Rejugando Xenoblade Chronicles X en su Definitive Edition
Pues continuamos con esta sección de «rejugando», que me está viniendo bien para encajar mis opiniones de ciertos juegos que vuelvo a experimentar, como será ahora el caso de Xenoblade Chronicles X. Y es que sí, yo jugué la obra original en su momento con Wii U y lo llegué a poner entre mis videojuegos favoritos.
Además de por volver a disfrutarlo, uno de mis objetivos era comprobar si le pesarían estos 10 años. Al fin y al cabo, sé que es una entrega controvertida entre los fans de la saga… pero yo no me cuento como uno de ellos. ¿Qué tal fue redescubrir así el juego? Pues…
Sí, los años pesan

Quitándonos la nostalgia de encima, a mí no me extraña nada que los jugadores de hoy en día encuentren pesado este juego. No solo es una experiencia de mundo abierto plagada de misiones secundarias «estilo MMORPG», es que la propia historia y sus diálogos se sienten lentos. Resulta sencillo perder la atención o el interés por lo que están hablando sus personajes.
Xenoblade Chronicles X es uno de esos juegos que «hay que saber jugar» a día de hoy, porque de lo contrario, puedes sumergirte en un bucle de misiones secundarias y exploración absurda. Por ejemplo, yo lo disfruto porque sé a lo que voy y cómo gestionármelo, ¿pero qué hay de alguien que quiera descubrirlo a día de hoy, ya habituado a los juegos más guiados o mejor estructurados?
A todo eso se suma ese gran menú lleno de opciones que no son intuitivas para alguien primerizo. Incluso para mí, que soy veterano aquí, a veces me veía rebuscando entre las opciones para llegar a donde quería. Y en ello podemos contar la propia progresión de nuestros personajes y su gestión de equipo, que resulta sencilla cuando la conoces, pero difícil de adaptarte si eres nuevo.
Es cierto que la Definitive Edition incluye mejoras muy bienvenidas, como la agilización del combate, que es posiblemente lo que más agradezco. Pero me sorprende que añadieran nuevas misiones secundarias y personajes, cuando ya teníamos un buen puñado. En vez de eso, debieron prestar más atención a la accesibilidad para los que quieren entrar por primera vez.
Explorando el planeta Mira

La idea de la historia está genial, con lo que queda de humanidad huyendo de la Tierra y quedando atrapada en un planeta desconocido. Más allá de la línea de la trama principal, está bien resuelto eso de vivir nuestro propio avance en el planeta Mira. Todo está vinculado a las misiones secundarias, que amplían el número de habitantes y posibilidades de la ciudad que nos sirve de base.
Es una dinámica que favorece que quieras progresar con tu personaje para seguir explorando el peligroso entorno y ampliando el alcance de tu facción. Mediante la instalación de sondas de exploración, tareas para personajes secundarios y otras especies, además del avance en el misterio principal que ofrece la trama, creo que consiguieron una muy buena sensación de inmersión.
¿Lo malo? Lo que ya dije: el planteamiento de las misiones secundarias. Parecen infinitas y aunque muchas cuentan historias interesantes aportando su granito de arena a la historia general, acaban volviéndose pesadas con el tiempo. Xenoblade X es un juego muy largo y cada nuevo capítulo se siente más denso que el anterior a nivel de contenido.
Al principio es normal querer verlo todo, explorar hasta el último rincón, completar todas las misiones, conocer a cada personaje en sus misiones de vínculo… Pero hay momentos en los que una misión tediosa o exigente puede cruzarse en tu camino y estropearte la experiencia. Si ya lo conoces, probablemente sepas superarlo. De lo contrario, me parece comprensible que muchos acaben dejando de jugar.
Una narrativa diferente

Más allá de lo que ya dije sobre la lentitud de su historia y la forma de contarse mediante la propia progresión, tenemos otro problema: que nunca llega a ser el atractivo principal del juego. Si solo hiciésemos la trama principal (algo que el juego no permite, ya que obliga a completar secundarias y explorar), veríamos que la propia historia se cuenta en pequeños capítulos.
Estrictamente hablando y dejando a un lado su interesante premisa, creo que el relato no cobra verdadero interés hasta el capítulo 5, con una revelación potente a la que se irán añadiendo otras bastante jugosas. Pero si bien el concepto funciona muy bien, la historia trata más sobre la situación de la humanidad que de los propios personajes que la protagonizan.
Aquí nos creamos un personaje que sirve básicamente de avatar para sumergirnos en su mundo, por lo que podríamos afirmar que la verdadera protagonista es Elma. Y si bien me parece un gran personaje, solo la acompañan Lin y Lao como figuras principales, sirviendo el resto como apoyo. Obviamente, comparado con los clásicos grupos de compañeros JRPG, se siente escaso.
Aun así, a mí no me parece desacertado. Tenemos un grupo grande de personajes que, si bien menos relevantes, contribuyen a la sensación de pertenecer a la facción BLADE. Sinceramente, no tengo casi ningún problema con la trama principal; me gustó en su día y me convenció ahora. Solo que, bueno, ¡nunca acabó! Y a pesar de que la Definitive Edition añade una parte más… sigue sin acabar.
El nuevo epílogo

No os voy a mentir: salí un poco decepcionado de esta parte. El mayor aliciente de esta versión era que, tras 10 años, tenemos la continuación de una trama que nunca acabó. Pues bien, este nuevo pedazo de historia se ocupa más de involucrar el juego en el universo (multiverso o lo que sea) de Xenoblade, que de concluir la trama de sus personajes o la facción de humanos con la que llevamos todo el juego. ¡O así lo entendí yo!
Además de los personajes adicionales que tuvimos a lo largo del juego, se suma uno que sí se siente protagonista. Aunque me parece un cliché andante, agradecí su importancia en la trama y que volviesen a involucrarse tanto Elma como otros personajes destacables del juego original. El problema es que… ¡eso, que no acaba!
Para mí, añadir este «capítulo 13» fue un aporte extra de contenido a un juego que ya de por si tenía muchísimo. Y si bien me gustó la idea de la «mazmorra final», no puedo decir lo mismo de lo que nos cuentan. Probablemente sea porque no me considero fan de Xenoblade, pero lo sentí tedioso. La conclusión me dejó casi con la misma sensación de antaño: esto no ha terminado y debo esperar otro capítulo más.
A pesar de que adoro a Elma y compañía, admito que prefería que su historia acabase aquí y de la mejor forma posible. En vez de eso, siento que estamos ante un interminable «continuará», algo que no sienta muy bien a ningún JRPG. Por poner un ejemplo donde se hace mejor, prefiero lo que ofreció Xenoblade 3 en su final, que da pie a algo más pero sigue presentando una buena conclusión para lo que vivimos en su aventura.
Conclusiones

A nivel personal y sabiendo a lo que iba, yo sí disfruté mucho de mi regreso a Xenoblade Chronicles X, agradeciendo las mejoras de su Definitive Edition. Viví la experiencia más o menos como quise; de hecho, completar la partida me llevó unas 70 u 80 horas, al contrario de las más de 100 que me costó la primera vez.
Sin embargo, parece una versión pensada para veteranos y no planteada con el objetivo de llegar a más gente. La trama añadida me pareció correcta, pero estuvo lejos de ser lo que yo habría querido para personajes cuya conclusión esperé 10 años para conocer. Si os soy sincero, no sé si me interesa seguir en la saga solo por eso.
Como conclusión final, admito que a día de hoy bajaría este Xenoblade de mis más altas preferencias en favor de juegos que considero mejores. Sí, los años le pesan. Pero es cierto que sus bases y premisa me siguen encantando y creo que Monolith debió continuar ese estilo de JRPG para juegos más modernos. Pero vamos, solo es mi opinión; lo de Xenoblade 3 también me gustó bastante.
Definitivamente sí es un juego para pocos, ya que es muy pesado, quizás abrumador. Pero creo que aquellos que somos quisquillosos lo disfrutamos mucho, para mí fue un placer volver a Mira. En cuanto a la nueva conclusión, a mí me gustó la historia y sus nuevas misiones, pero lo que no me agradó del todo fue la nueva área, y es que su diseño se siente totalmente diferente al resto del juego, pero supongo que esa es la idea. Lo que no me gustó fue lo que tuvimos qué hacer ahí, me pareció algo tedioso y aburrido. Pero fuera de eso, se me hizo muy emotivo y con grandes momentos.
Yo pensaba que lo suavizarían todavía más en favor de involucrarlo en la saga Xenoblade y permitir que los jugadores de la trilogía original lo recibiesen mejor. Entre los pocos con los que hablé del tema, me comentaron en general que acabaron aburriéndose o abrumándose antes de la mitad. ¡Y es una pena! Me hubiese gustado que siguiesen por esta línea, pero no creo que vayan a probar de nuevo.
En lo de la nueva historia, soy consciente de que probablemente es algo subjetivo mío. Una decepción nacida de expectativas distintas que no se cumplieron. Quería un cierre, pero no lo sentí como tal.
¡Me alegra que a ti sí te gustase! Quizá la revise al cabo de un tiempo, a ver qué tal, que por suerte puede repetirse sin problema desde el propio juego.
Me dio la impresión de que con el nuevo final quisieron juntar X con los juegos numerados.