Zengeon, alternativa anime a la acción roguelite

Zengeon se lanzará pronto para Nintendo Switch, concretamente el 25 de este mes, y más adelante para Xbox One y PS4. Podéis verlo aquí. Como hace un tiempo que está disponible por Steam y lo jugué hasta completar todo su contenido, he pensado que sería buena idea hablar de lo que puede llegar a ofrecer.

Para quien no lo sepa, hablaremos de un RPG indie de acción roguelite desarrollado por IndieLeague Studio. Empezó con poco contenido y poco a poco fueron añadiéndole personajes hasta llegar a la versión que tenemos actualmente y que parece se mantendrá para consolas. Empecemos.

Ambientación

El colorido arte anime de ambiente chino que tiene el título resulta atractivo y es, de hecho, lo que llama la atención del título… no se aprovecha demasiado. Y es una pena, pues su estilo visual es la única característica que lo diferencia de otros títulos del género y le daba su propia personalidad. Sin embargo, han optado por hacer lo justo, ofreciendo poca variedad de monstruos y únicamente tres jefes en sus tres tipos de zona.

Ni siquiera dedicaron un fondo especial a las dos únicas conversaciones que contiene el juego para contar su «historia», utilizando la pantalla de selección de personajes y la del combate final tras caer el jefe. La música es un tanto genérica y los efectos de sonido se limitan a cumplir. En conclusión, un apartado nada explotado.

Y es una pena, pues la ambientación china da para mucho más, como otros juegos nos han demostrado. Al igual que los propios protagonistas de Zengeon, que tienen un buen diseño y cada uno cuenta con sus propias motivaciones. Pero no se profundiza en ellos y lo único extra que nos muestran al respecto son unas bonitas imágenes de cada uno en las pantallas de carga.

Acción Roguelite

El foco de interés de Zengeon es su jugabilidad, la cual se limita a los combates. Debemos empezar señalando, para quien lo juegue en PC, que utilizar teclado y ratón para manejar a nuestro personaje es una mala idea. La adaptación es pésima y se siente torpe, por lo que el mando será la única opción viable por lo menos si se quiere hacer algo más allá del modo fácil.

Ahora mismo podemos elegir entre cinco personajes, cada uno con su propio estilo de combate. Sin embargo todos mantienen la misma base: dos habilidades ofensivas, un ataque básico y un esquive o desplazamiento. Además de eso, podemos llevar hasta dos objetos activables diferentes entre los que vayamos encontrando, desde las típicas pociones hasta potenciadores u otras habilidades mágicas.

Armados con todo esto, nos lanzaremos a una breve aventura en la que, si morimos, tendremos que volver a empezar desde el principio heredando solo los objetos de historia. Y es algo muy probable que caigamos la primera vez, ya que nos obstaculizarán la visión constantemente durante la lucha. Bien por los continuos y molestos efectos visuales de los potenciadores o por culpa de las descripciones de objetos en el suelo ocupando media pantalla. Siendo esquivar golpes una parte fundamental de su mecánica, estos detalles son algo poco afortunado. Por no mencionar algunas «hitbox» confusas en jefes y enemigos comunes.

Modos de juego

En primer lugar tenemos el modo historia, que podemos superar solos o en compañía. Como ya dije antes, recorreremos tres tipos de mapa divididos en tres fases para cada uno y un jefe al final de cada zona completa. Superar la partida con éxito nos puede llevar una hora aproximadamente, depende de como afrontemos el desafío. Si nos entretenemos explorando se alargará, pero no es algo que este juego recompense en absoluto. Sencillamente no vale la pena desviarse del camino principal para otra cosa que no sea subir más experiencia si nos vemos justos.

Luego podemos optar por otro modo completamente extra que trata de defender una base de los enemigos que van brotando de unos portales. Muy básico, poco equilibrado y que no tiene recompensa alguna. No existe motivación para sumergirnos en él, por desgracia.

Dicho esto, ¿resulta Zengeon un reto en su modo de dificultad alta? Pues al principio sí, pero por las razones equivocadas anteriormente mencionadas. Además, si vas en solitario y mueres, la partida acabará. Los errores que cometemos resultan fatales al inicio. Si vamos acompañados y caemos, nuestro aliado podrá revivirnos con simplemente acercarse y pulsar un botón. Esto es algo que desequilibra por completo ambas experiencias.

Progresión

En la progresión de nuestro personaje durante las partidas es cuando vemos que este juego no está bien diseñado. La aleatoriedad es un factor clave por distintos motivos.

A lo largo de cada partida podremos ir recogiendo objetos que potenciarán a nuestros protagonistas con habilidades pasivas de diferentes efectos. Mayormente veremos esto en cofres, donde pagaremos las monedas obtenidas para abrirlos y encontrar dos objetos equipables aleatorios. Si acumulamos objetos del mismo tipo, aumentamos los efectos de dicho artefacto, aunque por lo menos en la versión de PC no marca bien el progreso en el inventario. Uno de tantos pequeños errores de este título.

La idea no es mala, pero la arbitrariedad del juego a la hora de soltar equipo hará que cada partida sea un caos: o un paseo por el campo en modo difícil, o una tediosa y peligrosa andadura. Todo según que potenciadores te equipes, decisión basada en los que te ponga el juego por delante. No está bien equilibrado y aunque tus decisiones a la hora de equiparte cuentan bastante, la utilidad de unas recompensas por encima de otras resulta obvia.

Por último debo señalar que al inicio nos dejarán seleccionar solo dos de los cinco personajes disponibles, pero podremos desbloquear al resto fácilmente en una o dos partidas. A partir de ahí, una de las pocas motivaciones consistirá en superar las fases para conseguir los aspectos extra de cada protagonista, además de completar sus «historias». Por llamarlas de alguna forma.

Valoración final

40/100

No puede esconderse: es un roguelite que rinde muy por debajo de sus competidores, como por ejemplo el juego de Curse of the Dead Gods del que hablé hace poco o tantos otros. Lo único a su favor es que puede jugarse cooperativo; por lo demás, no aporta nada nuevo más allá de una estética anime que en su género no suele utilizarse.

Añadiendo otra crítica negativa más, admito que no me gusta esa engañosa práctica de tildar a este y otros títulos de una «jugabilidad infinita». Puede confundir a la gente y más en casos como este, donde tenemos una experiencia repetitiva y muy fácil de aburrir a las pocas horas. Es muy fácil que la mayoría de jugadores se decepcionen y más si pagan el precio base, que imagino subirá en consola.

Zengeon es un proyecto con potencial al que le falta muchísimo trabajo. Algo pasaría en su desarrollo, porque su vídeo de introducción se ve muy bueno y prometedor. Y tiene diversas imágenes dedicadas bastante bonitas. Dejando eso a un lado, cae en picado y como mucho entretendrá un rato. Ahora mismo no lo veo recomendable sin una oferta de por medio. Para algo dedicado a la acción con un estilo visual semejante y mucho más trabajado, mi consejo es darle oportunidades a títulos como Dusk Diver.