Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii, el tesoro de Goro Majima

Mi paseo por la saga Like a Dragon me encariñó mucho con el magnífico personaje que es Goro Majima, por lo que tenía bastantes ganas de acompañarlo en este Pirate Yakuza in Hawaii. Para quien no lo sepa, es un «spin-off» de la línea principal, donde volvemos a los combates de acción real, añadiendo mecánicas navales y otras actividades relacionadas.

El juego es una secuela directa de lo sucedido en Infinite Wealth y como mínimo debería jugarse después de ese. Es el mínimo que consideraría imprescindible. Como siempre, cuanto más contexto tengamos, mejor conectaremos con los personajes y entenderemos sus cameos. En mi caso, lo afronté tras completar los Yakuza 0, Kiwami 1 y 2, así como los dos juegos de Ichiban.

Aventuras de Goro el náufrago

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Empezamos con nuestro protagonista despertando en una playa desconocida, sin acordarse ni de su nombre. Ahí conoce a Noah, un chico de la isla que lo ayudará y ambos formarán un vínculo que será clave durante todo el viaje. Por circunstancias de la vida, Goro se hará con un barco y ahí empezará de verdad la aventura. Y es una bastante desenfadada.

De todos los Like a Dragon/Yakuza que he jugado, este es probablemente el que menos se toma en serio a si mismo en buena parte de la trama. Nos cuentan una historia en su mayoría distendida, con Goro dejándose llevar por los acontecimientos mientras recluta a su tripulación o busca retos y tesoros por Hawaii. El tono dramático habitual de la saga no lo encontraréis aquí.

Diría que la historia principal es la menor de sus fortalezas, centrando todo su atractivo en nuestro carismático protagonista. Conoceremos a otros compañeros y enemigos que tienen su encanto, sí, pero tampoco están al nivel de profundidad de los que vimos en los juegos de Ichiban. De todas formas, siguen siendo buena compañía y agradezco que estén ahí.

A nivel narrativo es una aventura bastante ligera que utiliza entornos, conceptos y facciones vistas en Infinite Wealth, pero no esperéis algo elaborado en ese sentido. Sus mejores momentos están al final, cuando todas las piezas encajan, en especial con la escena post-créditos. Sin embargo es importante destacar que, para realmente emocionar, deberíais haber jugado los títulos anteriores.

Misiones secundarias, el plato principal

Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii viaje barco pirata

Debido a la falta de tensión en la historia principal, el juego nos invita a desviar nuestra atención hacia sus actividades opcionales. La saga suele tener un montón de este estilo, y aquí es más de lo mismo, solo que añadiendo la dinámica naval al conjunto. Y eso incluye exploración de zonas con el barco, batallas y duelos navales, así como combates multitudinarios «a pie» entre ambas tripulaciones.

No soy precisamente un amante del tema pirata, pero aquí me encantaron las mecánicas jugables. Mejoraremos el barco, lucharemos en alta mar o en un gran coliseo, cumpliremos objetivos secundarios para obtener más y mejores compañeros, los asignaremos en los puestos adecuados de la tripulación para sacarles el máximo rendimiento… Es más sencillo de lo que parece y funciona de maravilla.

Lo único «negativo» de que la mayoría del contenido interesante sea secundario es, por desgracia, que llegaremos demasiado poderosos a la trama principal si optamos por completar antes lo opcional. Aun así, siguen existiendo retos en batallas secundarias y siempre está la opción de dejarlas para después de la historia o subir el nivel de dificultad.

Por lo demás, ¿qué decir? Los mini-juegos habituales siguen luciéndose. Me gustó reencontrarme con el de repartidor delirante en bicicleta, la fotografía de pervertidos, el bateo (ahora explosivo) o Dragon Kart. Junto al amplio repertorio de actividades y misiones secundarias entretenidas, suman un buen puñado de contenido interesante y variado que vale la pena explorar.

El pirata loco de Hawaii

En cuestiones de combate, estamos bien servidos con un montón de batallas tradicionales, algunos jefes y otras peleas con tantos enemigos que casi parece un musou. Goro Majima tiene dos estilos de combate, el clásico con cuchillo de yakuza y otro centrado en su nueva faceta pirata. El primero está más centrado en combates individuales y el otro, en grupales.

Aunque «el perro loco de Shimano» sigue siendo un estilo ágil y fluido, la gracia está en exprimir el nuevo. Nuestro capitán va con dos sables que le permiten bloquear en todas direcciones, útil para las peleas multitudinarias. Pero es que además tendrá pistola y un gancho a su disposición, sumado a ciertas «invocaciones» que desbloquearemos, dándole ese toque vistoso y distintivo.

Como era de esperar, las batallas son bastante rápidas y dinámicas, incluso más que las del resto de juegos de acción de la saga. De hecho, lo que sí eché de menos fueron grandes duelos singulares contra jefazos que nos hagan sudar. Aquí el más destacable es el último de los opcionales, porque en la historia principal son bastante normalitos, sin siquiera hacer alardes en su espectacularidad.

De todas formas, el conjunto funciona genial a nivel jugable, ofreciendo una experiencia ágil y accesible. También destacaría que, al optar por un sistema de acción, recorrer la hermosa Honolulu es incluso más fluido a pesar de los enfrentamientos básicos. Apenas hay transición cuando nos ven los enemigos; nos acercamos, automáticamente empieza el combate y dura poco. Y yo lo agradezco.

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Valoración final

84/100

Pirate Yakuza será un juego polémico entre muchos fanáticos de Like a Dragon. Es un título secundario en su universo, de «corta duración», carece del tono dramático habitual de la saga y la jugabilidad ofrece una alternativa algo distinta a la fórmula de acción que solíamos ver con Kiryu. ¿A mí? Sinceramente, me encantó en general; fue una experiencia distinta y lo exprimí al 100% en unas 40 horas.

Como siempre que aparece, Goro Majima cubre de oro todo lo que toca. Me divirtió mucho tenerlo de protagonista, con esa personalidad tan característica. Varias de sus escenas son geniales y admito que la última me emocionó un poco. Lo consiguió en Yakuza 0, volvió a lograrlo en Kiwami 2 y ahora vuelve a hacerlo. Este tipo es de lo mejor de su saga.

Valoración Yakuza: Like a Dragon
Infinite Wealth
Los pilares de la aventura de Ichiban
Ichiban en Infinite Wealth

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