Call of the Sea, reseña libre de spoilers

Siempre intentamos darle una oportunidad a nuestros compatriotas españoles y en el caso del equipo de Out of the Blue con Call of the Sea ha sido un completo acierto. Ya a primera vista el juego nos llamaba mucho la atención, ¿aventura de los años 30?, ¿una expedición perdida en Haití?, ¿una historia basada en el universo Lovecraft? ¡Quién podría resistirse! Nosotros desde luego no y nos fuimos de lleno a por la Norah’s Diary Edition para PlayStation 4.

¿De qué trata Call of the Sea?

Call of the Sea arte portada

Nuestra protagonista, Norah Everhart, tiene una extraña enfermedad heredada de su madre que como nos cuentan desde el principio del juego murió muy joven. Es por esto que su marido, Harry Everhart, siguiendo sus estudios arqueólogos, reúne a una expedición para viajar al Pacífico Sur e intentar hallar una cura. Pasados tres meses nuestra Norah no sabe nada de su marido, su enfermedad empeora por momentos y es entonces cuando recibe un paquete de Harry con una nota y una especie de daga. Aquí comienza el viaje de Norah y el nuestro.

El juego está en primera persona, una decisión inteligente teniendo en cuenta que se trata de una compañía más humilde con un presupuesto ajustado. Así que veremos principalmente las manitas de Norah toqueteándolo todo. Verle las manos a Norah parece un detalle sin importancia pero a medida que avanza el juego se vuelven un elemento que vamos a valorar bastante.

Durante nuestro viaje deberemos seguir el rastro de los campamentos que han ido dejando los miembros de la expedición, leyendo algunas notas e incluso cartas que se escribían unos a otros. Podremos darle la vuelta a todas estas notas y cartas, lo cual recomendamos totalmente ya que a menudo encontramos algo escrito por la cara de atrás. Cada vez nos sentimos más cerca de la expedición, ya que estos escritos consiguen tener el efecto de conocer mejor a los miembros de la expedición, su forma de pensar, los cambios que van sufriendo y su relación con los demás.

«Yo también te echo de menos, viejo amigo»

Nos moveremos por la extraña isla a la que nos envía la nota, dividida en escenarios con puzzles que si bien no son extremadamente complicados sí que nos obligarán a tomarlos en serio y dedicarles un rato de atención. Nosotros pudimos sacarlos todos sin tener que recurrir a guías pero claro, éramos dos mentes pensantes. Contaremos con el diario de Norah para darnos pistas y guiarnos a las respuestas correctas (¡está todo ahí, lo prometemos!).

Norah nos narra todo lo que lee y piensa, lo cual es otro gran acierto ya que nos permite sumergirnos totalmente en lo que está sucediendo, sentir lo que ella siente. Nos asombramos con ella y nos asustamos con ella. Esto parece fácil de conseguir pero en realidad no muy a menudo empatizamos tanto con un protagonista al que sólo le vemos las manos. Un trabajo genial tanto de guion como de doblaje (texto en español, audio en inglés).

Los escenarios se ven poco nítidos al principio (debemos tener en cuenta que hablamos de un indie), sobre todo en lejanía (al acercarnos a los objetos la imagen mejora mucho), pero enseguida nos acostumbramos y la movilidad se siente totalmente fluida, algo que como jugadores valoramos normalmente mucho más que la gráfica. Escenarios que demuestran las palabras que nos dedica el equipo de Out of the Blue en su Concept Artbook: “Crecimos leyendo historias de H.P. Lovecraft […] sus extraños mundos y sus ciudades imposibles”. Cada paso que damos se vuelve más increíble que el anterior, sumergiéndonos (nunca mejor dicho) en un misterio que se hace cada vez más grande a medida que vamos comprendiéndolo. La banda sonora también acompaña y no deja indiferente. Para los que le damos especial importancia a este apartado cumple sobradamente.

Conclusiones

Call of the Sea barco expedición

«Todo parece tan lejano ahora. Como si hubieran pasado milenios desde que llegué a aquella playa»

Sé que parece que no le vemos nada malo a este juego pero es que realmente es así. Nos mantuvo pegados a la pantalla las horas que nos duró (bueno, paramos para comer e ir al baño, no vamos a mentir), haciéndonos ir con cuidado en determinadas escenas, sorprendiéndonos en otras y sintiéndonos realmente tensos cuando, llegados al final, tenemos que tomar una gran decisión que no vamos a contaros.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *