Against the Storm, prevalece la Ciudadela Ardiente
Después de la montaña rusa que fue Veilguard necesitaba distraerme con algo muy distinto y me metí de lleno en este juego de gestión al que le había echado el ojo hace tiempo. Against the Storm me ha sorprendido muy positivamente y tenía ganas de hablar un poco de él.
No habrá spoilers.
De qué trata

En Against the Storm (Steam, GOG) somos un adelantado (pionero) de la Ciudadela Ardiente. Los adelantados se dedican a crear asentamientos en las tierras salvajes que rodean la Ciudadela para obtener recursos que permitan a los ciudadanos sobrevivir. Cuando el asentamiento que han montado es autosuficiente, el adelantado lo abandona para seguir creando más. Así hasta que la tormenta vuelva a arrasarlo todo.
Lori (la de la imagen) nos cuenta que hace mucho tiempo los humanoides (en el juego hay varias especies) vivían por todo el mapa, en armonía con la naturaleza. Pero un día llegó la tormenta. Arrasó con la civilización y la obligó a resguardarse en el centro, bajo el amparo de la Reina Abrasada. La Tormenta es un fenómeno cíclico de destrucción que nos destrozará todo lo que hayamos construido en cada ciclo.
Construyendo asentamientos temporales
Against the Storm es un juego de construcción y gestión de bases que se caracteriza por ofrecernos bastantes formas de afrontar un nuevo asentamiento. Desarrollado por Eremite Games, nos introduce en un mundo asolado por la tormenta que debemos reconstruir. Lo más característico del juego es su dinámica roguelite, ya que todo lo que construyamos en un ciclo será arrasado al terminar éste, teniendo que volver a empezar (aunque nunca será de la misma manera). Eso sí, conservaremos las ventajas que hayamos desbloqueado para el siguiente ciclo, como cabría esperar, vaya. Las mejoras permanentes que vayamos desbloqueando nos harán la vida mucho más fácil y nos permitirán enfrentarnos a situaciones mejores.
Empezamos la partida seleccionando un hexágono del mapa. Como nos aconsejan en el juego, intentamos acercarnos a los sellos que debemos reforjar para contener la tormenta, aunque no es muy recomendable que nos lancemos al principio hasta que hayamos cogido el truco a los asentamientos. En cada hexágono tendremos disponibles varias opciones de trabajadores y recursos y luego podremos añadir más según la cantidad de puntos que tengamos disponibles. Una vez vayamos conociendo los diferentes biomas nos daremos cuenta de qué recursos es más interesante llevar y cuáles no a cada uno.

Al principio sólo contaremos con tres tipos de trabajadores: los castores, los humanos y los lagartos. Con el tiempo iremos desbloqueando otras especies. Cada especie tiene sus preferencias de necesidad, ocio, comida y alojamiento. Parte del desafío es contentar a tus trabajadores mientras conoces bien el bioma y aprovechas los recursos de los que dispones. Por ejemplo, los castores son buenos con la madera y la industria, así que enseguida nos daremos cuenta de que hay que colocarlos en los edificios de tala y creación. Los lagartos, por otro lado, son buenos cazadores. Conocer bien a las especies es fundamental para saber qué tipo de trabajadores queremos seguir acogiendo en nuestra base porque cada cierto tiempo nos llegarán más. En un bioma con cultivos nos rentará más tener humanos y en uno con restos de animales nos rentarán más los lagartos, etc.

Una vez elegido el escenario de un bioma, nos encontraremos al azar con una zona rodeada de claros y unos recursos básicos que recolectar. Habrá también diferentes recursos y con eso y lo que nos trajimos de la ciudadela tocará montar nuestro campamento y ver cómo podemos salir adelante. ¿El objetivo? Conseguir que el asentamiento sea autosuficiente con buena reputación (barra azul inferior) antes de que la impaciencia de la Reina nos haga volver (barra inferior roja). Tendremos que lidiar con una amenaza del bosque cada vez más creciente, ciclos de lluvia y tormenta con efectos en el juego y las necesidades básicas de hambre y frío.
En el campamento, contamos con el fuego ancestral que dará refugio y determinación a nuestros trabajadores (muy importante que no se apague) y a partir de él iremos construyendo todo lo que necesitamos, adaptándonos al bioma en el que estamos, buscando los recursos que no tenemos en los claros y tratando de mantener a todo el mundo contento. Pero no serán sólo estos condicionantes lo que nos determine la partida sino también las misiones que nos van surgiendo.
Cumpliendo las exigencias de la Ciudadela

Siempre podremos elegir entre un mínimo de dos opciones para cada misión y consistirán en cumplir determinados objetivos. Estos objetivos harán que suba la reputación del asentamiento y bajarán la impaciencia de la reina. Esta parte para mí es la más interesante porque tendremos que ir haciendo un poco de malabares para intentar cuadrar unas misiones con otras. Si, por ejemplo, tenemos una misión sencilla de tener a los humanos contentos podemos optar por crear pasteles (su comida favorita). Para eso necesitamos un edificio determinado (por ejemplo, la cocina) y podemos, si nos surge la oportunidad, escoger una misión que nos haga construir una cocina o producir harina (componente para el pastel). Si somos listos nos saldrá la mar de bien y podremos completar varias misiones con una misma línea de producción.
Pero esto no es todo, también podemos vincular las misiones con las recompensas de reputación. Cada objetivo alcanzado de reputación nos dejará elegir un nuevo plano de edificio (sólo unos cuantos básicos vienen desde el principio de la partida, los demás tendremos que desbloquearlos en cada nuevo asentamiento). Entonces, siguiendo el ejemplo anterior, podemos aprovechar para elegir la cocina entre los planos que nos ofrecen y poder así completar dichas misiones. Siempre es buena idea mirar los objetivos de las misiones y los planos que nos ofrecen antes de aceptar nada.

Todo esto suena muy complejo pero la verdad es que no es tan complicado como me esperaba. Es mucho más intuitivo y me parece una maravilla cómo han conseguido hilar todo para que se sienta que lo que va sucediendo y lo que puedes o no hacer tenga sentido.
Y luego están los claros, la gran incógnita del juego. Totalmente aleatorios, podemos encontrarnos al llegar a ellos con sorpresas positivas como recursos o alijos y trabajadores (estos van a requerir siempre que aportemos algún material) que podemos quedarnos o enviar a la ciudadela. Suelen dar más de una opción de materiales que entregar así que pocas veces nos veremos en la situación de no poderlos conseguir (al menos en dificultad colono).
El elemento peligroso, los claros peligrosos o prohibidos, también nos darán recompensas pero a un coste mayor. Nos encontraremos amenazas que aplacar o vencer, ruinas que reconstruir o destruir e incluso alguna sorpresa inesperada. Todo esto que nos encontramos en los claros tiene al menos dos opciones de intervención (normalmente una opción de lealtad que nos subirá reputación y una de empatía que nos ayudará con la amenaza del bosque).
Para ayudarnos con todo contamos con los mercaderes que irán acudiendo a nuestro asentamiento cada cierto tiempo si construimos un mercado. Con el tiempo se nos presentarán las rutas comerciales que nos permiten acceder a más recursos de otros asentamientos, todo comerciado con la moneda de la Ciudadela: el ámbar. Recibiremos ámbar al principio de la partida y como recompensa de algunas misiones o eventos de claros.

Una vez hayamos completado un asentamiento de forma exitosa se nos pedirá que volvamos a la ciudadela y nos olvidemos de él. Nos darán nuestra recompensa y podremos acceder a comprar mejoras permanentes, ver nuestras hazañas o irnos a nuestra casita a hablar con Lori, que nos explicará lo que no entendamos o nos contará una historia.
Conclusión y recomendaciones

Estoy lejos de terminar este juego. El mapa es enorme y la cantidad de alternativas es inmensa, pero eso es precisamente parte de su encanto. No creo que sea un juego para pasarte del tirón porque apunta a muchas horas. Yo llevo aproximadamente 30 horas y sé que aún me quedan cosillas por dominar. Es un juego perfecto para retomar de vez en cuando, hacerle un par de asentamientos, mejorar tu partida e ir completándolo con el tiempo, un proyecto a largo plazo.
A mí me está encantando, fue todo un acierto hacerme con él. Cuando me doy cuenta se me han pasado las horas y en ningún momento siento que me aburro. De hecho, si a alguien le pasara tiene la opción de acelerar el tiempo que transcurre. Los escenarios son originales y bonitos. Siempre tengo interés por ver qué esconde el bioma que voy eligiendo y cómo afrontar los diferentes desafíos que van surgiendo. Ya me he llevado más de una sorpresa curiosa.
Recomendaciones personales:
- Es mejor no obsesionarse con colocar todos los edificios disponibles. Coloca simplemente los que te sirvan en ese momento.
- Es interesante ir colocando en el asentamiento los que sabes que te servirán en un futuro aunque aún no los puedas construir, así no nos olvidamos de lo que queríamos hacer. Con seleccionar la opción “desactivar” los constructores lo ignorarán. Con tantas cosas gestionandose a la vez es fácil perder el hilo de lo que nos habíamos trazado en la cabeza. De esta manera nos acordaremos mejor.
- Cuando coloques un edificio de creación asegúrate de elegir bien los materiales que van a usar tus trabajadores para cada creación y deselecciona las creaciones que no son necesarias en ese momento. Descuidar este detalle puede costarnos caro, porque tendremos trabajadores creando cosas innecesarias en ese momento.
- Intenta que todo el mundo tenga refugio, y si es refugio personal de especie mejor. Esto tan sencillo nos asegura mucha base de determinación de los trabajadores.
- Desmonta los edificios que ya no usas, los materiales de construcción son caros y siempre puedes volver a montarlos si surge la necesidad.
- No vendas productos sueltos, es mejor crear paquetes de materiales (de construcción, de lujo, comercio, etc.). Mucho más rentable.
- Intenta descubrir claros peligrosos o prohibidos sólo cuando tengas disponibles trabajadores para los eventos que surjan, así evitamos maldiciones y efectos negativos prolongados en el tiempo.
- Desde que te lo puedas permitir ten al menos dos bases de taladores con castores.