Clair Obscur: Expedition 33 me hizo parry con su jugabilidad
Me llevó un tiempo, pero acabé jugando y completando la historia principal de Clair Obscur: Expedition 33, uno de los títulos que más esperaba del año. Aunque me gustaría contarme entre los grandes entusiastas de la obra, que al parecer son mayoría, a mí me resulta imposible verlo como un juego perfecto.
Más que un análisis (que de esos tendréis miles en la red), me gustaría señalar qué me gustó y qué no de su experiencia. Porque sí, pienso que estamos ante un buen RPG… pero para nada debe encajar con todo el mundo. Para mi sorpresa, me cuento más en ese pequeño grupo. ¿Una decepción? Pues…
El combate que me bloqueó

Debo empezar por aquí y es que, pese a ser uno de los aspectos más destacados del juego, a mí es lo que se me hizo pesado. Me encanta la mayoría de sistemas de combate en experiencias roleras, sean de turnos o acción. Sí, hay títulos que apuestan por los turnos híbridos y añaden mecánicas activas de pulsación de botones. ¡Y me gustan!
Por desgracia, creo que lo de Clair Obscur ya es pasarse. En las primeras horas me pareció buena idea, pero no tardó en hacérseme pesadísimo combatir. Y eso se extendió también a interesarme en la progresión de los personajes, así como en sus distintas habilidades en batalla. ¿La razón? Los esquives, saltos, ¡y especialmente bloqueos!
A la larga, o así lo viví en dificultad normal, la mecánica de bloquear se vuelve demasiado central en la experiencia. El castigo por recibir daño es bastante estricto y la recompensa por evitarlo, enorme. Básicamente con el bloqueo estás negando el ataque enemigo y le estás atizando fuera de tu turno, a veces con un golpe grupal. Y al final, la importancia de esa mecánica banaliza todo lo demás.
Quizá estoy solo en esto, pero yo no juego títulos de combates por turnos para estar más pendiente de paradas que de las estrategias o combinaciones de personajes. Así que sí, el juego tiene jefazos espectaculares, pero su combinación de mecánicas activas se me hizo tediosa en batallas normales. Y en su última recta evité tantos combates como pude, superando todo con quemadura y bloqueos.
Brillando por su historia

Si por algo puedo estar de acuerdo con la calidad del juego es en su historia. Nos cuentan algo bastante especial y original para este tipo de RPG, una experiencia que vale bastante la pena vivir de primera mano. Admito que no todos los giros me gustaron en un principio, pero la extraordinaria conclusión de la aventura sí me encantó. Y con dos posibles finales, ambos brillantes.
En el tema de los personajes, como es habitual, depende mucho de la subjetividad de cada jugador y la forma en que conectemos con ellos. En mi caso, no me enganché a ninguno en particular (quizá Gustave y Maelle) hasta casi el final, donde las piezas encajaron mejor y acabé adorando a su principal antagonista. Los protagonistas están muy bien, una cosa no quita la otra.
Por supuesto, su ambientación y la música son también grandes responsables del éxito. Es por todo el conjunto que la historia se siente especial, contribuyendo a la narrativa y luciendo todavía más cada combate. Me gustó que el juego se sintiese «tan francés», hasta el punto que la decisión de poner voces en inglés o en el idioma original es bastante dura.
De vez en cuando ocurre que «me obligo» a avanzar en un juego para ver toda la historia y este fue el caso de Expedition 33. Su combate y la ausencia de mini-mapa me estaban agotando, pero quería seguir para ver qué ocurriría a continuación. Para mí, de sus tres capítulos, me gustaron el primero y el tercero, junto al prólogo y los epílogos. En mi opinión, el segundo acto flojea en varios sentidos como la banalización de sus propios conceptos, pero no puedo concretarlo aquí.
Conclusiones

Pienso que el viaje que me ofreció Clair Obscur: Expedition 33 valió mucho la pena por su historia principal. Imagino que los que disfrutaron de su jugabilidad lo gozaron al máximo y sinceramente, los envidio. A mí el combate me fastidió y porqué no decirlo, también esos escenarios en los que me desorientaba a la hora de buscar tesoros. ¿Qué necesidad había de no poner un maldito mini-mapa?
Quise darle una nota, como suelo hacer, porque me parece divertido decidir las valoraciones numéricas. Sin embargo, aquí no fui capaz. Son muchos claroscuros (¡ja!) y detalles como el combate, que no es que estén mal, es que no encajaron conmigo. Por lo tanto, eso quedará en el aire y me llevaré lo positivo de la experiencia, una que ni de lejos me pareció perfecta.
Soy yo o el personaje principal parece un calco de Robert Pattinson? Alguien de diseño hizo bien los deberes de «haz un tío guapo de revista» xD
Jaja pues no sabría decirte… creo que Robert es más guapo, aunque quizá sea solo yo apoyando a Diggory.