La Isla de la Armadura expansión de Pokémon Espada

Hace pocos días se puso a disposición de todo el mundo La Isla de la Armadura, la primera parte de la expansión de Pokémon Espada y Escudo. Recordemos que ya le dediqué un análisis a este juego, lo dejaré por aquí.

Falta por ver lo que ofrecerá las Nieves de la Corona, pero por ahora podemos valorar lo que han lanzado para este mes de junio. ¿Valdrá la pena volver a Galar?

Aventuras en la Isla

Tras ver al nuevo Slowpoke de Galar y viajar a la Isla de la Armadura, empieza nuestra experiencia en la nueva región. Esta es una zona abierta al estilo del Área Silvestre, pero mejor hecha y más lógica a nivel de diseño. De hecho, existe alguna tarea secundaria por hacer, como encontrar Digglet para recibir nuevos Pokémon como recompensa. O recolectar objetos para obtener interesantes ventajas tales como re-entrenar a tus monstruos, entre otras misiones útiles.

En la primera parte de la historia, conocemos a Sófora (en la versión Espada) y participamos en las tres pruebas para obtener el conjunto maestro del dojo. Los personajes derrochan carisma en apariencia, pero lo que hay de historia tras ello falla estrepitosamente. Además, los combates son fáciles al no estar nivelados. Encima de eso, cada vez que obtienes la victoria no paran de ensalzarte con diálogos sobrantes. Esto ya ocurre en la aventura principal, pero aquí molesta más por la acentuación de su absurdidad gracias al desnivel existente. Solo por este hecho, la experiencia jugable se destruye completamente.

La batalla final de esta parte es contra la propia Sófora y podemos utilizar Dinamax. Pero una vez más, la jugabilidad interfiere en otorgar una buena experiencia. Siendo el combate clímax contra este personaje, ni siquiera le dan seis Pokémon para su equipo, dejando sus miembros en cuatro. O lo que es lo mismo, cuatro golpes de tu Pokémon de confianza.

Lo difícil de todo esto es que me encanta Sófora en si y la idea del personaje. Tiene una personalidad divertida y podría dar para mucho más. Pero la historia en la que se inmiscuye es insípida por donde se la mire. La veo desaprovechadísima en todo sentido. Una pena mayúscula.

Kubfu se une al equipo

Una vez superado este «desafío», te dejan mejorar el dojo utilizando los vatios. Nada muy complicado más allá de añadir máquinas expendedoras o el PC en el edificio. Además, el maestro Mostaz te da permiso para llevar a tu primer Pokémon del equipo fuera de su Pokéball, algo positivo, aunque no tan bien implementado como en Pokémon Let’s Go. Ni de lejos.

La segunda parte de historia de este DLC consiste en estrechar vínculos con tu nuevo Pokémon, Kubfu, que fue la recompensa por vencer a Sófora. Esto no es más que llevarlo a diferentes localizaciones de la Isla de la Armadura para «disfrutar de las vistas» de la zona. Una tontería que tampoco se hace larga y sirve para explorar un poco el nuevo terreno.

Podría haberse hecho algo más, pero en su defensa puede alegarse que el nuevo Pokémon en su primera versión es bastante bonito y tiene buenas animaciones.

Entrenamiento

Después de eso, toca entrenar a Kubfu para ir a los desafíos que plantearán para él en una de las dos Torres. Tras superar estos retos con tu Pokémon, este podrá evolucionar a una de sus dos formas especiales. Suena maravilloso sobre el papel.

Sin embargo, para entrenar a Kubfu solo debes darle unos pocos caramelos, pues el juego te deja subirlo de nivel por tu cuenta, sin un viaje o experiencia extra de por medio. Una vez en la Torre de tu elección, te presentan cinco combates contra cinco entrenadores con un Pokémon cada uno. Debes vencerlo únicamente con tu Kubfu, pero como lo más probable es que lo tengas a nivel 100, todos te durarán un simple golpe.

El último rival es el maestro Mostaz, que hace una presentación espectacular en lo visual, pero la estropea sacando a la palestra otro Kubfu. Siendo «el mejor» de la zona, era mucho mejor que te sacase un Urshifu mínimo para que tu propio Kubfu mejorara, o algo parecido. Pero no podemos pedir mucho más. Cuando ganas el combate, puedes evolucionar a tu Pokémon al Urshifu del estilo elegido.

Como curiosidad, el maestro del Dojo también entrenó a Lionel, y si se quedase ahí la cosa hubiese sido suficiente. Como un dato más. Pero se apresura en estropearlo un poco utilizando al antiguo campeón para halagarte, pues dice que él ni siquiera llegó a la Torre. Dándole mérito a las tonterías que hemos hecho hasta ahora y rebajando a Lionel como personaje.

Experiencia Gigamax

Por último, tendremos que cumplir una misión para conseguir gigamaxizar a nuestro nuevo Urshifu. Una tarea en la que nos ayudará Paul, el rival de la aventura original. Hay que comentar que estas nuevas «Maxisopa» hacen que el Pokémon al que se la demos pueda alcanzar su forma Gigamax.

La tarea de encontrar un ingrediente para que Urshifu quiera comerse la Maxisopa es relleno incluso para este DLC, pero finalmente y después de librarnos de un enemigo dinamaxizado, logramos el objetivo. La última prueba tras esto es enfrentarnos otra vez al maestro Mostaz, el cual dice que irá en serio.

El combate final sería decente, pues incluso nos enfrentamos a seis Pokémon de tipos variados con su último miembro en Gigamax. Pero una vez más, al no estar nivelado y contar con seguramente criaturas a nivel 100, los enemigos a nivel 73-75 no nos harán ni sudar. Y otro dato curioso; pese a que parecía que habría espectadores, no se molestan ni en ponérnoslos en escena. Tras el combate vienen a felicitarnos, atestiguando que lo han presenciado, y probándonos que simplemente se ahorraron mostrárnoslo desde Game Freak.

Postgame de DLC

Es curioso, pero existe y puede que sea la parte más interesante de la Isla de la Armadura: la Prueba Ceñida.

Después de vencer a Mostaz y aparte de la posibilidad de repetir un combate contra él, desbloquearemos el acceso a la llamada Prueba Ceñida. Este «entrenamiento» consiste en superar cinco combates (o más) con tres Pokémon del mismo tipo en tu equipo, pudiendo curar entre combates solo en dos ocasiones. Por primera vez en el DLC tenemos un reto a superar que nos puede entretener bastante tiempo y no necesita de conexión a Internet para realizarse.

Aparte de eso, puedes continuar realizando las otras tareas que ofrece la Isla de la Armadura. Encontrar Digglet y cazar a los nuevos Pokémon añadidos parecen las dos más recomendables para explorar a fondo el nuevo contenido y entretenernos unas horas.

Nuevos Pokémon

No tienes por qué comprar la expansión para obtenerlos, por lo que quizá no es muy imporatnte comentar su inclusión más allá de los nuevos, pero aun así lo haremos.

Kubfu está bien y te hacen vivir un poco su «crecimiento». Pero su evolución en Urshifu en estilo brusco o fluido es demasiado parecido a la línea de Pangoro para mi gusto. Hay que mencionar el desperdicio que ha sido realizarle una historia a su obtención, entrenamiento y evolución, y no añadirle una trama jugable a la altura para sostener ese camino. Si lo hubiesen hecho, podría haber cambiado mucho la cosa; hubiese sido una parte memorable de la aventura Pokémon.

Slowpoke y Slowbro de Galar tienen conceptos interesantes. Es una pena que elijan a un Pokémon con tantas formas para añadirle otra más, pero como siempre los diseños regionales exclusivos están a un buen nivel. Su estilo sencillo y sus nuevos tipos me agradan. Todos los más de 100 antiguos Pokémon ahora disponibles están bien escogidos en mi opinión. Se alivia un poco el recorte de la Pokédex y menos mal que nadie debe pagar más dinero por ello. Es difícil no alegrarse por ver de nuevo a Scyther o Lopunny, por dar un par de ejemplos.

Valoración final

60/100

Por ahora, existen incentivos para volver a Galar… pero no tantos como desearíamos. Ahora mismo la excusa del coleccionismo de Pokémon no es muy buena, ya que nunca sabes si tus criaturas estarán disponibles en futuros juegos de la saga. La Prueba Ceñida y la exploración de la Isla de la Armadura, sus dos grandes virtudes, no justifican la compra actual de 30 euros por este contenido.

Su historia desde luego no se ajusta al precio pagado, de hecho afea el producto. Si pudiese adquirirse por la mitad, sin comprometerte en el lote al siguiente DLC, yo si lo vería óptimo. Pero si la intención de otra persona fuese experimentar exclusivamente su aventura para un jugador, yo no podría recomendarle esta Isla de la Armadura por el coste completo.

Sinceramente, sugeriría esperar a ver lo que ofrece las Nieves de la Corona para que la compra no se haga amarga con solo lo ofrecido hasta ahora. Eso sí, en su defensa debo decir que es mejor y más barato que bastantes DLC que tenemos en diferentes juegos a día de hoy. Pero Game Freak no para de darnos pruebas de que está acomodado en su posición privilegiada; el poco trabajo en algunas secciones se nota bastante.