Donkey Kong Bananza, el primer gran juego de Nintendo Switch 2
Cuando sale una consola, en lo primero que nos fijamos es en sus videojuegos. Casi siempre existe algún título «vende-consolas» que te hace caer en la compra del sistema. Para algunos el elegido aquí sería Mario Kart World, pero a mí no me parece imprescindible al tener el 8 disponible. Por ello, considero a Donkey Kong Bananza el primer gran juego de Nintendo Switch 2 en ese sentido.
Esto me parece bastante relevante dicho por alguien como yo, quien tampoco es asiduo a los plataformas y acción en 3D. Al fin y al cabo, pensé que el primer juego nuevo que me valdría la pena con esta consola sería Hyrule Warriors. ¡Pues me equivocaba! El mono me conquistó por méritos propios y no es para menos.
El mundo Donkey Kong

Como era de esperar, la premisa de su historia es sencilla y nos pone en la piel de DK y Pauline, cuyo objetivo es bajar al centro de la tierra para cumplir sus deseos. Por ello, más que en su trama, el encanto del juego se luce en su llamativo apartado audiovisual, con unos personajes muy bonitos, muchas canciones potentes y una gran variedad de entornos distintos a explorar.
No soy fan de la saga y solo he jugado alguno de sus títulos 2D, pero el viaje que ofrece Bananza me pareció toda una oda a su universo. Y una forma única de darle su toque distintivo al propio DK. Entre la música, los personajes que encuentras por el camino y el estilo jugable de ciertas fases opcionales, sientes que estás paseando por un homenaje a varios de los juegos antiguos de la marca.
Bananza tiene su identidad muy bien marcada en su propio mundo. La mayoría de los escenarios están tan bien hechos que piden ser explorados y resulta sencillo distraerte de la misión principal para buscar bananas o participar en retos extra. En ese sentido, te dejan mucha libertad para decidir si sigues avanzando en la trama o te pierdes entre secundarias.
Aun con su enorme cantidad de contenido en actividades extra, cabe resaltar que la misión principal es su mayor atractivo. Al principio parece algo básico, pero según juegas van abriéndose posibilidades y se incrementa el número de mecánicas por escenario o transformación. Todo ello hasta el tramo final, uno bastante espectacular que merece la pena alcanzar.
Jugabilidad original y libre con doble filo

Las mecánicas del juego se sienten frescas para un título de acción-plataformas, porque giran en torno a la capacidad de DK para romper y moldear el escenario, así como las diferentes transformaciones que adquirimos, cada una brillando por sus propias habilidades. Con todo eso, nos dejan bastante libertad para avanzar como queramos en cada reto.
Ese enfoque de «hazlo a tu modo» en Donkey Kong Bananza lo encontramos en otros juegos de Nintendo como los últimos Zelda y puede ser positivo o decepcionante, dependiendo de cada jugador. La libertad de completar los retos, por lo menos en mi experiencia, consigue que algunas actividades se resuelvan mucho más fácil que otras y ciertas transformaciones se sientan desaprovechadas.
Al no tener un diseño de niveles estable en su curva de dificultad, habrá tramos más o menos complejos según nuestra forma de abordar cada situación. Esto puede sentirse muy bien, disfrutando de esa libertad que mencioné, o algo irregular al no establecer un reto creciente. Es algo que también sufren los jefes de cada escenario, algunos resultando un mero trámite frente a otros, que sí plantan cara con sus mecánicas.
En mi caso, lo disfruté bastante porque estoy habituado a una progresión lineal y el cambio me sentó bien. Podría haber establecido una experiencia más consistente, especialmente en el tema de los jefes, pero sigue siendo tan original y entretenido como parece. Empecé el juego como curiosidad y acabé enganchándome hasta el final. ¡Y seguiré de vez en cuando para completar el contenido post-game y secundario!

Valoración final
85/100
Donkey Kong Bananza es de esos juegos originales y potentes que solo encuentras en Nintendo. Desprende el estilo y frescura típicas de la marca, tanto audiovisualmente como a nivel jugable. Bajo mi punto de vista y a pesar de no ser mi género ni saga predilecta, considero que estamos ante una de las mejores formas de empezar la generación de Nintendo Switch 2.
No me sorprendería que algún fan de este tipo de juegos o del propio Donkey Kong me dijera que este es su GOTY, o que le parece una experiencia de 10. Me resulta imposible compartir el mismo nivel de entusiasmo, pero lo vería coherente debido a la gran calidad del juego, único en su especie. ¡A por esas bananas, DK!
Genial reseña, me moría de ganas por conocer tu opinión. No había querido leerla antes porque estaba escribiendo la mía propia para mi blog y no quería tener una influencia por tu escrito, y creo fue lo mejor. Qué bueno que te haya sentado bien el juego a pesar de no ser tu género favorito, yo estoy deseando seguir con el posjuego.
¡También leí la tuya en el blog! ¡Muy buena reseña! Que dejaré aquí por si alguien quiere ir directo:
https://otrocastillo.blogspot.com/2025/08/donkey-kong-bananza.html
Es un juegazo. Y una de las cosas que destacan es precisamente que puede gustarle incluso a los menos asiduos al género. Un derroche de originalidad que se agradece… ojalá sigan sorprendiendo con otras sagas.