Fallen Legion: Rise to Glory, review previa a Revenants
Ante la proximidad de una nueva entrega el mes que viene, he visto adecuado realizar una breve reseña sobre Fallen Legion: Rise to Glory. Para quien no lo sepa, esta versión (disponible en Nintendo Switch y PC) recopila los dos títulos de la saga: Sins of an Empire y Flames of Rebellion. En PS4 también están disponibles, pero por separado. Aviso importante: no están en español.
Profundicemos un poco en este inseparable par de aventuras:
El Imperio en pie de guerra
Cuando iniciamos el juego, nos dejan elegir un protagonista: la princesa Cecille o el rebelde Legatus Laendur. Tranquilos, que no es una elección definitiva y podéis cambiar de historia cuando queráis. Cada uno presenta un lado del conflicto que envuelve toda la trama de este Fallen Legion; aunque la aventura jugable resulta muy similar, lo que nos cuentan obviamente no lo es. Bastante recomendable completar los dos caminos si la historia te llama lo suficiente como para explorarla a fondo.
Si escogemos el bando de Cecille, veremos los problemas de la joven princesa y el enorme peso de su herencia. En el humilde formato que tiene el juego al presentar su historia, lo cierto es que la chica consigue funcionar muy bien como protagonista de la trama. La mayor parte de su camino se apoya en el conflicto que sostiene con el carismático libro parlante que porta. Seremos testigos de su destino para con su Imperio y el camino que debe recorrer hasta alcanzarlo, siendo una experiencia que vale la pena disfrutar.
Por otro lado, siendo decente la historia de esta guerra contada desde el bando del Laendur, debo admitir que a mí no me pareció tan amena como la primera aventura. Es en su lugar donde se notan más las carencias de la trama. No en su argumento, pero sí a la hora de presentar los hechos. Debemos tener en cuenta que los recursos son los justos. Casi siempre estaremos viendo a uno o dos personajes dialogar entre ellos con un paisaje de fondo, a modo de novela visual limitada. Creo que Cecille le gana terreno a Laendur, por lo que yo recomiendo empezar por ella.

Un líder y tres súbditos
Los toques RPG en la progresión de nuestros protagonistas los tendremos a la hora de equiparles accesorios y elegir nuestra formación de luchadores invocados. Para combatir, Cecille o Legatus invocarán guerreros gracias a sus peculiares poderes, cuya razón narrativa la tendremos explicada dentro del juego.
Nuestra función previa al combate será elegir nuestros combatientes activos entre los que tengamos disponibles, así como un importante talento pasivo que definirá mejor su función. Es importante elegir una formación adecuada, con un buen posicionamiento según su rol. La plantilla de personajes a invocar no es muy amplia: tenemos luchadores que aguantan más castigo, otros centrados en el daño o algunos que apoyarán más a sus compañeros. Pocos, pero bien construidos en sus mecánicas.
Tras cada escaramuza, nuestros personajes se desplazarán hacia la siguiente y será en ese momento donde ocasionalmente nos planteen alguna decisión. Estas elecciones, aunque con poco peso argumental real, potencian de una u otra forma a nuestros personajes. No es una mala mecánica, pero nos dejan un tiempo muy limitado para elegir entre tres opciones cada vez. Si bien es cierto que es una fórmula que funciona y agiliza el ritmo del juego, podría haberse mejorado un poco.

Acción por turnos
La jugabilidad de estos títulos está totalmente centrada en las batallas, limitando nuestro desplazamiento a elegir la siguiente fase del mapa donde queremos adentrarnos. Tenemos un sistema de combate por turnos muy activo que podría recordar a Valkyrie Profile o Indivisible. La acción de cada personaje invocado está asignada a un botón, teniendo por su lado el protagonista tres hechizos para apoyar en batalla. Además de eso podremos bloquear ataques con otro comando, algo esencial para anular el daño.
Cuando llega la hora de luchar, Fallen Legion puede engañarnos un poco en la mayoría de sus combates. Lo cierto es que da la impresión de que podemos superar las batallas aporreando botones sin más. No es algo del todo incierto, pues muchas de ellas son así. Sin embargo, cuando llegan los retos de verdad lamentaremos no habernos fijado en cómo jugar con propiedad.
La fórmula de combate es muy satisfactoria en sus enfrentamientos más desafiantes. resultando muy ágil y dinámica. Se hace crucial bloquear ataques en el momento justo y utilizar los turnos de los personajes de forma inteligente. Por desgracia, se cuentan con los dedos de las manos estos momentos, limitando la mayoría de combates a algo mucho más simple. Pero eso sí, divertido.

Apartado audiovisual
Lo que más me llamó de la saga en su día fue el bonito arte representado en los diseños de sus personajes. Hay mucho talento en ese sentido: los protagonistas, las invocaciones y los enemigos se ven genial. Los entornos también lucen bien, pero obviamente es ahí cuando empiezan a notarse sus limitaciones en cuanto a recursos. Es una pena, pues la variedad en esa parte hubiese mejorado mucho la presentación de la historia. Parece que en Revenants vamos a ver una mejora sustancial en ese punto.
Otro punto a tener en cuenta son sus efectos especiales durante los combates. Sí, las batallas se ven genial, pero algunas veces entre explosiones y destellos cuesta un poco ver lo que nos están lanzando. No me parece un defecto en si y por eso no lo he mencionado en el apartado de los combates. Sin embargo, aquí sí merece comentarse que sus combates son visualmente espectaculares dentro del nivel que pueden presentar… ¡aunque a veces nos tapen un poco nuestra inminente muerte!
Si hablamos de la música, encontramos que su banda sonora no es muy variada, pero cumple genial. Lo mismo podemos decir de las voces, tanto inglesas como japonesas. Como casi siempre, estas últimas resaltan más, con buenas actuaciones para sus protagonistas; en especial durante la historia de Cecille.

Valoración final
70/100
Fallen Legion me parece una saga muy interesante. Hace muchas cosas bien, pero siempre hay algo que baja un poco el nivel de cada apartado. Tiene grandes personajes y una trama bien contada, quedándose corto a la hora de presentarla. Cuenta con un sistema de decisiones, lastrado su potencial por la poca relevancia que tienen en realidad. Luce espectacular en sus combates, pero los efectos especiales pueden obstaculizar nuestra visión en momentos clave.
Pese a todos los «pero», creo que es aconsejable vivir la experiencia, por lo menos en uno de sus dos caminos. El próximo Fallen Legion Revenants parece mejorar muchos de los conceptos que tenían a medias sus anteriores entregas. Sinceramente y aunque salga en unas fechas complicadas, yo le tengo bastantes ganas. El 16 de febrero saldremos de dudas, pero justo ayer nos pusieron su demo para PS4 y Nintendo Switch.