Las Fauces, el mejor añadido de Shadowlands
Aquí estamos, con una entrada improvisada donde vamos a hablar de las Fauces, de World of Warcraft: Shadowlands. Aprovecharé este espacio para exponer mi opinión acerca de la zona y el porqué me parece el mejor añadido de la expansión que nos ocupa.
Antes que nada, aclaración: es lo que pienso yo. Entiendo que a algunos pueda parecerles un lugar tedioso con mecánicas estresantes. Pero a mí me parece una genialidad y voy a argumentarlo punto por punto.
Ambientación oscura en Warcraft

Si bien es cierto que en otras ocasiones se ha intentado, como con el tema de los Dioses Antiguos, la Plaga o Argus, nunca se ha acertado tanto. Y es que la ambientación oscura en Warcraft no es desconocida, pero en ningún momento fue tan inmersiva como ahora. Se empieza con un contexto de la zona difuso, pero abrumador: es el sitio que la misma Sylvanas quería evitar a toda costa. Sin embargo ahora, volcándose en su plan más ambicioso, se ha adentrado de lleno y voluntariamente.
Cuando recorremos las Fauces nos transportan al lugar más inclemente de este universo. Entendemos la razón por la que es el peor destino para las almas de los difuntos, en todos los sentidos. El apartado audiovisual y la historia previa a nuestra llegada son solo el primer plato. La dificultades que plantea la zona están bien medidas para sumergirnos en su jugabilidad y transmitirnos las sensaciones que sentiría nuestro personaje mientras se encuentra ahí.
No podemos utilizar monturas, así que estamos limitados a nuestros propios recursos o a los que encontremos en las Fauces. Esas ventajas que ofrece la zona, como bestias para montar o armas adicionales, son un gran añadido para la aventura. Eso sí, la mayoría de enemigos o facultades hostiles que se lanzan contra nosotros utilizan cadenas para potenciar la opresión del lugar. Y esas mecánicas Dark Souls de perder estigia al morir y volver a tu cuerpo para recuperarla… muy acertadas.
Todo pensado para que sintamos ese estrés y «terror» que debe transmitir la zona. Por si fuera poco, lo que hagamos ahí irá incrementando la atención del Carcelero sobre nosotros.
Construyendo a un Villano

El Carcelero es un personaje que no conocíamos hasta hace poco en World of Warcraft. Un misterioso aliado para Sylvanas cuyo papel no sabemos qué consecuencias traerá para la alma en pena ni para las Tierras Sombrías. Lo que sí entendemos, todo a través de las Fauces, es que es un enemigo a temer.
Por si fuera poco dominando un lugar como el que nos ocupa, su relación con el mismo se estrecha a través de la mecánica de la Mirada del Carcelero. Cuanto más merodeemos por su territorio, peor se pondrá la cosa y mandará todo tipo de agentes y trampas para obstaculizar nuestro avance. Todos lo temen, empezando por la misteriosa Ve’nari, otro nuevo personaje muy interesante de la expansión.
Y no acaba ahí: también comprobamos los enormes beneficios de seguir sus órdenes. Los kyrianos influenciados por su poder son temibles, hasta el punto de que Devos puede vencer en combate a la Arconte. Es de hecho esta Dechada la que nos hace plantearnos dudas sobre el Carcelero. ¿De verdad habrá sido víctima de una injusticia? ¿Hasta que punto llega la escala de grises que vemos en las Tierras Sombrías?
Son multitud de detalles increíbles que mezclan historia y jugabilidad. El resultado será que, en nuestra hipotética batalla contra el Carcelero, estemos ante uno de los villanos mejor construidos de World of Warcraft.
Misterios sin desvelar

Si hacemos un repaso de todo lo que implica la zona de las Fauces, ¿cuántos posibles personajes ahí atrapados nos saldrían? Tenemos el difuso destino de Arthas y los que murieron tras la expansión de Legión, como Varok. Incluso los que no superaron la redención en Revendreth o fueron enviados a las Fauces de forma injusta.
Blizzard no se ha conformado con solo eso, ya que también nos han incluido nuevos personajes para avivar nuestra curiosidad. El propio Carcelero es un buen ejemplo, pero contamos además con el Grabador de Runas y Ve’nari. Esta última, una más de esa curiosa «raza» de Especuladores que parecen tener algo contra ella. Pero a su vez, tampoco podemos fiarnos de ellos. Y así es como se crea una trama nueva e interesante sin tirar tanto de los personajes de siempre.
Como no podría ser de otra forma, se encuentra en juego el sino de Anduin, Thrall y el resto de personajes que pueden estar atrapados por el Carcelero y Sylvanas. Desconocemos para qué quiere la pareja de antagonistas al rey de Ventormenta, o si el antiguo Jefe de Guerra de la Horda recuperará su antigua gloria en esta cruzada.
Son muchísimas posibilidades y podemos tener fe en que la mayoría se transformarán en buenas historias. Shadowlands nos ha dado motivos para ser positivos.
Torghast, la Torre de los Condenados

Y llegamos a la característica que realmente me gusta más de esta expansión. En Torghast encontramos un sistema de juego que, si bien no ha inventado Warcraft (podemos verlo por ejemplo en FFXIV), desde luego le sienta de maravilla a Shadowlands. Las cosas buenas empiezan por la posibilidad de poder jugar según nuestras preferencias: en solitario o con 1-3 compañeros.
Las aventuras por la Torre son un añadido muy fresco, donde nuestro objetivo es explorarla a fondo para potenciarnos y poder hacer frente a los peligros que supone el recorrido. Habrá que ir subiendo los pisos de cada ala, superando sus retos y resolviendo pequeños tramos de puzles o trampas muy bien traídas. Cada inmersión es una nueva experiencia y según qué personaje lleves, las mejoras que encuentras cambian. Es un placer ver como modifican las habilidades de las clases y especializaciones, incrementando su importancia e incluso alterando nuestra forma de jugar.
Por si fuera poco, este lugar es una parte importante de la historia de las Tierras Sombrías. Como es una característica que debería mantenerse gran parte de la expansión, apuesto a que estaremos visitándola por razones de trama más de una vez. De momento hemos rescatado algunos de nuestros «héroes» de su interior y conocido al misterioso aliado que es el Grabador de Runas.
Conclusiones
¿Quién sabe qué más nos espera en las Fauces? Lo que está claro es que el rumbo que ha tomado Blizzard con la zona es muy, muy bueno. Ojalá se mantenga o siga mejorando.
A mí me tienen ilusionado con el nuevo contenido. Sí, no deja de ser World of Warcraft, un juego que hemos mantenido durante muchísimos años… Pero eso aumenta enormemente su valor. ¿Cuántos títulos online son capaces de persistir tanto tiempo y seguir sorprendiéndonos?