Midnight remonta las cinemáticas de World of Warcraft… un poco
Todo fan de World of Warcraft adora sus cinemáticas, ¡y no es para menos! Las más espectaculares suelen centrarse en la presentación de cada expansión y hemos tenido algunas verdaderamente alucinantes. En realidad, a nivel audiovisual, todas lo son… pero para que resulten potentes de verdad, deben tener algo más detrás. ¿Y qué tal lo hizo Midnight? Aquí tenéis el vídeo.
Admito que llevamos un tiempo en que Blizzard, bajo mi punto de vista, estuvo fallando con sus cinemáticas de Warcraft. La última que me pareció increíble fue de Shadowlands, pero a partir de ahí, me decepcionaron un poco con las de Dragonflight y The War Within. Quizá son otro estilo, pero bajo mi punto de vista, no encajan tanto con este universo y están lejos de sentirse emocionantes.
La reciente cinemática de Midnight recuperó un poco esa esencia Warcraft que estas secuencias tanto necesitan. Como mínimo, superó a la presentación de las dos expansiones anteriores. Pero… ¿hasta qué punto?
El impacto narrativo

A veces, es más importante lo que sucede y cómo sucede, dejando a un lado su calidad audiovisual. Aquí empezamos fuerte, con el foco en territorio de elfos de sangre y el ya necesario protagonismo de la raza. Ignorando por ahora cómo se vean, la defensa de Liadrin y Lor’themar frente a Xa’latath se siente intensa, por lo menos en concepto.
Ese es el lado bueno, que existe una confrontación, con diálogos y acción. Liadrin se aferra a la Luz, algo que encaja con el personaje y su extenso trasfondo. Por su parte, Lor’themar planta cara a Xa’latath como solo él sabe en los últimos años: haciendo un poco el ridículo. ¡Sí, el ridículo! Lo siento si a alguien su bravuconería le parece otra cosa.
Y es que nuestro líder elfo planta cara al ejército del vacío, lo cual está bien y encaja con su personaje. Pero también dice una tontería muy grande ante Xa’latath, eso de «no eres capaz de quebrar ni a un elfo» o algo así. Una estupidez fuera de lugar, porque de hecho la villana sí puede hacerlo y acto lo seguido lo demuestra. En fin, por lo menos ella continúa rindiendo a la altura de su papel.
La verdadera protagonista, aparte de Xa’latath, es Liadrin. Deposita su fe ciega en la Luz, pide ayuda, y es correspondida, apareciendo junto a ella el mismo Ejército de la Luz para apoyar a los elfos de sangre. Aunque se sobreentiende que Turalyon formaría parte de ese grupo (o lo hará en el futuro), se habría agradecido verlo en la cinemática. Es lo que personalmente eché de menos.
Su estilo artístico

A pesar de la obvia calidad técnica de la cinemática, las redes sociales se incendiaron con uno de los detalles más evidentes: el aspecto de Liadrin. ¿Y qué queréis que os diga? Estoy de acuerdo en parte con la opinión de que la elfa luce diferente a como debería ser. Se nota que es algo hecho a propósito. Y no, no fue una buena decisión.
Más allá de que pueda parecerte más o menos bonita, los elfos de sangre deberían parecer elfos, no humanos con las orejas puntiagudas. Y todavía tendría un pase si fuese cualquier otra elfa, ¡pero es Liadrin! Ni siquiera encaja con la nueva adaptación de su modelo dentro del juego para Midnight. El peinado, sus facciones… simplemente no parece ella. Y es una pena.
Aun así, tampoco me parece tan horrible como para desprestigiar el resto: las armaduras élficas se ven preciosas y lo mismo diría sobre Lor’themar y Xa’latath. Me llamó la atención la última escena de la villana, haciendo clara referencia a lo que vimos de Sylvanas en la cinemática de Battle for Azeroth. Un buen guiño… aunque espero que no acabe igual que nuestra antigua jefa de guerra.
Conclusiones

Tampoco voy a mentiros y decir que me encantó; mi primera impresión la estropeó completamente el diseño de Liadrin, un personaje cuyo protagonismo llevo esperando mucho tiempo. Sin embargo, superado el «shock» inicial y viéndola varias veces más, me acabó gustando. Toleré esas partes flojas y disfruté del resto de sus virtudes.
Sigue sin ser de las mejores cinemáticas de World of Warcraft, claro. No solo por lo comentado sobre Liadrin, también por la bravuconada que suelta Lor’themar y la sensación de que le faltaba un final impactante con la aparición de Turalyon, Anduin o alguien relevante para ayudar. A pesar de eso, tiene buenos momentos y detalles geniales. Mucho mejor que las dos anteriores.
Falta ver si la propia Midnight dará la talla como expansión de World of Warcraft. Eso sí, al haberme convertido en un jugador bastante ocasional estos últimos años, no sé si yo seré el indicado para juzgarlo.