Phrolova fue el gran acierto de Wuthering Waves en la versión 2.5
Debemos admitir que Wuthering Waves está dando pasos hacia delante a nivel narrativo y lo venimos comprobando hace ya varios parches, con geniales intervenciones como las de Cantarella y Cartethyia en recientes versiones, secundarios de valor como Mya en Septimont, o la mayor participación de antagonistas, en este caso Phrolova y Cristoforo.
Primeras impresiones de Wuthering Waves
Wuthering Waves en 2024
Inicios de Rinascita
No sé ni cuántas veces he dicho que Wuthering Waves necesitaba a sus antagonistas, los Fractsidus, para darle emoción a cada parte de su historia. Todo se siente más serio y emocionante, pero nos faltaba profundizar un poco más en los individuos en cuestión. Scar se lució al inicio del juego y ahora, en la versión 2.5, le tocaba a Phrolova. ¡Ojo SPOILERS!
Cooperación temporal

Dejando de lado la estupidez de que Rover viaje solo hacia el peligro sin ningún tipo de ayuda, su confrontación con Fenrico lo lleva a ser rescatado por Phrolova. Ambos deben colaborar para cumplir sus propios objetivos, oponiéndose a la Orden Abisal y su líder. Y debo decir que al principio no esperaba mucho de este viaje; creía que Rover acabaría estrechando lazos con su enemiga y ya.
Sin embargo, me gustó la tensión que se respiraba entre ambos, por lo menos por parte de Rover, mientras Phrolova intentaba ganarse su confianza. Gracias a que el protagonista ahora habla mucho más y va definiendo su personalidad, todo fluye mejor y logra que sea un personaje creíble. Y sabíamos que la mujer de los Fractsidus no era precisamente inocente, así que, ¿qué estaría tramando?
Aunque yo mismo pensé que quizá sería simple relleno, esa construcción de la alianza temporal se utilizó muy bien. Al final y para mi sorpresa, Phrolova iba a seguir su propia agenda, pero es que además guardaba cierto rencor personal hacia Rover. Ambos se conocieron en un pasado lejano y, curiosamente, sus vidas darían un giro muy distinto que los situaría en bandos e ideologías opuestas.
La tragedia de Phrolova

Como esperábamos, Phrolova escondía sus propias motivaciones. Lo que ignorábamos es que llevaba viva muchos años, persiguiendo el mismo objetivo. Y todo empezó a raíz de la devastación ocurrida en su pueblo, donde solo sobrevivió ella… y a medias, porque es en parte una disonancia. La mujer no iba a detenerse ante nada en su retorcido empeño por recuperar a su gente.
Si bien debería revisarme la historia, porque me dejó cuestiones sin resolver (¿quién demonios lanzó ese meteorito, Sephiroth?), lo que sí consiguió es resultar emocionante y hacerme empatizar con Phrolova. En especial cuando ves que atravesó toda esa agonía y siguió sufriendo, fracaso tras fracaso, intentándolo una y otra vez sin llegar a aceptar su pérdida.
La tragedia y esos años intentando repararla son importantes para su construcción, porque eso la llevó al Fractsidus y ni siquiera el todopoderoso Rover fue capaz de convencerla de cambiar de idea. De hecho, a Phrolova le molesta la actitud del protagonista y seamos sinceros, Rover fue bastante brusco al cuestionar sus métodos, por mucha razón que tuviese a la hora de reprochárselos.
Para rematarlo tenemos la situación del protagonista, quien eligió olvidarlo todo y empezar de nuevo, contrastando directamente con una Phrolova que se aferró al pasado. Si a eso le sumamos que se conocieron en el pasado, una relación importante para ella que Rover ahora no recuerda… tenemos la receta perfecta para el duelo entre ambos personajes. ¡Y no se guardaron nada!
Victorias que saben a derrotas… o al revés

El combate fue breve, pero intenso. Para mi sorpresa, Phrolova ganó: cumplió su propósito y logró recuperar la gema, que se llevó Cristoforo a través de un portal. Y para mi sorpresa una vez más, Rover no se contuvo, arrojando su espada hacia la mujer para evitarlo, un gesto que causaría que ella cayese al abismo. En resumen: no dudó en matarla si con eso evitaba la victoria de los Fractsidus.
Es cierto que sí, Phrolova sigue «viva» en su esfera sonora y quizá aparezca de nuevo en el futuro, pero la resolución fue tan emocionante como inesperada. Nunca pensé que vería a Rover perder un combate y mucho menos que atacaría a muerte sin pensárselo dos veces. Es algo que define mejor al protagonista y sus prioridades, aunque siga teniendo margen de mejora.
Probablemente la violinista no sea el miembro más importante del Fractsidus y a Rover le quedarán muchos enemigos por derrotar, pero este es el primero cuyo enfrentamiento preparan con antelación, desarrollan bien y se siente verdaderamente épico. Ya tuvimos la primera ronda en Raguna, con ese inicio de la versión 2.0, y aquí vivimos su gran conclusión.
Con todo esto, aliviaron el miedo que muchos teníamos a que se la banalizase como antagonista volviéndola reclutable. Que pudiéramos añadir a Phrolova al grupo no la obligó, afortunadamente, a convertirse en aliada de la noche a la mañana. Al final, estamos ante un gran personaje que no dejó que el «fanservice» desviase su rumbo.
Y el verdadero perdedor…

No puedo acabar sin mencionar al pobre Fenrico y su Orden Abisal, que en teoría debían centrales por su influencia en Rinascita (o por lo menos en Raguna) y acabaron apartados del conflicto de forma apresurada. Quizá a muchos no les importe, pero yo veía potencial en este villano y creí que podría ser el verdadero «jefe final de zona» junto al Threnodian.
En parte fue así, pero solo para este parche y a una menor escala, ya que apenas trabajaron al personaje y su batalla fue de todo menos espectacular. Por no hablar de que únicamente lo enfrentaron Rover y Phrolova, cuando podrían haberlo destapado ante personajes como Phoebe y su propia Orden, o junto a ciudadanos importantes de Raguna como Carlotta y Cantarella.
La actuación de Phrolova y el misterio de ese «Gran Arquitecto» se llevaron toda la atención, dejando a Fenrico y compañía como parte de una trama que prefirieron descartar rápido y pasar a otra cosa. Para mí, este fue el mayor error del parche, porque la Orden Abisal era una interesante fuente de conflicto y merecía un choque a gran escala.
Conclusiones

Después de tantas historias potentes hasta llegar a Septimont, creí que la narrativa se tomaría un respiro, pero me alegra comprobar que Wuthering Waves sigue dándolo todo. Lo que hicieron con Phrolova sentó un precedente: aunque lleguemos a tener antagonistas jugables, ninguna de sus historias tiene porqué desvirtuarse. Todo lo contrario.
Uno de los defectos que yo veía en la trama del juego, la escasa participación de los villanos, está resolviéndose de muy buena forma. Ahora solo falta que los aliados colaboren más y tengan mejores interacciones, como vimos con Cantarella, Cartethyia y Lupa, por ejemplo. Rover no puede ni debe ser siempre el centro de este universo, aunque lo parezca.
El caso es que quedé muy contento con el papel de Phrolova y ojalá le pongan tantas ganas a Scar, Cristoforo u otros enemigos que aparezcan en el futuro. Espero que no los descuiden, como ocurrió con Fenrico, ¡que parece que debas ser un personaje mujer para que desarrollen un poco tu trama en este juego!