Hyrule Warriors: Cataclismo o Destierro, ¿cuál mejor y porqué?

Hemos tenido dos musou basados en la ambientación de Breath of the Wild y Tears of the Kingdom respectivamente, así que toca compararlos. A la hora de intentar decidir qué Hyrule Warriors fue mejor, jugué ambos a la vez para comprobarlo sin nostalgia y a partir de ahí opinar, ¿Cataclismo o Destierro? ¡Eso es lo que estuve haciendo a ratos durante varios días!

Quien haya leído mi reseña del último título podrá imaginar mi respuesta, pero quiero exponer punto por punto los aspectos en los que ambos se comparan y señalar cuál creo yo que consigue sobresalir. Ambos tienen virtudes y defectos que debo señalar, ¡y aclaro que soy muy fan de los musou y del universo de Zelda!

Tema visual

En un musou se agradece que el juego, además de verse bien, rinda a la altura; como en cualquier experiencia de acción. Con este género solemos abarcar muchos enemigos en pantalla y creo que aquí uno destaca por encima del otro, incluso sin tener en cuenta los cinco años de diferencia que los separan. Tendría mucho que ver la capacidad de la primera consola…

Por desgracia, el tema técnico es el punto débil de la era del cataclismo, con más de una caída, la cámara rebelde y una clara falta de nitidez en varios escenarios. Es una pena, porque en lo artístico este universo Zelda está genial, pero la versión de la primera Switch fue muy pobre. En Switch 2 se ve algo mejor, pero pide a gritos una edición mejorada.

Aquí la diferencia es sustancial y el único defecto que hereda de su precuela es la cámara, aunque está mejor llevada. La era del destierro se ve muy bien siempre que estamos en batalla, nunca falla en ese sentido. De paso, este juego introduce varios diseños de personaje totalmente nuevos y todos son muy buenos. Eso sí, las cinemáticas bajan un poco la calidad general, y eso les quedó raro.

Guerreros

La selección de luchadores, algo que suele ser esencial en un musou y ambos Hyrule Warriors rinden bien a su manera. Pero aquí existen diferencias reseñables entre ambos.

Gracias a «no ser canon», esta era del cataclismo incorporó a todos los luchadores posibles que conocimos en Breath of the Wild e incluso añadió otros nuevos que tenían sentido. Hay héroes muy bien adaptados y otros bastante originales, incluso tenemos su propia versión de Ganon que podemos llegar a controlar, así que se siente completo y se agradece mucho.

Mis favoritos del Cataclismo

Como plantel de personajes rinde bien, utilizando los que ya sabíamos que estarían por lo visto en Tears of the Kingdom y creando luchadores nuevos con roles importantes como Cálamo y el gólem. También ofrece héroes «anónimos» representando las distintas razas que habitan Hyrule. Por desgracia, no incluye a Sonia ni a Ganondorf, dos ausencias incomprensibles. Y podríamos discutir si vale la pena que sea «canon» y perdernos el regreso de personajes como Urbosa, Mipha, Riju o Rhoam, entre tantos otros.

Mis favoritos del Destierro

Historia

Algo a lo que se otorga importancia en los musou dependiendo del juego o la saga. Aquí se criticó mucho la del cataclismo por no ser «canon» y la mayoría pedía que la del destierro sí lo fuese. Pues bien, ¿qué tal quedaron?

Será una trama alternativa, pero estaba cuidada en lo esencial, presenta sorpresas y nos da puro «fanservice» para aquellos a los que nos gustó Breath of the Wild y sus personajes. A mí me convenció, siendo su única flaqueza la ausencia de un Ganondorf como tal. Aun así, yo la disfruté mucho por la forma de complementar lo que vimos en el juego principal de su saga.

Aquí está la historia canon que lo tenía todo para ser increíble: un periodo muy interesante, protagonistas potentes como Zelda, Rauru y Ganondorf, así como una conclusión que debía ser épica. ¿Y qué tuvimos? Personajes originales destacando por ser héroes entrañables, pero nada nuevo por parte de los que ya conocíamos y un papel de villano genérico que deja a Ganondorf como un idiota. Así que…

Opinión de la historia de Tears of the Kingdom

Hyrule Warriors: Cataclismo o Destierro Link Zelda

Combate

Ambos Hyrule Warriors son bastante buenos a nivel de batallas, siendo juegos de acción ágiles que adaptan muy bien la esencia de los luchadores que tenemos disponibles. Además, los dos cuentan con artefactos utilizables en combate que servirán en el momento adecuado o contra cierto tipo de enemigo. Veamos…

El primer juego lo hizo casi todo bien, pero a veces peca en tema de precisión y el «juego aéreo» debía mejorarse. Además, los personajes tienen formas distintas de utilizar sus artefactos y en algunos no es tan satisfactorio, en especial con las bombas y el hielo. Por lo demás, cada luchador tiene su propia personalidad en lo jugable y la mayoría funciona bien. Para mí, la única ajustable en ese sentido es Riju, que tiene buenas ideas pero es demasiado caótica en sus movimientos de ataque con la morsa.

Prescindiendo de los «saltos» del anterior, aquí todo se nota mejor implementado en los controles, con artefactos zonnan siendo complementos inseparables en nuestro arsenal. Añadieron formas de contraatacar y anular técnicas enemigas, tanto a través de artefactos o con las habilidades de cada personaje. Para redondearlo, implementaron ataques duales para que desplegásemos espectaculares técnicas conjuntas. Y todos los personajes son divertidos de utilizar, por lo que en este caso…

Hyrule Warriors: Cataclismo o Destierro Golem misterioso Zelda

Fases jugables

Otro punto clave, los escenarios donde luchamos, los eventos que ocurren en cada batalla y las propuestas jugables alternativas a las clásicas mecánicas musou de combate en tierra.

El primer juego cuenta con numerosas batallas que se sienten bastante grandes, tanto principales como secundarias. Aunque la mayoría consistan en ir a un punto u otro, muchas veces debemos dividir a nuestros héroes para abarcarlo todo. Hay fases memorables e incluso desafiantes, como la de Hatelia contra varios jefes mientras defendemos nuestra base. Y la utilización de Bestias Divinas para batallas alternativas le aporta más variedad.

Nos encontramos con una de las flaquezas del segundo juego, porque la mayoría de fases se sienten breves, pequeñas o demasiado lineales. Pocas se atreven a presentar batallas «a lo grande», como un musou debería hacer, pareciendo escaramuzas que cumplen objetivos rápidos. Y con eso incluyo las partes de la trama principal y los desafíos posteriores. Están bien, pero no se sienten tan inmersivas como las del juego anterior. Eso sí, las partes «shooter» con Cálamo y el gólem me gustaron más que las Bestias Divinas.

Hyrule Warriors: Cataclismo o Destierro Urbosa combate Zelda gerudo

Y el mejor juego es…

Guerreros + Historia + Fases jugables

Visual + Combate

La era del cataclismo

Hyrule Warriors: Cataclismo o Destierro Zelda Mipha Urbosa Link

Quizá irá a gustos, pero sí: para mí, Hyrule Warriors lo hizo mucho mejor con La era del cataclismo y me hizo sentir que la del destierro fue un paso atrás en aspectos importantes del juego. Presentaron una evolución jugable y visual, esta última la más necesaria, pero siento que no aprovecharon su potencial en la historia y se alejaron del musou con batallas rápidas y a mucha menor escala.

La era del destierro sigue pareciéndome muy disfrutable; es un juego que a los mandos me divirtió de principio a fin y tuvo momentos entrañables con Cálamo y su tronco. Sin embargo, todavía me duele el desperdicio de Ganondorf o ese feo detalle de no incluirlo en la selección de personajes junto a Sonia. Ojalá con el tiempo solucionen esto… y que sea de forma gratuita.

En el resto de aspectos, como en su música, la progresión o las misiones del mapa, ambos juegos mantienen una tónica muy similar y no valía la pena compararlos. Quizá la era del destierro abusó de momentos tras algunas fases que se sienten «raros» con la aparición de demasiados iconos a la vez, pero ese contenido parece más abrumador de lo que en realidad es.

¡Y poco más que añadir! Por lo menos hablé un poco de la era del destierro, algo que no hice mucho en su momento, y eso que alcanzó un puesto muy alto en mi top videojuegos de 2020.

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