración, defendiendo posiciones estratégicas o simplemente deambulando dispuestos a atacarnos con solo vernos. El combate empezará si hacemos contacto, pero podremos simplemente «ganar automáticamente» si el poder de nuestras tropas supera las del enemigo. Se agradece, porque lo dicho: hay muchísimas batallas.
Y sí, durante el análisis me habréis leído mencionar la ciudad de Avyanna muy de pasada… no es casualidad, pues esa característica resulta un poco anecdótica. Pronto en la trama desbloqueamos nuestra propia urbe, Yllian, pero no podremos explorarla. Tendremos huecos para construir edificios, pero no os ilusionéis con una gestión compleja. Elegiremos el tipo de unidad a producir, mejoraremos el equipo y compraremos objetos.

Valoración final
75/100
Como adelanté, Disciples: Liberation supone un conjunto de sensaciones enfrentadas y cada uno verá a qué otorga mayor valor. Quienes busquen un RPG decente con muchas batallas tácticas por turnos ambientado en fantasía oscura, sin duda lo tendrá. ¡Y cuenta con un sencillo modo multijugador…! Eso sí, hay que tener presentes sus flaquezas en la narrativa y la presentación de su historia en general.
Yo me lo he pasado bastante bien con el juego, a pesar de que suelo valorar más la trama y los personajes en RPG. Su jugabilidad cumplió y vi potencial en personajes e historias. A veces me decepcionaba y otras me satisfacía. Me costaría recomendarlo a la ligera, pero no por ello puedo ignorar las virtudes que posee. Existen y están ahí para quien pueda apreciarlas.
Sin querer destripar nada, diré que ese «Nuevo Juego+» que mencioné al inicio aporta una manera fresca de afrontar la historia, pues tendremos opciones de diálogo inéditas y ocurrirán cosas diferentes. Quizá el título es demasiado largo como para afrontar otra partida inmediatamente, pero el componente rejugable está ahí. Debe valorarse ese atractivo extra.
Por cierto, si jugáis, aumentad la velocidad de las animaciones de combate al 200%. Os haréis un gran favor, creedme. De lo contrario, en vez de 40 o 50 horas podríais encontraros con las más de 80 que advertían sus desarrolladores. Y no en el buen sentido.