Fate/Extella Link y el poder del contexto necesario antes de jugar

Mi historia con Fate/Extella Link es curiosa, porque fue mi antiguo primer y torpe intento de entrar en el universo de Fate del que tanto había escuchado recomendaciones. Pensé: me gustan los musou, así que esta debe ser la mejor puerta de entrada, ¿verdad? ¡Pues no! Sucedió allá por 2022, cuando adquirí el juego en oferta. Lo completé, me decepcionó y quedó relegado a un hueco de la estantería.

Sé que en gran parte es culpa mía por comprar «a ciegas», pero a veces Internet te pone complicado el buscar información evitando spoilers. Preferí no hacerlo, por lo que ignoraba que estaba ante básicamente una secuela de una secuela. Mi verdadera entrada en Fate sucedería en 2023 con Samurai Remnant y continuaría este año con Stay night, algo que necesitaba para regresar aquí.

Mi opinión de Fate/stay night
Valoración Fate/Samurai Remnant

Ahora, con la vieja novela visual y otras experiencias como las series a mis espaldas, sí pude disfrutar mucho más de este Fate/Extella Link. Aun así, eso no le quita sus defectos.

Una primera impresión justificada

Aunque ahora me lo haya pasado bien con el juego, tampoco me extraña mi reacción inicial hace tres años. Desprovisto del contexto de su historia ni conociendo a sus personajes, lo cierto es que estaríamos ante un título de acción mediocre. Fate/Extella Link es una versión de musou que jugablemente mejora a su antecesor, The Umbral Star, pero sigue sin ser demasiado brillante.

Hay varias razones para que no destaque en el género y la más importante es obvia: se vuelve repetitivo muy rápido, incluso a nivel visual. Los musou evolucionaron mucho con el tiempo, pero este se estancó a medio camino. La estructura de escenarios no le hace ningún favor, pues están divididos en zonas prácticamente iguales plagadas de enemigos irrelevantes.

Todas las fases del juego consisten en desplazarse rápidamente hacia el objetivo de turno y utilizar las técnicas especiales del personaje que lleves, sin más. Las clásicas combinaciones de ataques rápidos y fuertes quedan a un lado, porque golpear así es absurdo cuando tus cuatro habilidades disponibles son muchísimo más útiles y casi siempre están disponibles.

Son detalles clave, pero que podrían pasar a un segundo plano si el juego nos dejase combatir a nuestra manera, aunque sea contraproducente. ¡Pero no tenemos esa suerte! Los objetivos de las misiones suelen tener contadores de tiempo y perderemos si no los cumplimos en el momento adecuado. Así que nada, estamos ante un musou que obliga a luchar contrarreloj machacando las técnicas, jugándose prácticamente igual con todos sus personajes.

¡Todo mejora con el contexto adecuado!

Por mucho que que el juego siga teniendo sus defectos, el disfrute es muy superior cuando sabemos dónde nos encontramos a nivel narrativo y quién son esos Servant que podemos controlar. En tema de historia es obvio, y aunque la de este sea anecdótica, es agradable de vivir si conoces lo sucedido en sus precuelas.

Al final estamos ante un buen elenco de personajes compuesto por héroes propios junto a los de Extra, Stay night, Zero y Apocrypha. Hay una gran diferencia entre jugar con «luchadores bonitos» a entender que estás a los mandos de la entrañable Artoria, tener la oportunidad de controlar a Lancelot, disfrutar de la agilidad de Cú Chulainn o arrasar con la espada de Nero.

Si bien sentí algunos personajes más útiles que otros, me pareció que sus movimientos y técnicas encajaban bastante bien con lo que conocía de ellos. Y al apreciarlos de sus otras obras pude disfrutar de la sensación «fanservice» de poder luchar a los mandos de cada uno de ellos. Los que más me gustaron son los que acabo de mencionar junto a Gilgamesh y Medusa.

Eso sí, aunque son unos cuantos, me siguen faltando figuras importantes. Este tipo de juego se prestaba a incluir más personajes de Apocrypha como Mordred, o los Berserker y Caster de Stay night, por ejemplo. Entiendo que son muchísimos y no caben todos, pero las ausencias duelen. O el asunto de solo tener a un héroe de la clase Assassin.

Conclusiones

A pesar de disfrutarlo en esta nueva oportunidad con el contexto necesario, Fate/Extella Link me parece un juego que simplemente «está bien», sin más. Sí vale la pena, pero para fans de sus precuelas o ya metidos en la saga Fate. Y quería destacar la enorme diferencia que supone jugar a un título cuando toca, sin apresurar la experiencia. En contraste con hace unos años, ahora me alegro de haberlo comprado.

Todo este mundo alternativo que ofrece la vertiente de Extella y compañía me parece interesante, así que me alegro de que vayan a retomarlo con un remake de Extra. Ignoro si se quedará ahí o también relanzarán este y The Umbral Star, pero no sería mala idea. Un mejor título del estilo, con un elenco más completo dedicado a esta saga… ¡uf! Sería increíble.