Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin, spin-off atípico
¡Por fin llegó! Hoy le toca el turno a Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin, juego que para quien no lo sepa, era mi título más esperado este año. Las cosas cambian, nos anuncian nuevos videojuegos, descubrimos otros… Pero podéis haceros una idea de lo ilusionado que estaba con este lanzamiento.
Y justo para dicha valoración cambiaré el formato del análisis. En esta ocasión, dividiré mi opinión entre lo mejor del título, lo peor, y lo que quedaría entre ambos lados, sin decantarme por uno de ellos. Ya veremos como queda y si lo adopto en futuros análisis. Por ahora empezamos con este.
Eso sí, antes daré unas aclaraciones de rigor sobre Stranger of Paradise para que nadie se lleve a engaño:
- No es un JRPG clásico o un Final Fantasy al uso. Se trata de un spin-off cuyo género principal sería el hack’n’slash faseado con elementos RPG.
- No es un remake del primer Final Fantasy; utiliza la base de esa historia para contar la suya.
- La trama cuenta un inicio y un final claros, sin notarse trozos recortados de por medio.
- Tiene opción a cooperativo online, pero puede jugarse perfectamente en solitario.
Ojalá os haya despejado las dudas más importantes. Y ahora sí, ¡vamos con el análisis en secciones!
Lo mejor
Sistema de combate

Como buen hack’n’slash, el apartado más importante es este. ¡Y cumple genial con eso! Tenemos una fórmula de batalla frenética, satisfactoria y especialmente divertida. El único elemento característico de los «souls» que tiene el juego son las pociones rellenables y enemigos que reaparecen al tocar un punto de guardado.
Por lo demás, en combate realizamos ataques normales, habilidades especiales según el arma y trabajo equipado, además de otras generales que asignamos a una combinación de botones distinta. Mantendremos dos trabajos activos e ir alternando entre ellos según nuestras necesidades. Eso en cuanto a nuestra capacidad ofensiva.
Para defendernos podremos mitigar el daño con bloqueos y esquivar sin estar pendientes de una barra de energía. Pero lo destacable es el sistema de bloqueo mágico llamado Corazánima, que nos permitirá anular el daño de los ataques rivales y en muchos casos, «robarles» las habilidades que lancen para devolvérselas cuando queramos.
En vez de energía, tenemos una barra de postura que se consumirá al utilizar Corazánima o recibir impactos. Si se agota quedaremos aturdidos a merced del enemigo durante unos segundos. La parte buena es que los rivales también la tienen y si la reducimos con éxito, existe la opción de acabar con ellos mediante una brutal ejecución.
Clases/trabajos

Para añadir mayor atractivo a la jugabilidad, el protagonista podrá ir desbloqueando y mejorando distintos trabajos típicos de la saga Final Fantasy. Mediante este sistema de progresión iremos obteniendo habilidades para personalizar el estilo de combate de Jack a nuestro gusto.
Cabe señalar que son bastantes y resulta muy divertido ir probándolos todos, pues los más avanzados requieren que subamos dos o tres clases distintas de menor nivel. Al final, todo ello se traduce en un gran número de opciones para jugar como prefiramos o aspirar a ser completistas en el tema de los logros.
Nuestros compañeros también tendrán sus clases e irán desbloqueando más según avancemos en las misiones, aunque ellos poseerán menos opciones por cabeza. Lo inteligente es subirlas todas y elegir las adecuadas para cada situación. Además de espadas, mazas, hachas, puños, magia… ¡tenéis donde escoger!
Aliados en batalla

En Stranger of Paradise podemos optar por jugar en cooperativo online, donde nos uniremos a otros dos jugadores y encarnaremos a los compañeros del anfitrión de la partida, quien controlará al protagonista. Sin embargo, cada uno estará utilizando la configuración de equipo y trabajos de su propio Jack.
La posibilidad de disfrutar la historia al completo o fases sueltas con amigos es más que bienvenida. Aun así, debo señalar que la IA de los aliados cuando estamos offline funciona a la perfección. De hecho, nuestros compañeros IA son muy útiles a la hora de dañar enemigos y distraerlos para darnos un respiro.
Si jugamos en solitario, podremos ordenar a los aliados que utilicen sus habilidades especiales al máximo durante un breve periodo de tiempo, algo que facilitará la batalla si lo activamos en el momento oportuno. Por lo que, efectivamente, resulta viable afrontar los mayores retos jugando offline.
Jefazos

Siguiendo con temas de jugabilidad, destacaría lo geniales que son las batallas contra jefes en Stranger of Paradise. Tenemos unos cuantos y ofrecen desafíos interesantes. Todos con dos fases distintas durante el combate, siendo la segunda más dura y con mayor número de mecánicas a tener en cuenta.
La mayoría gozan de un diseño precioso tanto a nivel jugable como visual, siendo referencias a la saga y al primer Final Fantasy. Aunque eso lo notarán más aquellos que lo jugasen previamente o como mínimo ya lo conocieran. No solo los veremos en la historia principal, los reencontraremos en secundarias.
Si bien son el mayor reto del juego incluso en nivel normal (llamado «Trepidante»), debo señalar que no se siente injusto; podremos abatirlos una vez conozcamos sus patrones y debilidades a la perfección. La aventura en general evita que nos durmamos en los laureles y sus jefes son la cúspide de dicha experiencia.
Jack

Nuestro protagonista acaba contándose como uno de los mayores atractivos del título, es un hecho. Más allá de las risas que pudiéramos echarnos viendo sus escenas en demos y vídeos de promoción, puedo afirmar que la aventura presenta más de sus divertidos momentos. Aunque tampoco son motivo de broma.
A mí la personalidad de Jack me encantó. Lo sentí refrescante, un cambio agradable. Esa brusquedad, su insistencia en querer ir al grano, el desapego, la obsesión con su misión… Todo se refleja a la perfección en cada diálogo y evento del juego. Pero es que no se queda solo en eso, pues esto no es una película.
Como videojuego, Stranger of Paradise cumple perfectamente a la hora de sumergirnos en el papel de Jack a través de la jugabilidad. Ese estilo de combate tan brutal que le caracteriza, sus espectaculares ejecuciones… Encontrarnos a los mandos del personaje nos hace conectar mejor con él. Una sangrienta y divertida inmersión.
Música Final Fantasy

Un punto en el que estos juegos suelen cumplir. Aun así, nunca deberíamos dejar de señalarlo y valorarlo. Ya solo el tema principal de Stranger of Paradise: Final Fantasy Origin es una gozada. La banda sonora encaja especialmente bien en sus piezas de batalla, acompañando los combates a la perfección.
A medias
Historia

La trama del juego está bien en su concepto, resulta coherente dentro de la caótica propuesta y cuenta sucesos interesantes. Incluso justifica la experiencia cooperativa con su argumento. Me gustó todo lo que iba ocurriendo, especialmente durante la recta final hasta el cierre del juego. No cambiaría nada de su base.
El fallo viene en su fórmula narrativa, que fracasa al contarnos todo eso de manera sólida. Tenemos escenas breves al principio y al final de cada misión, donde nos enteramos un poco de lo que va ocurriendo. Pero obtenemos más detalles en textos de trasfondo y las notas que vamos encontrando.
Según recopilamos esa información, la encontraremos disponible para leer con tranquilidad en los Archivos y enterarnos de los acontecimientos. Precisamente por eso nos daremos cuenta del potencial de su historia y lamentaremos que se sienta extraña durante dos tercios de juego por su mala forma de presentarla.
Personajes

Algo parecido al punto anterior… Los conceptos que plantean los personajes me gustan, cumplen su papel y acabas entendiendo la función de cada uno. Creo que son un acierto y tampoco le exijo mucho más a un hack’n’slash. Pero es verdad que dotarlos de mayor profundidad habría sido magnífico.
Ya no solo hablo del grupo principal, también de los dos o tres secundarios importantes e incluiría al propio Jack. El protagonista está genial así, como dije hace poco, pero me hubiese encantado saber mucho más de su pasado y ahondar en las relaciones que sostiene con el resto.
Tenían oportunidad de ofrecer algo más y no lo hicieron; una pena, pues podrían añadir algunas conversaciones opcionales con los miembros del grupo que nos permita conocerlos mejor. Jack seguramente quedará en nuestra memoria, pero no aseguraría lo mismo del resto.
Misiones secundarias

Otro punto que queda a medias. En Stranger of Paradise, las tareas secundarias son fases extra que reutilizan escenarios de la historia principal, acortándolos. Me parece apropiado, pues son mapas variados con un diseño sencillo, pero agradables y muy aprovechables para recorrerlos más de una vez.
Como hack’n’slash necesitamos ese contenido opcional repetible por si queremos seguir disfrutando de su jugabilidad y cumplir retos cada vez mayores a nivel de combates. El problema viene en lo que podría haber aportado más allá de otra fase jugable más.
Antes de entrar en dichas misiones vemos una interesante descripción de lo que sucedió en ese lugar. ¿Qué tal si además hubieran aprovechado para darle esa profundidad que comenté antes a los personajes? Solo nos aportan unos pocos datos, pero era el lugar perfecto para introducir algún diálogo de valor extra relacionando la zona con los protagonistas.
Bestiario

No es que presenten una mala selección de enemigos contra los que combatir. De hecho me parece buena, pues cada uno resulta peligroso a su manera y posee mecánicas propias a tener en cuenta. Tampoco faltan criaturas icónicas como los molbol, tomberi, boom y compañía.
Por desgracia a la larga acaban repitiéndose bastante. Se echa de menos mayor variedad, algo más que posible en una saga como Final Fantasy y con su enorme bestiario. Afortunadamente ahí están esos preciosos jefes, así que no me quejaré demasiado.
Lo peor
Gestión de objetos

A poco que probemos el juego comprobaremos que nos darán muchísimo botín por cada fase que completemos. Y el problema no radica en que nos llenen las bolsas de equipo; donde falla la experiencia es en la forma de gestionarlo.
Si bien podemos optimizar el equipo de nuestros personajes con un simple botón, esto solo nos colocará las piezas de mayor nivel sin tener en cuenta su calidad o características especiales. Así que se vuelve imperativo echarles un ojo y descartar/desguazar las que nos sobren.
Ahí encontramos el peor problema: deshacernos de todo el «equipo basura» se hace pesado. No deberíamos ignorarlo, pues las bolsas se nos llenan y dejaremos de obtener nuevos objetos. Siempre nos permitirán llevarlos en masa al almacén desde un punto de guardado, pero eso no nos librará de lidiar con ellos más tarde.
Tampoco me gustó la forma de mejorar características en nuestras piezas, dicho sea de paso. Y el supuesto herrero, quien se encarga de todo eso, ni siquiera lo tenemos de cuerpo presente. Es una simple pestaña en el menú principal.
Apartado gráfico

No estamos ante un juego a la altura de los grandes gráficamente, resulta evidente. A mí eso no me molesta. Lo que duele es ver alguna zona mal iluminada o borrosa, así como sufrir tirones ocasionales de FPS si jugáis en PS4. Mejor optar por la nueva generación e imagino que PC.
Aun así, se nota que podrían haberse mejorado visualmente varias cosas fuera de lo que vemos en combate. Lo considero menos importante en este tipo de juego, pero no sobra mencionarlo.
Sistema de conversaciones

Una opción cutre en el menú entre fases que nos sirve para hablar con algunos ciudadanos de Cornelia. Según avanzamos en la historia, aparecen unas pocas más. Entiendo su propósito: comprobar las reacciones de la gente a medida que nuestros guerreros realizan sus gestas en distintas zonas.
Pero está fatal implementado. Los diálogos son breves y la mayoría innecesarios. En ellos ni siquiera interviene Jack y solo vemos al personaje secundario de turno soltar un breve monólogo. A veces resulta incoherente, pues nuestro grupo se encontraría en un lugar de la historia donde no tendría opción a regresar a Cornelia para sostener charla alguna.
Podemos simplemente ignorar este tema, sí. Pero yo no soy capaz irme sin señalar lo absurdo de dicha característica y lamentar que no se hubiese aprovechado para que los diálogos sean con Neon, Ash, Jack y compañía. Que pena.
Localización de idioma

Por último y ya que hablamos de conversaciones, tenemos algo más sobre lo que llorar un poco. ¿Qué clase de localización al español es la que tenemos en Stranger of Paradise? Pues siendo suave y en mi modesta opinión… La tildaría de inapropiada. Los traductores se permiten demasiadas libertades.
Que nadie se alarme, pues entenderéis sin problema lo que ocurre en la historia y está todo bien escrito. Mi queja está en los diálogos y las expresiones. Ni siquiera sus subtítulos aparecen en consonancia con la voz de los personajes. Casi mejor quitarlos si entendéis el inglés y escogéis esas voces. Aun así, en dicha lengua también se tomaron sus propias licencias.
Es una pena, porque la interpretación de Jack es buena. Especialmente en japonés, donde la voz y el tono del actor casan muchísimo mejor con la actitud real del personaje. En inglés no está mal, pero parece más obtuso de lo que realmente es.

Valoración final
81/100
He disfrutado muchísimo el juego, tanto las 28 horas que me ocupó llegar a los créditos finales incluyendo secundarias, como ahora mismo que estoy tratando de superar los retos del post-game con la nueva dificultad que desbloqueamos tras completar la aventura. Pero sé que a mucha gente no le gustará o lo juzgará de oídas.
Es evidente que tiene defectos y alguno de ellos descarados, como acabáis de leer en este mismo análisis. Sin embargo, me parecen detalles menores cuando lo comparo con la divertida experiencia hack’n’slash que la obra me brinda. Ojalá sus partes mejorables hubiesen cumplido a la altura, porque estaríamos ante un excelente spin-off.
Obviamente, quienes esperen otra cosa pueden quedar decepcionados. Aquí no vais a encontrar un Final Fantasy XVII ni nada parecido. Debemos valorar el juego por lo que es y si lo comparamos con otros, utilizar a sus compañeros de género. Uno que basa su atractivo en la jugabilidad, dato importante.
Personalmente me quedo con la agradable experiencia y las horas que todavía me quedan por disfrutar de sus maravillosos combates. Pero en especial con Jack, un protagonista que me convenció para bien y espero que su papel no quede solo en Stranger of Paradise. Aunque me temo que así será.