Tokyo Mirage Sessions, la unión de Atlus y Fire Emblem
Ya tocaba hablar en profundidad de Tokyo Mirage Sessions, un título muy especial de Nintendo Switch que recientemente he tenido el placer de completar. Este juego es el resultado de unir la temática habitual de Atlus con el universo de Fire Emblem, ¿y qué ha salido de eso? Una experiencia increíble y más si ya eras fan de ambos bandos.
No sé si podré hacerle justicia, pero intentaré detallar punto por punto lo que me ha parecido. Antes de nada, aclarar lo que a muchos les interesa y es cierto que importa demasiado: los textos están en inglés. Si no dominas el idioma, mal asunto; deberían haberlo traducido. Una verdadera pena.
Aclarado esto, vamos allá.
Espectáculo audiovisual

No tengo más que halagos para este apartado del título. Viene de WiiU y aun así se ve genial en la consola híbrida de Nintendo. Utiliza un estilo anime habitual en JRPG, pero las animaciones están bien trabajadas y se sienten muy naturales. Entre otras cosas, nos ocupa una historia que involucra la carrera de unos idols japoneses, así que la expresividad era importante. Y rinde a gran nivel.
La música, una de las temáticas principales, está maravillosamente tratada y se aborda de una forma especial. Los actores y actrices de voz no solo realizan un papel increíble dando vida a los personajes; también cantan cuando a su protagonista le toca. Y de una manera formidable, todo hay que decirlo. Su trabajo es de admirar, haciendo que la inmersión en este juego resulte muy gratificante. Los personajes se hacen más cercanos y reales al jugador, un detalle que siempre debe valorarse.
Contamos con muchos vídeos de anime de altísima calidad y videoclips de las actuaciones de los personajes. En su mayoría excelentes y es normal querer seguir viéndolos incluso tras acabar el juego. Las partes sobrenaturales del título también están muy bien ambientadas y los Mirage (aliados y enemigos) cuentan con diseños sobresalientes. Quería destacar la excelente labor que se hizo con esta importante sección, porque Tokyo Mirage Sessions lo merece. Una preciosa joya.
La dura vida del artista japonés

La historia que vivimos está ambientada en Tokyo. Empezamos con un par de amigos, personas «comunes» como Itsuki (nuestro protagonista) y Tsubasa. Por razones de la trama, la chica desea convertirse en una idol y eso acaba involucrándolos a ambos en un problema sobrenatural que sucede en la ciudad. Unos espectros llamados «Mirage» están apareciendo en Tokyo y ellos acaban metidos de lleno en sus asuntos. Tsubasa e Itsuki tendrán que alternar su formación como idols con su lucha contra estos seres.
Por «Fortuna» (chiste malo, jugad y lo entenderéis), los jóvenes no estarán solos en dicha misión. Además del resto de sus amigos, tendrán a otros Mirage de su lado… ¡unos que los fans de Fire Emblem conocen muy bien! Los primeros en aparecer son Chrom (Fire Emblem Awakening) y Shiida/Caeda (Fire Emblem: Shadow Dragon), pero veremos muchos más que harán las delicias de los amantes de la saga. Todos ellos mantienen las personalidades de sus respectivos juegos, lo que es una delicia para el asiduo a títulos de Intelligent Systems. Serán piezas fundamentales para que los protagonistas puedan salvar la ciudad… o no.
La trama está dividida en capítulos, dejándonos bastante libertad para cumplir misiones secundarias entre ellos durante los periodos intermedios. Existen tareas clásicas de RPG sobre matar enemigos comunes o recolectar objetos, pero las misiones interesantes desarrollan las historias de los protagonistas. Cada miembro del grupo tendrá tres tramas personales muy recomendables de completar. Vale mucho la pena detenerse a realizarlas y conocer al excelente reparto de personajes de la agencia Fortuna Entertainment.
Un gran juego de rol

Cuando hablamos de la jugabilidad, debemos tener claro que Tokyo Mirage Sessions es un JRPG. Y no uno sencillo, pues goza de una muy saludable profundidad. Tendremos un sistema de progresión complejo, basado en la obtención de habilidades y talentos pasivos para cada personaje. A través de la historia y la experiencia en la misma, iremos consiguiendo los materiales necesarios para evolucionar a los protagonistas.
Es bastante importante prestar atención al desarrollo y características de nuestro grupo, pues no estamos ante una aventura fácil ni en su nivel intermedio. Cada miembro goza de sus fortalezas y debilidades, así como ataques especiales y aportaciones distintas a la formación. Debemos elegir qué habilidades aprender de entre un buen abanico de posibilidades. Llegará el momento en que podremos evolucionar de clase y será importante tomar una buena decisión, aunque podamos corregirlo más adelante.
Resultará inteligente utilizar los periodos de movimiento libre por la ciudad para ir comprando accesorios que potencien las características adecuadas de cada personaje. Además y aunque sea opcional, completar las misiones personales de los protagonistas les otorga facultades muy útiles. Conviene dedicarles un tiempo, pues de paso es la única forma de obtener el final verdadero en la conclusión de la partida.
Y son alrededor de 50 horas que valen mucho la pena. Pueden suavizarse con el modo de dificultad fácil… o endurecerse mediante el nivel más alto de los tres. Es una decisión personal, pero yo siempre prefiero el intermedio. Entiendo que por lo general es la experiencia intencionada de los desarrolladores para el jugador.
De paseo por las Idolasphere

Las mazmorras de este juego reciben el curioso nombre de Idolasphere. Consisten en un espacio sobrenatural conectado al mundo real y es donde sucederán los combates de Tokyo Mirage Sessions. No hay demasiadas pero, como no podía ser de otra forma, cuentan con acertados diseños, enemigos a la altura y entretenidos puzles, no muy complicados pero sí estimulantes. Durante nuestra estancia por las mismas controlaremos a Itsuki. Los Mirage interrumpirán nuestros paseos y tratarán de atacarnos, iniciado una batalla por turnos si logran hacer contacto.
Combatir es un placer en el título, pero siempre podremos evitar las batallas golpeando a los enemigos con la espada antes de que nos alcancen. O simplemente esquivándolos. Son pocas las veces donde no será opcional evitar los encuentros, algo muy positivo para el ritmo del juego. Siempre tendremos un control casi total de lo que hacemos, como decidiendo evadir a los enemigos mientras resolvemos algún rompecabezas. O lanzándonos a la batalla con ventaja tras golpear nosotros a uno de estos Mirage.
Como es de esperar, cada una de estas mazmorras concluirá con un jefe final. Si prestamos atención a los nombres y somos seguidores de Fire Emblem, comprobaremos que se trata de villanos reconocibles en la saga. Como les pasa a Chrom y los demás, sus formas se ven alteradas por el estilo del juego. En su mayoría ofrecen unos enfrentamientos memorables, que si bien algunos no llegan al nivel de jefes de Persona 5, se les acercan y mucho.
Sesión de combates

Voy a finalizar los apartados con uno de los más importantes: las batallas. Desde que los probé, siempre he pensado que Atlus ofrece los mejores sistemas de combate por turnos del género. Aquí, en su unión con Fire Emblem, han vuelto a sorprenderme. La fórmula que utilizan mezcla su estilo a la vez que se inspira en detalles de Intelligent Systems. Eso lo veremos en la lista de fortalezas y debilidades no solo con elementos, también de armas. Hachas, espadas, lanzas y arcos… ya nos sonará a muchos.
¿Recordáis que en Persona, tras golpear a un enemigo con su punto débil, repetimos turno? En Tokyo Mirage ocurre algo más espectacular: al acertar en la debilidad del rival, otro protagonista podrá actuar automáticamente para realizar un combo (las llamadas «Sessions»). Al principio tendremos pocas opciones, llegando a realizar como mucho uno o dos movimientos en un turno. Sin embargo, cuando nos fortalezcamos, podremos disfrutar de sucesiones con hasta 16 golpes o más. Todo ello mezclando actuaciones que utilizan los protagonistas para batallar, música, eventos a dúo… en fin, una maravilla.
Es importante prestar atención a las armas equipadas por nuestros personajes. Estas herramientas, además de tener que mejorarlas para adquirir habilidades, contarán con sus propias fortalezas y debilidades. Todo ello aplicándoses al protagonista que las esgrime. Podemos llegar a escoger sin querer el arma inadecuada para ciertos enfrentamientos o mazmorras. Conviene echar un ojo a lo que nos lanzan y lo que llevamos para defendernos. Como dije, el juego ofrece un desafío accesible, pero podría ser duro si vamos a lo loco.
Valoración final
95/100
Lo que aleja a este título de la perfección para mí es que quizá se toma su trama demasiado a la ligera. No existe esa tensión que podría transmitir una historia donde el mundo está en peligro. Pero tampoco la necesita, ojo: así funciona genial, es un título muy inmersivo y animado. La historia es bastante buena, no quiero que se me malentienda. Sin embargo, mis pequeñas décimas que le harían alcanzar el sobresaliente absoluto aparecerían con un par de momentos intensos bien situados.
Por lo demás, ¿qué decir? Un increíble JRPG que recomiendo a todo el mundo. Puro arte. Nintendo Switch cuenta con un catálogo extraordinario… pero recordemos que aquí el mérito era más de Wii U. Esa consola fue una de las más infravaloradas por los fans y se nota mucho por su colección de juegos. No son demasiados, pero la mayoría resultan excelentes. Otra prueba más de lo grande que fue y del poco mérito que se le atribuyó en su día.
Reflexión personal

Ya lo he dicho en alguna otra entrada, pero el juego fue un regalo. Quizá de otra forma hubiese tardado en atreverme a comprarlo. Y no podría estar más equivocado: ojalá lo hubiese adquirido antes. Si sois como era yo, que el tema de tanto idol japonés, música e historia aligerada no os convence de entrada… reflexionadlo. Dadle una oportunidad. Dudo que ningún fan de los JRPG se arrepienta. Es un juegazo, una obra maestra y merece un reconocimiento muy grande.
Como amante de Fire Emblem estoy más que satisfecho con la colaboración. Han conseguido encajar dos universos que, en un primer momento, podría parecer imposible que se unieran. Pero el resultado es magnífico. Si os gusta la saga de Intelligent Systems tanto como a mí, en especial la entrega de Awakening, tampoco dudéis. Ver a Chrom, Tiki y compañía es una alegría inmensa. Toda una experiencia el homenaje que se les hace mediante una de las canciones finales.
Y bueno, si os enganchan los Persona o Shin Megami Tensei en general, no deberíais dudar ni un momento.