Final Fantasy: Top personal de la saga principal
Ya hacía un tiempo que no hablaba de Final Fantasy, y voy a retomarlo con una entrada bastante desafiante.
Esta saga cuenta con unos títulos espectaculares que han acabado alzándola como mi favorita del género y la primera entre mis preferencias en el mundo de los videojuegos junto a Baldur’s Gate. Todo lo que he tocado en esta saga me gusta y es difícil ordenar mis preferencias en este sentido. Pero aquí voy a intentarlo en un top, de menos a más.
Se complica en especial cuando se alcanzan los primeros puestos de la lista. Al fin y al cabo, hay muchos sentimientos y situaciones personales involucradas en la experiencia a la hora de jugar estos títulos. Eso sí, habrá muchísimos SPOILER para poder expresarme con libertad. Avisados quedáis antes de leer lo que escribo debajo de cada título.
Antes de empezar, debo decir que no incluiré Final Fantasy XIV. Me encanta y lo he jugado muchísimo, pero es un MMORPG y por más que quiera no soy capaz de verlo como una experiencia similar a las demás. Aunque tenga su campaña a completar , para mí es un multijugador y eso debe ir separado de los títulos single player al abordar comparaciones.
Tampoco situaré los Dissidia. Les tengo mucho cariño a los de PSP, los he explotado más de lo que me gustaría admitir. Son un homenaje a la saga y no pertenecen a su rama principal, así que no tienen hueco aquí. Aclarado eso, empezamos:
13 – Final Fantasy X-2

Empezamos por la cola y abordando la secuela del que objetivamente es el mejor Final Fantasy de los realizados hasta la fecha. En mi opinión, claro. Su segunda parte, sin embargo, cae muy por debajo debido a varias razones.
Creo que el anuncio de este título en su día nos pilló un poco desprevenidos. La entrega X acabó con gran maestría y no parecía que fuese a extenderse más. Pero Square Enix nos sorprendió con un juego en el que protagonizaría Yuna con todas las de la ley, junto a Rikku y una muchacha desconocida. No mentiré, yo estaba encantado; Yuna es de mis personajes favoritos y no me parecía mal ver una especie de «spin-off» en el que pudiese vivir más aventuras junto a ella. Y acompañada de Rikku, que no es poco. Pero no salió tan bien como pensaba.
El juego nos cuenta una historia que continúa con la precuela, y de forma canónica ni más ni menos. Tras su inicio, vemos que el motivo del nuevo viaje ya nos hace fruncir un poco el ceño. Y es un sentimiento que no desaparece ni tras su final verdadero; ¿por qué tocar una trama que era ya perfecta? Este detalle y lo pesado de alcanzar dicho final verdadero (completando el 100% del juego) es lo que me hizo situar por debajo a este X-2.
No todo es malo, desde luego. Tramas forzadas aparte, Tidus y Yuna caen bien y no es desagradable verlos felices por fin. Se lo merecen. El juego cuenta con momentos bastante emotivos y canciones espectaculares, además de una jugabilidad muy sólida en sus combates. Ver a las tres chicas en modo magical girls tiene su parte de gracia. Y por supuesto, la canción de «1000 words«.
12 – Final Fantasy XII

Mi aventura principal menos favorita de la saga. No me quiero extender mucho; ya lo hago en otra entrada, mostrando los motivos por los que no me encantó tanto como debería. Dicho esto, ¿me parece un juego malo? ¡Ni mucho menos!
Lo que más me gusta de este Final Fantasy es el mundo en el que se construye su historia, así como algunos personajes. Ashe y Fran son magníficas y ojalá hubieran tenido más papel. Balthier es un estereotipo de protagonista que gusta a muchos y no es de extrañar, pero por desgracia la trama no se centra en él o hubiese mejorado. Basch y sus problemas fraternales siempre dan ese punto morboso ante la expectativa de enfrentarse a Gabranth, engrandeciendo a ese antagonista en cuestión. El villano principal, Vayne, es interesante y un rival acertado para este grupo.
En lo personal, lo que me molestaba es la participación descafeinada del que se supone que protagoniza de verdad, Vaan. No es que sea mal personaje, pero una historia así no puede enfocarse en él como elemento principal. Esto se suma a la jugabilidad, que me parecía pesada, haciendo que esta aventura no acabase de convencerme tanto como otras. Menos mal que Zodiac Age vino para mejorar todo el apartado jugable y darnos una preciosa oportunidad de revivir la experiencia sin ese escollo que era su combate y progresión. Todo un salvavidas, la reciente versión del XII.
11 – Final Fantasy VI

Para gustos, colores, y este es el caso de este puesto. Sé que muchos lo consideran el mejor o de los mejores, pero yo no puedo preferirlo a los demás.
Empezaré diciendo que para mí, aparte de la música, tiene dos grandes virtudes. Y estas son Terra y Kefka. La protagonista es el mejor personaje sin lugar a dudas y una de las razones por las que me encantaría un Remake de Final Fantasy VI. Por otro lado el villano principal no se queda atrás, quizá incluso la adelante; nunca un loco malvado me ha parecido tan bien presentado. La historia juega a su favor, pues el momento en que obtiene su victoria es tan increíble como inesperado. No puedo más que agradecer a la existencia de los Dissidia, que nos dan la oportunidad de manejar más a estos dos personajes en otros ámbitos.
Así que dicho esto, sí, me gusta este juego. Pero no tanto como querría, y la razón es sencilla: no conecto con la mayoría de los otros protagonistas. Celes y Edgar aparte, los demás simplemente no me encajan. El juego cuenta con momentos humorísticos que no son mi estilo, rebajando además el tono de seriedad en muchas escenas o sucesos. El peor caso es la tragedia que vive Cyan y su actitud al respecto. Creo que fue el lugar clave en el que me desvinculé un poco de la trama; eso y Ultros, cuyas apariciones no soy capaz de asumir.
Afecta en cierto modo que lo jugué mucho después de su salida, en GOG y luego en Steam. No sé si eso desmerecerá al juego, pero fue mi caso y mi experiencia personal. Sin embargo, soy capaz de reconocer todo el potencial que tiene y lo extraordinario de su protagonista y villano. En mi opinión, repito esto: si un Final Fantasy merece y necesita un Remake, es el VI.
10 – Final Fantasy VII

Espero que nadie me muerda por ponerlo «tan abajo», pero al fin y al cabo son mis gustos personales. Fue mi primer Final Fantasy, pero en su día no tuve la mejor experiencia con él.
Reconozco que me fascinó Midgar y los acontecimientos que vivimos allí junto a Cloud, siendo esa parte mi preferida del juego. También todo lo relacionado al cañón Cosmo y Red XIII, quien era mi personaje favorito. Y no puedo olvidar todo el misterio de Sephiroth y su imponente presencia, perfectamente construida en la historia. Todo lo demás, por desgracia, no me acabó de encantar en su día.
Afortunadamente y gracias a sus versiones y «ports», pude jugarlo de nuevo más adelante y reconocer sus muchas virtudes. Renové mi cariño hacia personajes como Tifa o Aerith, siendo más consciente del precioso mundo en el que se encontraban. Pero me pilló tarde, como suele decirse, y los sentimientos involucrados con la aventura ya estaban ligeramente dañados. Por esa razón el título original no pudo subir más en mi rango de preferencias.
Admito que sus adaptaciones nuevas y spin-off me gustaron más y me han hecho valorar este mundo como se merece. Aun así, en lo referente al juego base se quedará por aquí. No es que Final Fantasy VII vaya a dejar de aparecer en esta lista…
9 – Final Fantasy XV

Aun a día de hoy creo que las imágenes promocionales de este juego, con los cuatro chicos y sus peculiares pintas, no le hacen ningún favor. Es el aspecto de los protagonistas lo que a algunos les pareció confuso en un principio. No debe prejuzgarse por las apariencias, pero es cierto que no resultaba esperanzador. Tampoco ayudaba todo lo que hubo detrás del XV, con todo el desarrollo extraño de Final Fantasy XIII Versus y ese largo y tortuoso etcétera.
La realidad es que cuando nos adentramos en la aventura de Noctis nos damos cuenta de lo muy bien trabajados que están los cuatro amigos que protagonizan la historia. Su relación se siente muy natural y creíble, consiguiendo fácilmente conectarnos con los personajes y sus problemas. Las aficiones de cada uno, las fotos de Promto, las combinaciones al combatir y esos pequeños ratos en coche potenciaban la inmersión en esta bonita relación de amistad. Añado que, en mi opinión, Noctis me parece un muy buen protagonista. Su historia es emocionante y te incita a saber más cada vez, en especial al dirigirnos a las últimas horas de la trama.
Pero no podemos deshacernos en elogios con su jugabilidad, pues ese combate es entretenido pero demasiado simplificado, alejándose de los turnos clásicos de la saga. No es que fuese mal sistema, pero no se hace querer por su poca complejidad. Aun así, creo que el fallo real de Final Fantasy XV es esa torpe aproximación al mundo abierto que recorremos en la primera parte de la historia y el postgame. Sin duda lo que menos me gusta del juego; cuando podemos volar con el coche ya es demasiado tarde. Aunque admito que me encantó la peligrosidad que implicaba viajar de noche y lo agradable de algunos momentos en la exploración de los escenarios. Podría haberse mejorado mucho y quedar perfecto.
Esos defectos que mencioné se pasarían por alto y sería fácil quedarme con la bonita experiencia general de su historia y personajes. Pero Square Enix decidió que sería buena idea fragmentar la historia y vender algunas partes importantes por separado. Algo así como trozos de trama sobre los protagonistas arrancados del juego y venderlos aparte. O explicar bien al villano principal en un DLC y no en el propio título. No fue el mejor movimiento de la empresa, manchando un poco esta entrega con estrategias comerciales innecesarias.
8 – Final Fantasy XIII-2

Sí, la saga del XIII es de las que más me gustan. En este caso empezamos por mi menos favorito de los tres, XIII-2. Los motivos se explican rápido: el inicio de su historia me parece algo tirado por los pelos y Serah no es la mejor elección de protagonista que tenían disponible. De hecho, estos elementos fueron los que me apartaron del título en su salida, prefiriendo quedarme con la excelente experiencia del primer juego. Años más tarde decidí darle una oportunidad por fin y no me arrepentí.
Final Fantasy XIII-2 mejora las partes jugables de su precuela. Es cierto que perdemos al elenco de personajes, pero los combates por turno ganan dinamismo y utilizan la base del primer título para aplicar algunos ajustes. Pero no queda solo en eso; la controvertida linealidad «desaparece» y ahora tenemos posibilidad y motivación para explorar los distintos escenarios por los que viajamos. La temática de las líneas temporales en la que se centra la aventura ofrece grandes momentos en varios sentidos y eso hace que se le perdone ese inicio cuestionable en su argumento.
Otro elemento destacable aquí es la inclusión de los nuevos personajes a la historia original. Noel es un buen protagonista, Yeul posee un halo de misterio muy atractivo y Gaius nos regala el mejor villano de la trilogía del XIII. El grupo ya conocido sale poco, siendo Hope quien aparece más. Pero no creo ser el único que agradece el rol que se le otorga a este chico, ya que era de los más prometedores entre los anteriores protagonistas. En mi opinión, de hecho, debería ser él quien liderara la aventura en una segunda parte, pero tampoco me quejo del papel que le acabaron dando.
7 – Final Fantasy XIII

El primer juego de la trilogía más infravalorada de la saga Final Fantasy. Vamos a ser directos desde el principio: no creo que su linealidad fuese un defecto. Este título estaba diseñado para centrarse completamente en su historia, personajes y combates, dando espectacularidad a los gráficos (manteniéndose geniales a día de hoy) y ofreciendo preciosa música para acompañarlo todo. Se sacrificó exploración para enfocarse en lo que les importaba del juego. ¿Es un error? Pues no, es una decisión. Puede gustar más o menos, pero que sea diferente no la hace mala y mucho menos un fracaso.
Dejando a un lado el entretenido sistema de combate y su hermoso apartado audiovisual, lo que más me encandiló de este juego fueron sus personajes. Todos son muy carismáticos y tienen su propia historia, la cual tiene que ver obviamente con la trama principal. Los sucesos les hacen cambiar poco a poco y desarrollarse. Estos protagonistas empiezan de una forma y acaban de otra muy distinta, todo ello bien justificado y haciendo partícipe al jugador de cada paso emocional que dan. No puedo más que sentir mucho cariño por Lightning, Snow, Hope, Vanille, Sazh y Fang.
La emocionante aventura de la decimotercera entrega es muy completa en su historia y hay poco que criticarle al respecto. No tiene un villano memorable, pues el enemigo es más el concepto del «destino» que otra cosa y sus antagonistas solo sirven para simbolizar ese hecho. Podríamos tener una buena experiencia con solo el primer título de la trilogía, no vivir los otros dos y quedarnos satisfechos. Aunque no sería mi recomendación, viendo los otros dos buenos juegos y la magnífica conclusión que tienen detrás.
6 – Final Fantasy VII Remake

Pues algo habré disfrutado este juego con todas las entradas que le he dedicado, ¿verdad? Pues debo decir que si fuese una experiencia completa (que tuviese un final de verdad) o solo hablásemos de jugabilidad, estaría de los primeros de la lista. No estamos en ninguno de esos dos casos, así que lo he bajado hasta aquí, pero es sin duda un grandísimo título que merece su reconocimiento en la saga.
Soy consciente de que este Remake distorsiona y cambia muchísimas cosas del título original, así que está lejos de ser una recreación con mejores gráficos. Y menos mal, sinceramente, ya que de esta forma podemos vivir nuevas aventuras que no empañan para nada ninguna de las anteriores experiencias de Final Fantasy VII. Entre sus grandes virtudes está la de reencontrarnos con increíbles protagonistas sumergidos en los conflictos de una impactante y preciosamente recreada Midgar. Todo ello con un impresionante sistema de combate que es en mi opinión lo mejor que ha dado esta saga. La manera acertada de pasar a una fórmula de acción en la jugabilidad.
Algo muy importante que ha conseguido este Remake para mí es dar mayor profundidad y por ende mejorar a sus protagonistas. Barret ha pasado de ser un personaje más de la saga a encontrarse entre mis favoritos. Tifa es de lo mejor tanto en su personalidad como a la hora de llevarla a la batalla, ofreciéndonos la experiencia jugable más entretenida cuando la manejamos. Aerith ya me gustaba bastante de antes, y ahora no es diferente, pero la envuelve un misterio que puede cambiar su destino e incluso situarla como la líder del grupo. Y bueno, el poder ver las expresiones y reacciones al detalle de personajes tan reservados como Cloud hacen que apreciemos mejor su personalidad.
Quedan juegos de esta nueva saga por llegar y en su conjunto nos darán la posibilidad de valorar con justicia toda su historia. Pero en un principio, a mí me parece que la aventura está llena de posibilidades y tiene potencial para ser increíble. Quien no vea el enorme jugo que se le puede sacar a un mundo como este con el Remake es porque prefiere estar ciego a la realidad. Que consigan aprovecharlo como nos gustaría ya será otro tema.
5 – Lightning Returns: Final Fantasy XIII

Mi yo del pasado se escandalizaría al verme poner tan arriba un juego protagonizado por Lightning, pero así es. En su día fui incapaz de disfrutarlo, no porque no me atrajera su premisa, si no porque existía lo que creía que era un obstáculo insalvable: Final Fantasy XIII-2. Pero cuando por fin le di una oportunidad a esa segunda parte, ya me vi preparado para adentrarme en este. Y que buena decisión.
El mundo se acaba, y la heroína debe salvar tantas almas como pueda antes de la conclusión final. La aventura se aleja mucho de cualquier Final Fantasy que hubiese jugado con anterioridad en todos los sentidos. Tenemos además una única protagonista controlable y un mundo abierto que explorar libremente. Su mecánica base consiste en completar misiones secundarias en el recorrido temporizado de Lightning, aparte de ir avanzando en la trama principal.
En un inicio puede parecer una mala idea, pero todo lo contrario. Fue y es un placer experimentar estas tareas secundarias con la protagonista, que lejos de ser simples recados, explican pequeñas historias de las que Lightning aprende reflejándolas en su propia vida y problemas. Y es fundamental que lo hagamos, ya que la única forma de progresar y fortalecer a la chica en lo jugable es completar estas minitramas.
Otra parte que me encantó del juego es el sistema de combate, acercándose a la acción. La personalización también ofrece muchísimas posibilidades y no solo por ver a Lightning con diferentes trajes y armas, si no por todas las variantes de las que disponemos. Además de eso, nos ponen por delante varios jefes que son un desafiante reto a superar. Incluyendo al jefe final, que sirve de perfecta antesala para la preciosa conclusión de la historia en esta trilogía.
4 – Crisis Core: Final Fantasy VII

Si hablásemos únicamente de jugabilidad, por supuesto que este título no estaría tan alto. Pero la experiencia completa que ofrece el juego involucra muchísimo sus personajes y su historia, algo que yo valoro sobremanera, y aquí me atraparon totalmente. Genesis, Angeal, Sephiroth, Aerith, Tseng… Todos individuos memorables. Pero sobre todos ellos está Zack, uno de los mejores protagonistas del mundo de los videojuegos.
Recuerdo que, dejando a un lado los Dissidia y Kingdom Hearts mediante sus cameos, hacía mucho tiempo que yo no tocaba nada relacionado con Final Fantasy VII y mantenía mi reticencia por esa entrega. Y un buen día se anunció y luego puso a la venta este magnífico Crisis Core. Yo tenía mis reservas, pero como disponía de una PSP me compré el juego y le di una oportunidad. Tanto llegó a gustarme que lo acabé dos veces seguidas de lo fascinado que me dejó.
Toda la aventura te mantiene enganchado a la consola y aunque no tiene las mejores mecánicas jugables, su historia se basta y se sobra para tenerte atrapado. La bonita relación amorosa entre Zack y Aerith es inolvidable. También conocer a Sephiroth antes del cambio, la interacción con sus dos carismáticos amigos en Soldado y los geniales momentos que nos deja ver cuando descubre quién es. Y por supuesto, los inicios de Cloud, un personaje que en este Crisis Core se hace querer. Creo que hasta la fecha ningún juego ha superado para mí el emotivo final de esta entrega.
Sí, Crisis Core es una de mis debilidades personales en el mundo de los videojuegos. La otra es el primer puesto de la lista.
3 – Final Fantasy IX

Una bellísima historia que nos habla sobre el valor de la vida y la realidad de la muerte. Incluye amor y amistad en su justa medida, todo narrado de forma maravillosa para sumergirnos en su mundo. Los personajes que nos acompañan en la trama de Final Fantasy IX son entrañables, tanto aliados como enemigos. Están muy bien trabajados y nos ofrecen multitud de diálogos de valor. Con menos conversaciones que en otros juegos, estos protagonistas nos dicen mucho más. Es imposible no sentir cariño por Vivi, Yitán o cualquiera del grupo con el que acabes conectando.
Como en toda trama que llegue al excelente, tiene un villano a la altura de las circunstancias. Kuja me gusta tanto que le dediqué una de mis entradas más extensas. Es un antagonista impecable que finaliza su papel de la mejor forma, en parte gracias a la personalidad de Yitán que hace posible la inolvidable escena de su muerte. Pero no es el único enemigo; para acompañarlo en esta aventura tenemos a la reina Brahne, quien es otro gran personaje con un final muy acertado. Me gustaría decir lo mismo de Garland, pero no llega al nivel de los otros dos.
La jugabilidad también me encanta, pues recupera el sistema de roles algo perdido en los VII y VIII. Personalmente prefiero eso a las materias o G.F. Es cierto que más allá de los jefes extra y los retos ajenos a la aventura principal, este juego no es muy complicado. Pero presenta el reto justo para ofrecer una experiencia satisfactoria para cualquiera que se ponga a jugarlo. Eso creo que lo hace más que de sobra merecedor de encontrarse entre los mejores JRPG de la historia.
2 – Final Fantasy X

Objetivamente es el mejor título de la saga. O eso creo yo, vaya; el número de su entrega ya te adelanta lo fácil que es adjudicarle la nota máxima en cualquier análisis. Final Fantasy X es perfecto en todo, o tan cerca de la perfección como se puede estar.
Cuenta con una increíble historia de temática interesante, personajes derrochando carisma sin excepción y acertados combates por turnos. Algunos dicen que es lineal como si fuera un defecto, pero no es ni una cosa ni la otra. Lo cierto es que posee la exploración justa para buscar secretos y una lista de tareas secundarias desafiante a la par que entretenida a la que dedicarse si existen ganas de explotar al máximo esta aventura. Quizá exceptuando el tormento de la Llanura de los Rayos en su mayor reto.
Final Fantasy X es un sueño, y nunca mejor dicho. Pone los sentimientos por delante en una magnífica aventura que no deja indiferente a nadie. El gran viaje de Yuna y su enorme resolución, la verdad sobre Tidus y su final, el personajazo que es Auron… Lulu es una mujer increíble donde las haya y es fácil que esté entre nuestras preferencias una vez la conocemos. Wakka (y también le pasa a Tidus) es muy criticado, pero a mí me parece un genial personaje que sirve para mostrar el mundo y la sociedad de Spira desde dentro. Encima tiene una perfecta evolución y su ignorancia respecto al origen de Rikku resulta muy simbólica en todo sentido.
Es muy difícil hablar de esta entrega y no extenderse hasta el infinito, así que lo dejaremos por aquí.
1 – Final Fantasy VIII

Mi favorito desde que lo probé cuando era un crío. Sí, lo he rejugado más veces de las que puedo contar y no me avergüenzo en absoluto. Disfrutar tanto de este como de otros títulos de la saga es una gozada y la aventura de Squall es la que más he revisitado. No es el mejor juego objetivamente hablando, pero es inevitable que lo subjetivo entre en escena.
Soy consciente de sus carencias jugables y argumentales. Para mí lo grave, por decirlo de alguna forma, es la falta de profundidad a la hora de contarnos más sobre Artemisa/Ultimecia. Sin embargo, los sentimientos personales y la forma de conectar con la historia y sus personajes es muy influyente a la hora de elegir un favorito personal. Y yo le guardo infinito cariño a Squall, Rinoa, Laguna y compañía. Me parece que cuentan una preciosa historia en la que sumergirte y no ser capaz de salir hasta que acaba. Más adelante le dedicaré su propia entrada, pues creo que la merece.
Recientemente se puso a la venta una muy mejorable versión remasterizada del juego y me apena bastante que ni la propia Square Enix se tome en serio uno de sus títulos más importantes. Al menos a la hora de hacerle un lavado de cara. Por fortuna, sí que cuenta con algunos elementos que pueden hacer la experiencia más amena para las rejugadas, además del rehecho visual en los personajes.
Conclusiones
Pues hasta aquí el top. Entiendo que más de uno y de dos estarán en desacuerdo con bastantes puestos, si no todos. Pero es lo que tiene una lista de preferencias personal, es difícil que existan dos iguales. Final Fantasy es una saga muy importante en el mundo de los videojuegos y me parece maravilloso que cada uno tenga sus favoritos. Todos podemos encontrarnos especialmente cómodos con cualquiera de sus entregas. Yo las aprecio todas muchísimo, incluyendo las que en teoría he situado por detrás como X-2 o XII.
En realidad he hecho esto también en homenaje a las 100 entradas de la web, viendo que en su mayoría he hablado de Final Fantasy. No era mi intención inicial que la saga de Square Enix fuese la principal temática del blog. Por lo general voy escribiendo de lo que me apetece y me temo que así seguiré, aunque casi siempre centrándome en RPG occidentales u orientales. Eso sí que no cambiará, ya que el rol es mi género favorito.
¡Os dejo un enlace al vídeo donde intento hacer la lista con un plan más objetivo!