Impresiones Shin chan: Nevado en Carbónpolis
Tuve la oportunidad de probar Shin chan: Nevado en Carbónpolis, el inminente juego de aventura del niño más descarado del anime, para daros mis impresiones sobre la experiencia. De paso, os recuerdo que el título sale el día 24 de este mes de octubre para Nintendo Switch y PC a través de Steam. ¡Y con subtítulos en español, algo que siempre se agradece!
Aquellos que jugasteis el título anterior, «Mi verano con el profesor», ya sabréis de qué estilo de juego se trata. Y para los que no, estamos ante una aventura relajante en la que viviremos una historia original con Shinnosuke mientras cumplimos tareas de su día a día, en este caso por la ciudad de Akita y un lugar misterioso llamado Carbónpolis.
Visitando el pueblo de Hiroshi

El padre de Shin chan se lleva a su familia a una casa rural en el lugar que lo vio nacer y a partir de ahí, encarnamos a nuestro protagonista para empezar a explorar y conocer a los personajes de Akita. Lo primero que llama la atención del juego es lo bonito de su ambientación, con un estilo visual apropiado para adaptar el universo de la serie.
Aunque gozamos de cierta libertad, al principio nos llevan un poco de la mano para ir descubriendo el bucle jugable. Básicamente, la historia avanzará conforme cumplamos misiones a nuestro ritmo, ya sea recolectando objetos, cazando bichos o pescando, entre otras cosas. Según completemos esas pequeñas tareas, nuestras posibilidades irán en aumento y veremos más escenas de trama.
La gracia del juego es que, además de Akita, llegará un punto en que Shinnosuke descubrirá la misteriosa ciudad de Carbónpolis. Ahí nos toparemos con otros personajes, más misiones y un conflicto incipiente que será la principal atracción narrativa. Por supuesto, el juego tiene la esencia de Shin chan, así que no esperéis nada demasiado intenso en su historia o jugabilidad.
A pesar del encanto de los personajes y entornos, lo que sí echo en falta es más del sentido del humor y las situaciones cómicas que solemos ver en la serie. Es cierto que nuestro protagonista mantiene su personalidad, gestos y costumbres (¡como la danza del culo!) pero lo veremos más tranquilo que nunca. Quizá sea algo a tener en cuenta si buscáis aquí ese tipo de contenido humorístico.
Conclusiones

Shin chan: Nevado en Carbónpolis viene a ofrecernos una experiencia muy adecuada para desconectar y otorgarnos la simple satisfacción de cumplir tareas, rellenar la lista de coleccionables y disfrutar de su apacible ambientación. A mí me funciona, pero es importante destacar que estamos ante un juego sencillo y orientado a todos los públicos.
Más adelante volveremos a hablar de mi experiencia con el título, pero si sois fans del pequeño Nohara y os apetece disfrutar de un juego en su universo, conviene que no lo perdáis de vista. Y efectivamente, si os gustó «Mi verano con el profesor», aquí tenéis más y mejor de lo mismo.
Nos engañan los ojos o estabas pescando en esa imagen? jaja