Palacio de Kiuchi en Persona 5: The Phantom X, primer capítulo
Ya que invertí unas cuantas horas en Persona 5: The Phantom X, pensé en dedicarle alguna entrada a su historia y lo lógico es empezar por su primer palacio, el de Kiuchi. He visto que en redes sociales cierta parte del público lo usa en tono de mofa, y en parte lo entiendo, pero creo que podemos rascar algo más allá del «meme».
Me parece obvio, pero por si acaso… ¡Ojo SPOILERS del primer capítulo del juego!
Opinión sobre Persona 5: The Phantom X
El famoso «Subway Slammer»

Supongo que en nuestros países no habrá muchos tipos empujando a gente en el metro, así que algunos no conectarán con el problema. Pero si a alguien le cuesta empatizar con el miedo y la inquietud que produce alguien agrediendo con impunidad en espacios públicos, puede pensar en todos esos ladrones que tenemos nosotros. Sabes que están ahí y la policía jamás soluciona el problema. Lo mismo aquí.
Ya puestos en contexto, nuestro antagonista es Takeyuki Kiuchi, un antiguo jugador de béisbol cuya carrera acabó fracasando y debió retirarse a un trabajo que le frustraba. En vez reconocer sus errores o aceptar sus límites, decidió echarle la culpa de sus miserias a otros excepto a él mismo. En este caso, su desprecio se centró en las mujeres, desarrollando su misoginia con la excusa de vivencias pasadas.
Aunque a primera vista podría darse un aire al primer enemigo de Persona 5, Kamoshida, lo cierto es que sus circunstancias son bastante distintas. Tienen una base similar, pero entre ambos, este es a quien podemos entender mejor. A pesar de las agresiones, el juego muestra sus raíces mientras exploramos el palacio junto a Motoha. Y así conocemos el origen de todos sus errores.
Antes del típico lavado de cerebro cortesía de los Ladrones Fantasma, Motoha le reprocha sus actos, pero le hace ver que su vida no tiene porqué acabar. Que podría pagar por sus crímenes y reformarse con el béisbol, ayudando a críos con su genuina pasión por el deporte. Justo como hizo con ella en el pasado. Ya que, como le recuerda, antes de convertirse en un criminal, él sí amaba ese deporte.
Motoha Arai dejó un buen final

Nuestra protagonista aquí es la típica compañera alegre y directa que siempre es bienvenida en cualquier grupo del estilo. Al principio la conocemos cuando sigue decaída, atormentada por la culpabilidad al creerse la razón del retiro de su viejo ídolo, Kiuchi. De hecho, tuvo que ver caer a su amiga Tomoko a manos del agresor para que empezase a tomar cartas en el asunto.
En realidad la línea del personaje es bastante previsible, pero me sorprendió al final del palacio, molestándose en darle un buen discurso a la sombra de Kiuchi que bien podría haberse ahorrado. Porque, al final, lo fácil es que ese tipo o cualquiera que comenta errores graves, sea simplemente eliminado de la sociedad. Pero Motoha no quiso tomar el camino fácil.
Debe ser muy duro descubrir que la persona a la que admirabas, quien despertó tu pasión por lo que más te gusta, caiga tan bajo. Es por eso que me encantó que Motoha le recordase sus raíces a Kiuchi y reconociese que, en el pasado, ella lo admiraba. Confesarle algo así a esas alturas y a un tipo como él no debió ser sencillo.
Aunque me faltó desarrollo en la relación entre ambos (y con Motoko, dicho sea de paso), me gustó la parte final. Lo que le dijo Motoha afectó e hizo pensar al villano, cuya sombra (su verdadero ser) parecía arrepentida y se preguntaba cuándo se volvió como es ahora. Podría haberse escrito mejor, sí, pero me parece valiente darle margen de mejora a este tipo. Descartarlo y pasar al siguiente me parecería muy simple.
Conclusiones

A pesar de que la narrativa pudo ser más sólida, pienso que la base del primer conflicto de Persona 5: The Phantom X funciona. Antes de llegar al final me parecía bastante básica, pero intentaron darle una conclusión algo más digna y no dejar al villano como «otro monstruo». Claro que con este era más fácil que con Kamoshida.
Uno de los detalles que no me gustan del universo de Persona 5 es precisamente lo que le sucede al dueño del palacio cuando se le roba el tesoro. Siento que solo se desarrolla y trabaja a los que no son «malos» en si, como Futaba o Sae. Kamoshida y Madarame, por ejemplo, quedaron descartados sin mucha ceremonia. Me alegra que aquí Kiuchi sí tuviese algo que decir antes de que robasen su tesoro.
Y poco más que contaros sobre el primer capítulo de Phantom X. El palacio se alargó demasiado y eso dispersa un poco la historia, pero en si no me parece mala. Ignoro si volverá a abordarse el tema de Kiuchi, imagino que no, pero ya nos dejaron detalles para suponer que quizá trata de reformarse de cara al futuro.