Laphicet, mejores momentos de Tales of Berseria

Después de escribir sobre los mejores momentos de Yuna o Garnet en Final Fantasy, he pensado que estaría bien extender ese formato a otras sagas. Cual mejor para empezar que Tales of, centrándonos en Berseria… y concretamente en el personaje de Laphicet. Va a estar plagado de SPOILER, destripes que arruinarán tu experiencia en el juego si los lees. ¿No has completado Tales of Berseria? ¡Pues no sé a qué te dedicas! Suele estar a un precio bajísimo en ofertas, disponible en casi todas las plataformas, incluido Steam.

Cuando hablamos de Laphicet, lo hacemos del quizá mejor co-protagonista de Tales of. Es un personaje que evoluciona a lo largo de la partida, tanto a raíz de los sucesos vividos como por las enseñanzas recibidas de todos sus compañeros. Ese conjunto de experiencias le hacen ser quien es y tomar una decisión final épica e inesperada. Participa en innumerables diálogos de valor durante la partida, la mayoría de ellos entrañables.

Aquí voy a exponer por orden de preferencia sus momentos o escenas, las que más me gustaron del personaje. A la vez diría que son las más importantes, pero eso va a gusto de cada uno. ¡Empecemos!

5
Baño con Velvet

Velvet Laphicet

– ¿Sabes una cosa, Velvet…? Tienes un pelo precioso.

Laphicet, peinando a su querida Velvet

Empezamos con una escena importante que ocurre al inicio de la recta final de la aventura. Los protagonistas tienen claros sus objetivos y se paran a descansar en un pueblo que previamente han desalojado. Velvet y Laphicet toman un baño (en habitaciones separadas, malpensados), encontrándose luego en otra sala. Para el chico es una situación embarazosa, pues es un momento quizá demasiado íntimo para su corta experiencia. Laphicet tiene una buena cantidad de intensos sentimientos por Velvet que no le dejan pensar con claridad en ese momento.

Sin embargo, esa incomodidad pasa a diferente plano poco más tarde. Velvet le pide que la peine, a lo que él accede encantado. Mientras lo hace, el malak puede ver y sentir el peligroso poder de malicia que surge de su amiga. La consecuencia de haberse convertido en toda una señora de la desgracia. Ella le dice que tenga cuidado, pues no puede contenerlo, pero él empieza suavizando la tensión al alabar la belleza de su cabello. Luego intenta darle esperanza, pues si él consigue dominar su Llama plateada, podría convertirla en humana de nuevo. Eso hace que ambos compartan una breve pero agradable charla sobre lo que harían en una vida más normal. Es Velvet quien, poco después, se encarga de devolverlo a la realidad.

– Sé que podría morir si continúo con esto. Pero de todas formas debo hacerlo. Aunque eso signifique el sacrificio de toda la gente que conozco. Incluido tú, que me salvaste. El Señor de la Desgracia es un señor de los demonios… Ella solo es… Una chica egoísta y espantosa…

– Tengo que confesarte algo. Yo… No me gusta que me llamen Phi. ¡No me gusta nada! Creo que el nombre es demasiado infantil.

Velvet y Laphicet, durante su emotiva conversación

Confiesa que no puede echarse atrás, que debe seguir su camino. Aunque ello signifique sacrificar al resto, incluyéndolo a él. Y eso la atormenta, hace que se sienta un monstruo, pero debe continuar con su misión. Laphicet la escucha, aceptando sus sentimientos y demostrándole su apoyo incondicional. Vuelve a suavizar el momento confesando que no le gusta que lo llamen Phi, rebajando la tensión con ese cambio de tema. Luego simplemente la perdona, tranquilizándola aun más a pesar del destino que les aguarda.

Es una escena muy emotiva, pues vemos lo mucho que ha madurado Laphicet. Sabe quién y qué es Velvet, conoce sus fortalezas y flaquezas. No la va a dejar atrás ni a juzgarla, mucho menos despreciarla. Se mantiene a su lado por mucho que ella se muestre como alguien repudiable. Laphicet quiere a su Velvet, y este es uno de tantísimos momentos en los que se lo demuestra. Nada como alguien que te respalde en tus momentos más oscuros y te recuerde que aunque tú no veas tus virtudes, existen y se valoran.

4
El nombre de Laphicet

Laphicet brujula

– ¿Qué es Laphicet?

– Es un nombre. Tu nombre.

Laphicet y Velvet, a bordo del Van Eltia

Nos encontramos en los inicios del «forzado» viaje de Laphicet junto al resto de sus compañeros. El joven malak, libre del servicio que prestaba a Teresa, seguía siendo «Número dos» y no reconocía su propia identidad. Su personalidad va despertando mientras comparte su tiempo con el peculiar grupo, pero especialmente tras llamarle la atención una brújula de barco. Eso da pie a un diálogo más personal con Velvet, que se encontraba afectada por el enésimo paralelismo del pequeño malak con su hermano. Reblandecida, la protagonista le incita a expresarse más y permite que se quede el preciado objeto.

Después del duro combate contra un daemon en lo alto de la puerta del mar, los protagonistas consiguieron su propósito y se disponen a saltar al Van Eltia. Pero nuestro «Número dos» no está atento a eso, pues durante la batalla perdió su brújula. Acaba encontrándola bajo el enemigo recién abatido y va a recogerla, pero el monstruo no estaba muerto y lo ataca. La brújula sale propulsada al vacío y el joven malak cae detrás de ella por lanzarse a atraparla. Por suerte, Velvet se da cuenta a tiempo y corre a ayudarlo. Mientras va en su auxilio, la chica grita el nombre de «Laphicet» a causa del nuevo paralelismo con su hermano, desesperada al recordarle el impactante momento de su muerte. A diferencia de aquella ocasión trágica, esta vez Velvet sí consigue su propósito y rescata al pequeño malak.

Un momento muy importante, pues señala el principio de su conexión real con la chica. Otorgándole un nombre, lo ayuda a darse valor e identidad a si mismo. Se prueba segundos después, cuando el chico se niega a darle su brújula a Eizen. En vez de eso, es Laphicet quien se encarga de leerla para el grupo, consolidando su rol en el mismo. Hay que reconocer el mérito del malak mayor, pues respeta la decisión y voluntad de Laphicet.

A raíz de su nombre también surgirán otros conflictos, como los celos de la relación de Velvet con su propio hermano. Ya se encarga frecuentemente de resaltarlo Magilou, por si no queda suficiente claro. También se generan esas variaciones del nombre como «Laphi» o «Phi», que derivarán en otros diálogos interesantes sobre el desarrollo del personaje. Y su épica conclusión…

– Mi verdadero nombre. «El que vive»… Ese es el significado de «Laphicet». Traducido al idioma antiguo… Es «Maotelus».

Laphicet, explicando el significado de su nombre al final del juego

En definitiva, el punto de partida de la verdadera y excelente evolución de este gran personaje. Culminado con gran maestría mediante esas últimas declaraciones, que coronan la genialidad del asunto. Nada más satisfactorio que acabar bien lo que bien empezó.

3
Duelo contra Innominat

– Para ser una ínfima parte de mí, eres muy engreído.

– Soy el malak Laphicet. ¡Yo soy mi propio dueño!

Innominat y Laphicet, antes de batirse en duelo frente al resto

Una escena que bien merecía ilustrarse en una secuencia anime de gran calidad. Ocurre cuando el grupo está huyendo junto a Zaveid y «Número uno», el antiguo compañero de Laphicet. Una ráfaga de malicia surge de la nada y derriba por sorpresa a este último. Aparece Innominat, el autor de dicho ataque, mofándose de su hermana y el resto. «Número uno» acaba convertido en dragón por culpa de la malicia, viéndose el grupo obligado a enfrentarse a dos poderosos rivales. Un furioso Zaveid intenta vencer a Innominat, pero es fácilmente derrotado. Es entonces cuando Laphicet se adelante y anuncia que él se medirá con Innominat mientras el grupo combate al dragón. A otros como a Eleanor les parece una locura, pero Velvet confía en su compañero y le deja el trabajo.

Mientras el resto lucha con el dragón, Laphicet lidia como puede con un enemigo más poderoso que él, dándonos grandes diálogos y una épica escena donde le atiza un bien merecido puñetazo a su rival. Uno cargado de significado por las palabras que pronunció en el Pulso Terrestre. ¡Cumplió su promesa de atizar a quien hizo llorar a su Velvet!

– Si te disculpas, me aseguraré de que no sufras cuando te devore.

– No pienso disculparme… ¡No ante un idiota que no comprende cómo se siente Velvet!

Innominat y Laphicet durante la feroz batalla que los enfrenta

Después de provocarlo aun más, el joven malak consigue que Innominat le lance una fuerte descarga de energía, la cual el chico esperaba y esquiva como puede. El poderoso ataque acaba golpeando al dragón, quien se defiende lanzándole sus llamas a Innominat. Con esto, la estrategia de Laphicet para debilitar a ambos había sido un éxito. El hermano de Velvet se enfurece y arroja malicia al malak para convertirlo también a él en dragón, pero Laphicet consigue disiparla con su propio poder.

Toda esta escena es genial, le otorga protagonismo e importancia a Laphicet y prepara el terreno para lo que queda de juego. Vemos cómo su evolución está dando sus frutos finales, siendo capaz de soportar situaciones límite sin perderse en el camino. Además de desvelarnos el futuro poder del chico para disipar la malicia, algo vital para el clímax de Berseria. Y por qué negarlo, el hermano Crowe es tan repelente que sienta bien cuando lo humilla una versión en teoría inferior a él mismo. Grande Laphicet.

2
El regalo de Maotelus

Laphicet Maotelus

– Soy alguien horrible, ¿verdad? Un ser humano egoísta y fracasado. Pero, a pesar de todo, tú me salvaste. Con tu bondad y tu fuerza inquebrantables.

– Yo no hice nada… Velvet, fuiste tú la que…

– Phi, tienes que haberlo visto en nuestros viajes. Los humanos se pasan la vida en una lucha constante… Por eso terminan cometiendo tantos errores. Incluso mi pobre hermano… Por eso te pido esto… Por favor, vive. He provocado tanto caos y destrucción… Ayuda al mundo que he destruido. A gente como yo. A los débiles. Esta es… la última de mis peticiones egoístas.

Velvet a Laphicet, durante el sacrificio que realiza para sellar a Innominat

Nos situamos en la escena final, cuando Velvet ha decidido unirse eternamente a su hermano para sellarlo, devorándose mutuamente. Nuestro chico no está de acuerdo con esa solución, sin querer separarse de ella. Pero Velvet le pide que lo haga y que viva por ella. Laphicet, mostrándole el enorme respeto y admiración que siente por ella, acaba aceptándolo. Le dice que la perdona y que la quiere, dejándola marchar.

Es entonces cuando los cuatro Empíreos elementales intervienen, alabando la voluntad de la humana tras su hazaña. Pese a ello, anuncian que sin Innominat reinará el caos y la destrucción en el mundo. Necesitan un malak fuerte, con una voluntad inquebrantable. Y estaban de suerte, pues lo tenían delante. Laphicet se presenta voluntario sin pensárselo demasiado. Eleanor intenta disuadirlo, pero Rokurou la interrumpe, instándola a que deje hablar al chico. Una vez más, sacando a relucir que el daemon es quien más respeta la individualidad y libertad de sus compañeros, especialmente la de Laphicet.

Los Empíreos consideran al chico adecuado y le preguntan qué tiene que ofrecer al mundo. Es entonces cuando el joven se pronuncia, deseando dar a la humanidad imperfecta una nueva oportunidad. Es así como su poder de la Llama plateada, capaz de eliminar la malicia, se extiende por el mundo restableciendo las formas humanas a los daemon… si es que ése es el deseo de cada individuo. Les purifica el alma de malicia, pero no cambia su corazón, por lo que no les arrebata la libertad de decidir su destino. Al contrario de lo que planeaban hacer Arthur y el hermano de Velvet.

«¡Quiero que la gente tenga otra oportunidad! ¡La oportunidad de corregir los errores surgidos de su espíritu imperfecto! ¡Dar a los que sueñan con volar el tiempo que necesiten para descansar las alas! Para que con su fuerza y debilidad… Su crueldad y su bondad… ¡Estos humanos imperfectos llegarán un día a abrir sus alas y volar hacia el horizonte! Mi regalo para el mundo… ¡La Llama plateada!»

Laphicet, ofreciendo su poder al mundo: una nueva oportunidad

Tras este fenómeno, los compañeros del chico ven como Laphicet se ha convertido en el Empíreo con la forma de un enorme dragón plateado. Maotelus.

Me parece una escena sublime, pues es el clímax de la evolución de Laphicet como personaje. Nos muestran el resultado de todo lo que ha aprendido durante la aventura y la conclusión que ha sacado tras esa dilatada experiencia. El resultado de las valiosas lecciones que le ha aportado gente de todo tipo, como sus propios compañeros y enemigos.

Al final, su decisión es otorgar otra oportunidad a la humanidad, creer en ellos ofreciéndoles una nueva posibilidad para hacerlo mejor. O lo que es lo mismo: libertad. La Llama plateada de Maotelus. Y el mérito también es de Velvet, por incitarlo a creer en el libre albedrío de la gente. ¡Épico!

1
Librándose de la desesperación

– ¡Laphicet, dile a esa idiota ensimismada lo que necesita oír!

– Por favor, deja que me vaya…

– ¡¿Quieres dejar de lloriquear?!

Eizen, Velvet y Laphicet, cuando los chicos intentan evitar que la daemon sea consumida

Otra que obviamente merecía su secuencia anime, pues para mí es de las mejores de Berseria. Esta escena sucede en el Pulso Terrestre donde Innominat envió al grupo. Velvet sufre su crisis más severa por la revelación de su hermano y los recuerdos que le van haciendo revivir. De hecho, Innominat hace su aparición y acaba consumiendo el ánimo de Velvet, haciéndole ver todo lo negativo de sus objetivos y existencia en general. Le recuerda las víctimas que sufrieron por su egoísmo, rematándolo al comentar que incluso devoró al malak que originalmente era su hermana, Seres. La hace verse como un monstruo sin propósito y la chica daemon acaba dejándose absorber por su hermano. Pero Laphicet no iba a permitir ese desenlace.

El joven malak se adelanta y toma la mano de Velvet, sin dejarla ir. Aun así, el poder de Innominat es muy grande y no puede retenerla solo. Afortunadamente Eizen acude a apoyarle, tomándole del pie para retenerlo y anclándose a la tierra con su poder, para incitar a Laphicet a que le diga a Velvet lo que necesita oír. Y vaya si lo hace.

– ¡Contestas muy mal a la gente! ¡Infundes miedo! Tú… ¡intentaste comerme! Pero… también eres amable… ¡Y estás llena de vida! ¡No logro comprenderte en absoluto! ¡Pero tú me diste un nombre cuando no era más que un número! ¡Me diste aquella brújula! ¡Me enseñaste lo que significa estar vivo! ¡Por eso me importas, Velvet! ¡Te protegeré aunque me cueste la vida!

– Phi…

– ¡Me da igual si tienes malicia! ¡O que nada tenga sentido! ¡Si el mundo afirma que es un error quererte, lucharé contra el mundo! ¡No me importa todo el dolor que sientas! ¡No importa! Un mundo sin ti, Velvet… ¡Es lo único que no podría soportar!

– Suéltame… Mi mano te…

– Cómete mi brazo, me da igual. Pero… déjame el otro. ¡Lo necesito para machacar al imbécil que ha hecho llorar a mi Velvet!

Laphicet a Velvet, despertándola de su pésimo estado mientras sujeta su mano

Le da un emotivo discurso que me he visto en la obligación de poner casi al completo, pues no tiene desperdicio. Es mi escena favorita y la responsable de que Velvet consiga librarse de su desesperación. Todo gracias a Laphicet. Un momento increíble que muestra casi a la perfección los sentimientos del malak por el ser más importante de su vida, Velvet. Se deja unas cuantas cosas que expresa en otros diálogos, pero este es sin duda el más sentimental e impactante. Y como dije antes, logrará cumplir su promesa y darle el merecidísimo puñetazo al cretino de Innominat. Inmejorable.

En realidad, toda la parte del Pulso Terrestre es una genialidad. Se muestra lo increíbles que son nuestros dos antagonistas, Innominat y Artorius. Y la parte más cruda de la propia Velvet. Laphicet se convierte en el verdadero héroe gracias a estos tres personajes. La historia se conecta de forma magistral y pienso que esta escena es el primer y mayor exponente, antes incluso del final del juego.

Por supuesto, todas ellas son imprescindibles y no sobreviviría una sin las demás.

Conclusiones

Y aquí acabamos. Cada vez que juego a Tales of Berseria o hablo sobre él, recuerdo la suerte que tuvimos de haber disfrutado de esta experiencia. Un imprescindible absoluto en el género JRPG. Es un título mágico y el bueno de Laphicet es una de las razones más sólidas para argumentar el porqué. De mis personajes favoritos sin lugar a dudas.

Para quien no lo sepa, también hablé sobre Rokurou. A esta entrega de Berseria le guardo un cariño especial, muy centrado en sus personajes. Espero tener algún día artículos para Magilou, Eizen, Eleanor y la propia Velvet. Incluso para Arthur o el pequeño diablo que es Innominat. ¡Con el tiempo!

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