Metroid Dread, el importante regreso de Samus
Tema importante el de hoy, ¡en varios sentidos! Durante el E3 de 2021 tuvimos el anuncio de Metroid Dread por parte de Nintendo. Eso fue pocos meses atrás, como os conté en su día. Y ya lo tenemos aquí; el 8 de octubre volvió una saga trascendental para el mundo de los videojuegos.
Yo lo he completado recientemente y vengo a daros mi análisis y valoración del juego. El punto de vista es importante y, para que entendáis el mío, debo explicároslo antes de empezar. Yo nunca fui fan de la saga Metroid, pues no disfruté de sus juegos más que de forma ocasional.
Conozco a Samus Aran mejor de Super Smash Bros que en su propio universo. Pero sí soy muy aficionado al género que creó casi por si sola: el curiosamente llamado «metroidvania». Ahora que entendéis mejor el contexto de mi opinión… ¡vamos con el análisis!
El destino de Samus

Empecemos por su historia, una parte que seguramente muchos apasionados de la saga valoran bastante. El juego parte de una premisa sencilla, pero con mucho potencial. Samus acaba atrapada en un planeta desconocido, perdiendo la mayoría de sus poderes en el proceso. Su objetivo consiste en escapar de ahí, sin más.
Con esa idea en mano, el juego presenta una trama que se desarrolla a través de su ambientación y los breves diálogos de los que somos testigos en ciertos momentos de la exploración. La experiencia tiene puesto el foco en su jugabilidad, pero debe señalarse que la parte de historia está muy bien conseguida. De hecho, creo que es bastante adecuada para este tipo de títulos.
Pese a no ser un habitual de la saga, la aventura te informa rápidamente del trasfondo de Samus con una breve introducción, poniéndote en situación a los pocos minutos. Quienes la conozcan de antes obviamente lo disfrutarán más, pero no serán los únicos. Nuestra cazarrecompensas resulta bastante carismática y conectaremos con ella fácilmente la siguiésemos de antes o no.
En definitiva, la historia no es el apartado más interesante para todo el que desee adquirir este juego. Sin embargo, cumple de sobra para lo que estamos acostumbrados en el género. Personalmente me gustaría más contenido de la misma, pero son mis preferencias. No mentiría si admito que quiero ver a Samus de nuevo, ¡pero en una entrega con mayor carga narrativa!
Puro Metroid

El atractivo del videojuego es su jugabilidad; no hay dudas al respecto y ya se encarga MercurySteam de ello. Los que seáis habituales del género «metroidvania» os sentiréis como en casa. Para los que no, estaréis ante una aventura de acción de desplazamiento lateral donde la exploración toma capital importancia.
Nuestra misión será encontrar el camino hacia el objetivo de turno, el cual no nos marcan de forma precisa. En muchas ocasiones resultará imposible acceder a determinados lugares; habrá que volver a esos puntos tras obtener las mejoras que permitan a Samus alcanzarlos. Un diseño de niveles redondo resulta trascendental para este tipo de experiencia y Metroid Dread lo ha bordado, os lo aseguro.
Eso sí, debo reconocer que la «falta de guía» se siente innecesaria. Los acostumbrados al género no la necesitamos gracias a la precisa estructura de su aventura jugable. Pero sería normal que los nuevos se vieran demasiado perdidos ante la falta de experiencia. En mi opinión, deberían haber implementado un mínimo de marcas orientativas más allá de ciertos diálogos o la localización de algunas cápsulas.
Al fin y al cabo, el juego no carece de dificultad. Además de ser capaces de encontrar nuestro camino por sus elegantes escenarios, deberemos enfrentarnos a varios jefes desafiantes y algunos enemigos menores igualmente complicados. Me ha encantado el foco en esos retos y ojalá sigan siempre esa línea. Por cierto, cuenta con un extraordinario final a nivel jugable.
Los famosos E.M.M.I.

Una de las nuevas mecánicas de este Metroid consiste en escapar de los E.M.M.I., unos robots que guardarán ciertas zonas del mapa y perseguirán a Samus en cuanto la detecten, matándola de un golpe si llegan a alcanzarla. No pensaba dedicar una sección al tema, pero creo que merecen la mención por el curioso enfoque que les han dado en la promoción del juego. En mi opinión, no es para tanto.
Estos E.M.M.I. son simplemente eso, un factor jugable que suma como cualquier otro a la bonita receta de Metroid Dread. Añaden variedad a la aventura, tienen cierta importancia en la historia y contribuyen a su ambientación. Poco más. No creo que generen demasiada tensión, evitarlos es factible y la forma de acabar con ellos es casi idéntica del primero al último. Y quizá ése es el punto mejorable.
No me malinterpretéis, agradezco la inclusión y creo que aportan un toque fresco al viaje. Pero para nada algo demasiado distintivo; nadie debería esperar otra cosa o se podría decepcionar. El gran acierto de este Metroid reside en su diseño de niveles, dándonos una gran experiencia de exploración. También en sus geniales combates contra jefes, bastante variados y divertidos. Y ninguno es necesariamente un E.M.M.I.
Sin más. Acabé escribiendo esto para daros mi opinión del tema e intentar focalizar el mérito donde pienso que lo merece. Disculpad el énfasis si creéis, como cierta parte de mí, que podría haberme ahorrado esta sección. ¡Me encanta cada apuesta nueva que se integre al género! Pero podría haberse hecho mejor en este pequeño apartado.
Desplazamiento lateral

Por último me gustaría comentar su estilo de juego, especialmente a causa de las impresiones que ofrece para la mayoría de jugadores contemporáneos. El enfoque de los títulos en desplazamiento lateral, tan importante en su día, es algo que los videojuegos relevantes han ido perdiendo con el paso del tiempo por su salto a las tres dimensiones. Simple evolución.
Sin embargo, muchos usuarios ven estos juegos de desplazamiento lateral (sean 2D, o 3D como en este caso) con claros prejuicios. Siempre me pareció injusto, pero se volvió una realidad y cada vez menos títulos «famosos» apuestan por este diseño. Los que seguimos apreciándolo poca opción tenemos aparte de recurrir a videojuegos antiguos o al panorama indie.
Y eso no está mal. Pero por ello agradezco muchísimo que salgan obras como Metroid Dread. Una experiencia que se ve preciosa y se juega tan bien como la de MercurySteam en Nintendo Switch puede ayudar mucho a que más desarrolladoras expandan su libertad creativa hacia propuestas parecidas. O que esta misma sea exitosa y siga adelante, algo que personalmente desearía.
He disfrutado bastante del retorno de Samus y tengo muchas esperanzas en futuros proyectos relacionados. ¡Me apetecía expresarlo a riesgo de alargar un análisis de por si extenso!

Valoración final
86/100
Metroid Dread es un gran juego que lleva el género a su máximo esplendor a nivel jugable. ¿El mejor de su estilo? No necesariamente. Por mucho que sea la «saga madre» de su fórmula, los alumnos pueden igualar o superar al maestro. En este caso, el mercado cuenta con muchos juegos tipo Metroid y varios de ellos gozan de altísima calidad. Depende mucho del gusto de cada uno.
Diciendo esto no quiero desprestigiar el trabajo de MercurySteam, que es enorme y merece mucho reconocimiento. Solo intento asegurarme de que ningún fan del género me lea y vaya al título de Nintendo pensando que estará ante algo que sobrepase todo lo conocido entre los «metroidvania». Se encontrará con un gran exponente jugable, del nivel más alto, pero no tiene porqué superar a sus favoritos actuales.
Me alegra mucho que se haya promocionado tanto un título que no es sencillo en absoluto y requiere la implicación activa del jugador para completarse. Necesita atención, aprendizaje de sus mecánicas y una pequeña dosis de habilidad. Nunca deberíamos perder eso y resulta agradable que sea la propia Nintendo quien lo suela destacar. Y eso que solo se lleva los premios de índole familiar, ¿verdad?
¡Felicidades a todos los nuevos y veteranos fans de las aventuras de Samus Aran! Yo os la recomiendo bastante. ¡El regreso de la cazarrecompensas galáctica no podía ser mejor!