Heroes of the Storm, el gran MOBA de Blizzard

¿En 2022 te vas a poner a hablar de Heroes of the Storm, con la de tiempo que lleva medio abandonado? Pues sí, ¡e hice algo similar con SWtoR!. Hoy toca explicaros porqué el MOBA de Blizzard me parece el mejor en su estilo… y con diferencia, si me preguntáis a mí. Obviamente, influyen factores personales.

Pese a no ser ya tan asiduo al género, probé varios a lo largo de mi vida. Merodeé por Dota 2 y jugué mucho con amigos a League of Legends. Pero Heroes of the Storm fue el título que realmente me apasionó. Una pena que no disfrutase del éxito que merecía, aunque entiendo los motivos.

Aquí no hablaremos de su fracaso ni comentaremos la fórmula de progresión de cuentas de jugador, con el tema «skins» y esas cosas que sabréis los habituales del género. Repasaré las tres grandes razones por las que, para mí, es el mejor MOBA. Empezando por la respuesta a la eterna pregunta, ¿de dónde viene?

Origen del género

Los Multiplayer Online Battle Arena (MOBA) surgen de Warcraft III. Concretamente del Defense of the Ancients (DotA), un mini-juego fan que salió del creador de partidas personalizadas que ofrecía el propio título de estrategia de Blizzard. Como tal, DotA utilizaba las unidades del juego base para sus campeones seleccionables.

La fórmula, muy basada en el propio RTS, tuvo bastante éxito. Tanto que se convirtió en la alternativa más famosa dentro de Warcraft III. La gente fue actualizando y mejorando esa propuesta con el paso del tiempo. Pero mentiríamos si afirmásemos que el mérito fue solo del propio DotA y ya está.

Surgieron muchísimas opciones temáticas similares, también creadas por la comunidad de jugadores. Hasta el punto de poderse experimentar «MOBAs» basados en otros mundos… ¡como el de Naruto, por ejemplo! La creatividad y el esfuerzo de la gente fue tan sorprendente como encomiable.

Una época mágica que se alargó muchísimo y contribuyó al enorme éxito de Warcraft III. Viendo la increíble implicación de tantos jugadores en las partidas personalizadas de DotA, no fue sorprendente que se crease oficialmente el género MOBA. De ahí surgieron LoL, Dota 2 y el resto, incluido Heroes of the Storm.

Tablero de batalla

Sabemos que por lo general, los MOBA clásicos se desarrollan casi siempre en el mismo mapa, con enfrentamientos de dos bandos por tres caminos. HotS también utiliza esa fórmula para algunos de sus escenarios. Sin embargo, lo bonito del juego es que no se limita solo a eso o como mucho a cambiarle el aspecto.

Aquí tuvimos unos 15 campos de batalla diferentes. El objetivo final es destruir el nexo rival, como de costumbre. Pero los métodos para conseguirlo varían según el mapa donde nos toque competir. Debemos tener en cuenta el tipo de escenario, desarrollando nuestro equipo y habilidades en consecuencia.

Capturar templos que dañen los edificios de los rivales, luchar para encarnar una poderosa entidad capaz de sobrepasar al enemigo, recoger tributos y maldecir al otro bando, adquirir bombas antes que el resto para lanzarlas a la base contraria… Unos pocos ejemplos de la preciosa variedad que ofrecen sus campos de batalla.

A todo eso debemos sumarle los típicos mercenarios que podremos reclutar y las posibilidades tácticas de cada héroe. La profundidad del MOBA es absorbente, por lo menos para los que busquen algo más allá de matarse entre jugadores. Lo importante aquí es el trabajo en equipo. Trascendental, de hecho.

Filosofía de grupo

En los MOBA más famosos, la competitividad en equipo suele valorarse mucho menos que los méritos individuales y el estilo de juego basado en la pura autocomplaciencia. Por lo menos si nos fijamos en el ámbito amateur. Si habéis tocado mínimamente uno de estos títulos, sabréis de lo que hablo.

Las victorias en partidas de Heroes of the Storm también implican un nivel de habilidad individual en cada jugador, algo evidente. Pero por fortuna, aquí lo que más importa es el trabajo en equipo. Que mates más que el resto (o hayas dado los últimos golpes, mejor dicho) no importa, pues la progresión es grupal.

Como los campeones no pueden comprar objetos o mejorarse solos, nunca van a destacar sobre el enemigo más allá de méritos propios y una configuración de talentos apropiada a la situación. Si la victoria está clara, será porque el equipo es muy superior al contrario. Pero el factor de la remontada siempre estará presente en nuestro rival y nunca podemos confiarnos demasiado.

Es común dar la vuelta a una situación complicada si se trabaja en grupo. Rendirse no es la única opción ante la superioridad del enemigo. Además, para no fomentar la toxicidad, desde el principio solo puedes hablar con tus aliados. Nada de provocar o burlarte del contrario. Aquí eso no se puede hacer… y menos mal.

Plantilla de ensueño

Quizá el aspecto más importante de Heroes of the Storm. Y es que la selección de personajes resulta fundamental en un MOBA. Si eres fan de los universos de Blizzard, el juego viene directamente a cumplir un sueño: ver y controlar a los protagonistas más representativos de cada saga en el mismo juego.

A día de hoy, la plantilla es amplísima. Es cierto que podríamos echar de menos algún personaje muy secundario que nos guste de forma personal. Pero en general, están la mayoría de los que deberían. Y su implementación es apropiadísima casi siempre, con aspectos y especialmente habilidades fieles a sus orígenes.

La gigantesca variedad de personajes creados por Blizzard se aprovecha a la perfección para ofrecer héroes que cumplan distintos roles y mecánicas, todos ellos bastante únicos. Cada campeón ofrece su propia función e identidad dentro de los típicos roles asignados en la partida. No habrá dos iguales.

Es así como tendremos personajes más corrientes y sencillos de manejar, como el famoso Arthas… U otras elecciones interesantes al estilo Cho’Gall, un héroe que deben controlar dos jugadores en equipo. Hay de todo y sinceramente, no tengo queja con casi ningún personaje. Me encantan en su inmensa mayoría.

Conclusiones

Pues sí, se me ocurrió escribir esto tras volver a echar unas cuantas partidas a Heroes of the Storm. Hacía mucho tiempo que no jugaba de forma asidua y cada vez que vuelvo, me sorprende lo bueno que es en comparación al resto. ¡Una vez más, en mi opinión!

El MOBA es un género agradable para jugar con amigos y pese a que el componente online de los videojuegos no me resulte tan atractivo a día de hoy, sigue agradeciéndose. Al fin y al cabo, las horas que consumen son difíciles de compaginar con otras actividades.

Es obvio que Heroes of the Storm será llamativo para un fan de Blizzard de toda la vida, mientras que alguien ajeno a sus universos no le verá tanto interés. Y soy consciente de que la toxicidad existente en este tipo de juegos también resulta un atractivo para la mayoría de sus jugadores. Aquí es más difícil sentirnos superiores por dar el último golpe a cinco personajes.

Disfruto muchísimo de los «crossover»; me apasionaron los viejos Dissidia Final Fantasy de PSP, veo genial el cruce de Nintendo en Super Smash Bros, gozo infinito cada Warriors temático y me pasa algo similar con este juego. Una delicia que sigue pudiendo disfrutarse al máximo. ¡Si es que no deciden acabar cerrándolo…!