Curse of the Dead Gods, indie roguelite de acción desafiante

Otro indie para la colección, esta vez el desafiante pero satisfactorio roguelite de acción creado por Passtech Games: Curse of the Dead Gods. La versión que he jugado es la actual, que se encuentra en Acceso Anticipado. Falta aún una parte del título, en concreto la última sección del templo para explorar de las tres que habrán disponibles. Hasta llegar a ese momento puede haber cambios, pero de momento analizaremos lo que tenemos: las entretenidas experiencias que ofrecen las otras dos secciones.

¡Gameplay comentado! Por si queréis ver el juego en movimiento

Ambientación

Empezaremos por lo sencillo: alabar el aspecto visual del juego y sus efectos de sonido. El estilo que utilizan es muy acertado para sumergirnos en la exploración del Templo Perdido, mazmorra en la que centraremos nuestra aventura. Tanto la estética de las dos alas disponibles como los monstruos que las pueblan consiguen darnos esa sensación de misterio y peligro tan satisfactoria. Nos sentiremos en la piel del protagonista a la hora de sortear trampas y enfrentarnos a los temibles enemigos que nos saldrán al paso.

Es interesante el añadido de un «Bestiario» que podremos consultar para ver ilustraciones de las criaturas que hemos combatido, así como anotaciones sobre las mismas. Poco a poco iremos completándolo y, aunque pueda parecer una tontería, es un añadido atractivo que se agradece bastante.

Quizá el pequeño fallo que veo en esta sección es el no incluir la posibilidad de controlar a un personaje femenino. Esa opción ayudaría a que más gente se sintiese conectada al protagonista. No es que sea indispensable, pero viendo el tipo de juego que es, hubiese sido un perfecto añadido.

Múltiples trampas nos dificultarán el oscuro paseo

Explorador de mazmorras

Curse of the Dead Gods es un juego roguelite. Como tal, su jugabilidad estará dedicada a explorar las alas del Templo Perdido, divididas en varias mazmorras según su nivel de desafío. En cada partida realizaremos nuestra incursión a una de las mazmorras, empezando siempre desde cero. Dependiendo de su dificultad y la forma que tengamos de afrontarlas, completar con éxito cada partida puede durar de veinte minutos a una hora aproximadamente.

Tendremos que ir equipándonos y obteniendo potenciadores durante la exploración y, si morimos, perderemos todo nuestro avance y habrá que volver a empezar. Lo único sustancial que heredamos de nuestras incursiones son las monedas del juego, una suerte de calaveras que servirán para desbloquear ciertas mejoras pasivas que más adelante comentaré.

Las mazmorras se componen de distintos tipos de salas y deberemos elegir cada vez a cual queremos ir según nuestras necesidades. Tenemos que plantearnos qué nos conviene en todo momento, pues a veces preferiremos acudir a una habitación donde adquirir una reliquia que nos potencia o, por ejemplo, podremos optar por otra donde comprar un arma. Las hay también centradas en adquirir oro, curación o mejoras para el personaje.

Es importante señalar la utilidad de nuestra antorcha mientras recorremos el Templo Perdido. No solo nos dará luz para ver mejor, si no que podremos utilizarla para prender otros objetos e iluminar el camino. Además, habrá trampas que podremos ver exclusivamente con la antorcha en la mano.

Escoger bien nuestro rumbo es importante

Progresión

La mayor parte de la progresión de nuestro personaje durante la aventura se perderá tras cada partida. Sin embargo, es muy importante gestionar las armas y mejoras que adquirimos durante la incursión si queremos tener éxito en la exploración. Al final, lo más útil que nos llevamos tras cada partida fracasada es el conocimiento de lo que se nos vendrá encima en el siguiente intento y la mejor manera de hacerle frente.

Antes de adentrarnos en las salas, podremos ver un pequeño mapa de los distintos tipos de habitaciones que encontraremos en el camino. Elegir bien donde dirigirnos según nuestras necesidades es crucial, pues determina el buen rumbo de la partida, cerrando a su vez otros caminos posibles que no hayamos seleccionado. Debemos decidir con astucia qué queremos mejorar; las tres estadísticas disponibles (vida, daño y oro encontrado) o nuestra arma. E intercalarlo con la adquisición de armas en caso de necesitarlas o la visita a las escasas salas de curación si estamos faltos de vida.

Pero no todo es tan fácil y nuestro avance no solo se reducirá a mejorar al personaje. Cada potenciador puede costearse con el oro que adquirimos durante la exploración. Pero si no tenemos suficiente y aun así queremos las mejoras, tocará pagar con nuestra propia sangre. Eso hará que nuestra corrupción suba, dando paso a otra de las características interesantes y peligrosas del juego.

Tres opciones por cada altar de mejoras

Maldición de los Dioses Muertos

No podemos ir a lo loco y tendremos que planear bien el rumbo y los recursos utilizados sobre la marcha. Los peligros que afrontaremos no solo son las trampas y los monstruos; también deberemos lidiar con la maldición que sufre el protagonista. La corrupción se incrementará siempre que entremos a una nueva sala, nos curemos en un pozo de vida, recibamos ciertos ataques enemigos o paguemos con la propia sangre por mejoras para el protagonista.

Al llenar la barra de corrupción, el personaje sufrirá una maldición aleatoria que perjudicará de alguna forma nuestro avance por el Templo Perdido. El medidor de corrupción se reiniciará tras eso y volverán a aplicarnos una maldición distinta cuando se llene de nuevo. Estas dolencias pueden ser desde privarnos de la útil luz hasta convertir todo el oro adquirido en sangre.

Pero no todo son necesariamente desventajas. Algunas maldiciones, aprovechadas con inteligencia, también acaban siendo ventajas para el estilo de juego que elijamos. Utilizando los ejemplos anteriores, al privarnos de luz también nos darán una leve resistencia extra en la oscuridad. Y aunque no podamos obtener oro, la sangre nos cura un poco de salud. Así con la mayoría; puede que una maldición haga que las trampas de la mazmorra estén siempre activadas, pero en ellas también pueden caer nuestros enemigos.

Verdad de Xbeltz’aloc

Eso sí, la quinta vez que nos maldigan seremos presa del peor penalizador: la Verdad de Xbeltz’aloc. Eso provocará que nuestra vida vaya agotándose poco a poco hasta dejarnos al borde de la muerte. Podemos curarnos las maldiciones menores después de matar a uno de los jefes, pero como no hay muchos, debemos intentar acumular la menor cantidad de corrupción posible.

Sin embargo, la Verdad de Xbeltz’aloc no se puede remediar. Hay que evitar a toda costa alcanzar esa quinta maldición. No es que sea imposible superar el desafío con ella activa… pero casi.

Si ves esto, tu fin está cerca

Batallando por el Templo

El tipo de roguelite que es Curse of the Dead Gods se centra en ofrecer al jugador una experiencia de acción desafiante durante la exploración del Templo Perdido. Y les ha salido genial en este aspecto. Los controles son muy fluidos, en especial con el mando, y todo responderá perfectamente a nuestros movimientos. La perspectiva isométrica también ayuda mucho, dándonos la familiaridad de juegos «tipo Diablo» para enterarnos de todo lo que sucede a nuestro alrededor.

Los enemigos del juego no se andarán con tonterías, especialmente los seis jefes que existen actualmente en la aventura. Estamos ante un título bastante desafiante y los combates, estilo «soulslike», no podían ser menos. Nuestra mejor opción es aprendernos los patrones de movimiento enemigo, evadir sus golpes y reaccionar en el momento adecuado para atacar. Ser pacientes y analíticos en combate es vital para nuestra supervivencia.

Lo bonito de las batallas es que también podremos utilizar las trampas del Templo Perdido a nuestro favor, haciendo caer en ellas a nuestros enemigos e incluso utilizando algunos ataques de los propios rivales para dañar a sus compañeros. Todo lo referente al combate es muy completo y satisfactorio, tanto por su dificultad como por lo bien conseguido que ha quedado.

Los jefes ofrecen un buen desafío

Recursos de combate

Las bases de la lucha son sencillas de entender. Tendremos unos puntos de aguante limitados que nos servirán para bloquear o esquivar ataques, además de gastarse cuando nosotros pasamos a la ofensiva con golpes cargados y remates. Si se nos agotan todos los puntos quedaremos expuestos hasta que se regeneren, cosa que solo sucederá si dejamos de atacar o esquivar.

En cuanto a nuestras opciones ofensivas, utilizaremos diferentes tipos de armas según vayamos obteniéndolas. Podemos equipar a la vez hasta cuatro distintas. Estas se distinguen en varios tipos:

  • El arma primaria: espadas, mazas de una mano o garras. Son armas rápidas que no gastarán apenas aguante en su uso y nos permitirán reaccionar rápido a los contraataques enemigos.
  • El arma secundaria: pistolas, dagas o escudos. Este tipo de armas complementan a la primaria según la que equipemos, como evidencian sus nombres.
  • El arma a dos manos: grandes espadas, mazas, lanzas o incluso arcos. Estas poderosas herramientas suelen ser las más dañinas e incluso interrumpen acciones enemigas, pero a la vez requieren energía por cada ataque y tienen el peligro de dejarte expuesto ante los monstruos.
  • La antorcha: aunque algunas maldiciones pueden anular parte de sus funciones, nuestra útil antorcha no solo servirá para iluminar el camino y desvelar trampas. Podrá activar braseros para darnos luz durante la batalla, prender partes del escenario o encender barriles explosivos. También sirve para quemar a los enemigos directamente con su ataque básico.

Por último, señalar que las armas, exceptuando la antorcha, disponen de diferentes grados y calidades. Las mejores están consumidas por la corrupción y, a cambio de sus potentes bonificadores, nos penalizan a un nivel similar.

Armas con distintas habilidades que aprovechar

Calaveras, la moneda del juego

Cuando reunamos suficientes «calaveras» en las incursiones, podremos desbloquear mejoras para nuestro personaje en la zona inicial. Existen varios bonificadores pasivos que aplicar al protagonista, pero tendremos que pensar bien cuál nos conviene más según el tipo de juego y desafío que vayamos a abordar. Solo podemos equiparnos tres de estas mejoras a la vez, pero podremos modificar la composición de esos talentos cuando volvamos al inicio.

El otro uso que se le da a las «calaveras» es el de adquirir Favor Divino. Esto nos permitirá, por unidad, volver a probar suerte en cada sección de la mazmorra con armas y potenciadores. Al solo salir tres opciones de mejora a la vez, podemos volver a probar suerte gastando un punto de Favor Divino y optar por otro trío de opciones distintas.

Podemos adentrarnos en un evento que se actualiza diariamente para obtener calaveras extra y se irán acumulando si no los completas en su día. En ellos nos proponen una de las mazmorras ya existentes, pero con diferentes condiciones especiales como el incremento del daño de las trampas o restringir nuestras armas a una corrupta que te dan desde el principio. Son retos interesantes, pero como solo sirven para adquirir calaveras, pierden un poco su atractivo por el (de momento) escaso valor de las mismas a largo plazo.

Quizá adquieren mayor protagonismo cuando añadan logros o recompensas más jugosas por completarlos, además de las calaveras.

La moneda del juego resulta poco útil a largo plazo

Valoración final

82/100

Curse of the Dead Gods es un excelente roguelite de acción que puede ser desafiante, pero resulta satisfactorio y justo en su nivel de dificultad. Cada fracaso se deberá a nuestros errores y descuidos, o quizá a la mala gestión de los recursos. Sí, existe un pequeño factor «suerte» a la hora de encontrar objetos o mejoras, además del tipo de maldición que nos adjudiquen cada vez. Sin embargo, eso solo suma para dar interés a cada partida, obligando al jugador a que se adapte a la situación.

Como dije, aún queda contenido por liberar en este Acceso Anticipado, pero las dos terceras partes del juego son muy prometedoras. Sinceramente, tiene un precio más que competente para el gran contenido de calidad que ofrece. Si me pongo exquisito, le echaría en falta la opción de habilitar un personaje femenino y una mejor recompensa por nuestros esfuerzos por cada incursión fallida. Pero tiene retos y contenido suficiente para disfrutarlo durante horas.

En definitiva, muy recomendado para aquellos que busquen un reto a la altura que combine bien la acción y la gestión de recursos.