WoW: The War Within, expansión de misiones secundarias

Como imagino que poco más añadirán en The War Within antes de que WoW anuncie su próxima expansión, es buen momento para reflexionar sobre lo que nos ofreció la primera parte de la saga Alma-Mundo. Es una etapa importante para el MMORPG de Warcraft, pues forma parte de ese plan tan codicioso de presentar expansiones como trilogías.

Y aunque no estuve presente durante todo el periodo, debo decir que a nivel jugable me parece bastante estable, ni mejor ni peor que antes. Dragonflight sí avanzó un poco con mecánicas importantes como el nuevo vuelo, pero The War Within solo aportó las mazmorras llamadas «profundidades» y todavía no acaba de pulirse esa idea.

World of Warcraft suele ser divertido; depende mucho de las ganas que tengas de jugar o la compañía con la que jugues. Por ello, esta vez voy a centrarme más en la historia, analizando lo que nos cuenta la expansión y si valió la pena esta nueva estructura narrativa. Ya os avanzo que, en mi opinión… no mucho.

Explosión de Xa’latath, el primer acto

WoW: The War Within Alleria Xa'latath Corazón Oscuro

Sin duda lo más potente sucedió al inicio, con la caída de Dalaran (sobre la que luego profundizaríamos) y una Xa’latath que nos deslumbró a la mayoría. Fue refrescante tener una antagonista bien construida, con un carisma natural y un propósito claramente egoísta al que los protagonistas se oponen. Y no es para menos: la primera víctima parecía ser el propio Khadgar. Aunque luego no fue así, pero bueno.

Por la parte negativa, opino que el bando de los «buenos» no podía estar peor liderado. Con la Horda totalmente ausente, los únicos que brillaron fueron Magni y Moira, interesen más o menos esos personajes. A Anduin lo teníamos desgastado y envuelto en su cíclico debate interno. En cuanto a Alleria, la protagonista principal… qué decir.

En mi opinión, Alleria es un personaje aburrido con un comportamiento que a mí se me hace cansino, porque no aporta nada nuevo. Se enfada de vez en cuando, se compadece de si misma sin necesidad y su único objetivo aquí es cazar a Xa’latath. Así empieza la expansión… y ya adelanto que así la acaba, ni más ni menos. Es alguien que debería ser una figura secundaria y para nada liderar la historia.

El caso es que el primer gran acto de The War Within termina con Alleria rompiendo el artefacto de Xa’latath de un simple flechazo, momento tan absurdo como importante para la trama, porque es lo que nos llevaría al segundo acto. Y debo decir que este tipo de escenas simples que se sienten incoherentes empiezan a ser demasiado recurrentes. Que nuestra antagonista «perdiese» de forma tan sencilla fue un bajón en el nivel general de la historia principal.

Excursión a Minahonda, el segundo acto

WoW: The War Within Gazlowe Minahonda Gallywix

Dejando misiones secundarias a un lado, la derrota de Xa’latath tampoco se traduce en una victoria «nuestro bando» y nos lleva a Minahonda. Aquí lo único que ocurre relacionado con la trama principal es que Gallywix arregla el Corazón Oscuro (el artefacto que rompió Alleria) por encargo de Xa’latath, pero en otra escena improvisada, uno de los Etéreos se lo roba.

Es algo breve que consigue que el resto de la trama en Minahonda se sienta como algo secundario… y en realidad lo es, sin diferenciarse demasiado de lo que vivimos en Azj’kahet, por ejemplo. Pese a ello, creo que fue bastante interesante profundizar en la cultura de los goblin y tener como protagonista a Gazlowe, aunque sin darle tanto bombo como a Alleria y compañía.

Para mí, lo mejor del tramo de Minahonda es que ensalza a Gallywix como villano, justo antes de matarlo por fin. Es una muerte que quizá debió llegarle antes, pero por lo menos le dieron un final digno y dignificaron a los goblin por el camino. A mí la escena en la que toma el poder de Minahonda, «a lo mafioso» me gustó mucho. Y tiene la muerte que se merece.

El único problema de esta parte (más allá de que pueda sentirse secundaria), es que el tema de la sociedad goblin se resuelve demasiado rápido. La trama acaba con la ya repetitiva solución de «fuera líderes, arriba consejos» que Blizzard está aplicando a todas y cada una de las sociedades de su universo. Y aunque en este caso podía quedar bien, necesitaría más de trabajo a nivel narrativo.

Misterios en K’aresh, el tercer acto

Como es normal siendo la parte final, aquí volvemos a la trama principal, una bastante interesante que nos lleva al mundo de los etéreos y fuerza una alianza entre el Peregrino, Alleria y Xa’latath. Me parece una unión bien justificada, porque el peligro de Dimensius lo ameritaba. Aunque admito que el propio Dimensius me pareció bastante desaprovechado.

Pese a todo, vivimos una trama entretenida durante la que descubrimos información muy valiosa, como el origen de criaturas tan enigmáticas como los etéreos y la drástica decisión del Peregrino de sacrificar su planeta para acabar con Dimensius. Por supuesto, también la influencia de Xa’latath en todo eso, volviéndola una entidad todavía más importante y trascendental a cada momento.

El final fue bastante predecible, pero no estuvo mal hilado, con una Xa’latath que toma el poder de Dimensius sellado en el Corazón Oscuro. ¡Y supongo que del Peregrino también, a no ser que esté verdaderamente muerto! Más allá de ese misterio, era evidente que no podían acabar con Xa’latath aquí; es una antagonista demasiado importante y bien trabajada como para descartarla tan rápido.

En este caso, el punto negativo es lo poco que nos hemos movido desde el inicio de la expansión. Empezábamos con Xa’latath liándola para obtener poder y Alleria jurando cazarla… y acabamos de la misma forma. Todo lo que obtuvimos por el camino, pese a ser valioso en cuestión de trasfondo y construcción de mundo, continúa pareciendo poco de cara a la trama principal. Como si pudiéramos habernos ahorrado la expansión.

La expansión de secundarias

WoW: The War Within Anduin Faerin

Aunque jamás debería ser el principal atractivo de una expansión en un juego de este calibre, lo cierto es que las misiones secundarias acabaron siendo lo mejor The War Within. Exploramos mucho del interesante trasfondo de este universo, empezando por esos enanos terráneos y dando pequeños pasos hacia la revelación de lo que imagino será la verdad sobre Azeroth.

Además de dichos enanos, exploramos razas y culturas tan interesantes como los nerubianos en Azj’kahet, aunque dichas criaturas acabaron «humanizándose» demasiado. También vimos a esos humanos arathi, que por ahora no brillaron demasiado, igual que la nueva raza de ¿trols? (los Harronir) que todavía no tuvieron un papel notable.

Obviamente, los más entretenidos fueron los goblins de Minahonda, porque son una raza que apenas se ha tocado y se agradece que les den un poco de protagonismo. Es una apuesta arriesgada, porque la temática no atraparía a todo el mundo, pero llevaban demasiado tiempo «de fondo» y necesitaban su espacio. Estuvo bien pasearse con el coche y cumplir misiones en dicha ciudad.

En cuanto a los etéreos, o mejor dicho los k’areshi, fue curioso saber más de ellos, explorando su mundo y problemas centrándonos en sus orígenes. Dudo que The War Within sea lo último que tengamos de ellos al estar vinculados a Xa’latath, pero es una de esas razas tan viejas en el trasfondo de Warcraft que se agradece profundizar en ellos. Solo un poco, pero algo es.

Conclusiones

WoW: The War Within Alleria Xa'latath romance

No estoy seguro de que The War Within haya probado que la nueva estructura de lanzamiento de expansiones de Blizzard fuese la mejor solución. Para los jugadores dudo que lo sea, por lo menos para los interesados en vivir una trama principal que se sienta impactante y aporte algo a este universo. Para ese tipo de jugadores, solo nos quedaron las misiones secundarias.

Me resulta difícil decir que fuese una mala expansión, porque a nivel jugable estamos ante más de lo mismo de siempre y depende mucho de cada usuario. Pero sí afirmaría que The War Within falló en presentar la primera parte de una historia mayor que realmente se sintiese necesaria. Parece más un simple preludio, adornado con un relleno muy bonito, pero al que le faltó su plato principal.

A nivel personal, opino que el mayor acierto narrativo de la expansión fue la presencia activa de Xa’latath, un estilo de antagonista que llevábamos tiempo echando en falta en World of Warcraft. Por desgracia, el peor error cayó en el lado protagonista, con una Alleria decepcionante y sin nadie al timón para involucrarnos como jugadores.

Veremos qué nos ofrece Midnight y si al final habrá valido la pena vivir todo este «prólogo» para justificar la existencia de las expansiones del «alma-mundo».

Impresiones y opinión final Shadowlands
Impresiones y opinión final Dragonflight
Top expansiones World of Warcraft

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *